Algunos analistas temen el desplome
de las ventas, otros creen que el sueño americano de tener coche resistirá.
Cada día se producen cambios en la
industria automovilística estadounidense: se anuncian nuevos coches sin
conductor o se vaticina el fin de la industria automotriz tal y como la
conocemos.
Puesto que toda una generación está
creciendo inmersa en los hábitos del consumo colaborativo, se prevé que los
jóvenes compartirán más el coche y comprarán menos vehículos, lo que
desplomaría el mercado.
Las ventas anuales de vehículos
ligeros en EEUU han descendido más rápido de lo previsto, un 3,4%, según Wards
Auto. Esto ha agravado las preocupaciones de que, tras seis años de rápido
crecimiento, las ventas hayan alcanzado su máximo.
Pero analistas del sector afirman
que es exagerado pronosticar el fin del sueño americano de ser propietario de
varios coches. Existen muchas razones por las que los estadounidenses comparten
sus vehículos, aunque aún hay numerosas razones para no hacerlo (motivos
económicos o emocionales).
En Estados Unidos, la mayoría de
los coches están parados casi todo el día, por lo que los motivos económicos
para compartir el coche están justificados. En las zonas urbanas
congestionadas, ser propietario de un coche conlleva pagar tarifas astronómicas
por aparcar y perder el tiempo en atascos. Al compartir el vehículo, se puede
ir de un punto a otro de forma más barato que el transporte público.
Sin embargo, Michelle Krebs de la
firma Auto Trader, ha estudiado la actitud estadounidense a la hora de
compartir vehículo y afirma que "la mayoría de las personas que comparten
coche también prevén adquirir uno". El 92% de los adolescentes posee o
piensa tener un vehículo. Y esto es un buen presagio para el mercado.
Pero la liquidez aún supone un
problema. Más de la mitad de los encuestados por Cox Automotive declararon que
no poseen un vehículo porque no pueden permitírselo, no por la alternativa que
supone compartir coche.
Cuando los Millennials se casen,
formen una familia y perciban mayores ingresos, los fabricantes de automóviles
prevén que comprarán aproximadamente la misma cantidad de coches que las
generaciones anteriores.
Un estudio de la firma de asesoría
BCG estima que en 2021 el uso compartido de coches reducirá las ventas anuales
mundiales un 1%, y en EEUU, un 0,3%. "La rápida expansión del uso
compartido del coche apenas afectará a la venta de nuevos vehículos, porque los
conductores no renunciarán a ser propietarios de su propio coche, y porque las
ventas de vehículos para compartir compensarán parte de las pérdidas de las
ventas de nuevos vehículos," concluye el informe.
Erich Merkle, analista de Ford,
afirma que el total de kilómetros recorridos también afectará a las ventas:
"Ahora los vehículos tienen una media de 12 años de antigüedad. Pero si el
coche se comparte, no aguantará tanto y se tendrá que reemplazar antes".
Los estudios también diferencian si
se trata de zonas urbanas o rurales. Compartir el coche es más rentable en las
zonas urbanas en las que se recorren menos kilómetros y es más complicado
aparcar que en las zonas suburbanas o rurales, donde las distancias son
mayores, aparcar no supone un problema y se tienen que esperar 20 minutos a un
coche compartido.
Fuente: Expansión.com
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