Los cristales sufren mucho en
verano por una combinación de factores
El 90% de la información que
recibimos al conducir nos llega a través de la vista; y el parabrisas también puede
alojar sus propios “ojos”, los sensores de los sistemas ADAS de seguridad
activa: mantenerlo limpio y en buen estado es clave para nuestra seguridad al
conducir.
En verano e invierno es cuando
más parabrisas se rompen, algo producido porque las temperaturas extremas y las
diferencias térmicas generan grandes tensiones en los cristales.