EL NIÑO QUE LLEVAMOS DENTRO
El primer recuerdo que tengo
del primer coche, que me dejaron los Reyes Magos la noche de la ilusión, fue de
un descapotable con un cable teledirigido. Lo que no recuerdo era qué año
corría, y si fue un regalo que yo encargué a los Magos de Oriente en mi carta
de rigor.
¡Cómo han cambiado los tiempos!,
y cómo la fábrica de producción de Melchor, Gaspar y Baltasar se ha puesto al
día.
De aquellos coches de latón,
madera y plástico, la ciencia mágica ha puesto a disposición de los más
pequeños, verdaderos vehículos de juguete que son piezas en miniatura tan
reales como los coches
eléctricos, o motos de marca que
vemos circular por las carreteras del mundo.