Aunque la primera patente de un parasol es de 1918, el Ford T fue el primer coche que montó uno, en 1924. Este invento ha sufrido pocas evoluciones en cien años.
Los deslumbramientos solares son la segunda razón ambiental por la que los conductores se accidentan, tras la lluvia.
Este fenómeno se incrementa en primavera y otoño, por el ángulo de incidencia solar, y porque en esa época las horas de salida y puesta del sol coinciden más con las horas de desplazamiento al trabajo.