Andrew Blake es un empresario de éxito que a pesar de sus triunfos en los negocios no encuentra su lugar en el mundo. Un último impulso lo lleva a regresar a Francia, a un precioso Château en el que había conocido a su mujer. Cuando llega a la finca, donde nadie sabe quién es, lo confunden como mayordomo y él decide asumir el puesto. Los encuentros y situaciones fuera de control lo llevarán en una dirección muy distinta a la que esperaba.
La Pasta Carbonara es un clásico de la cocina italiana, originario de Roma. Es un plato sencillo pero exquisito, hecho con ingredientes básicos que se combinan para crear una salsa cremosa y rica.
Ingredientes (Para 4 personas)
Pasta:
400 g de espaguetis o pasta de tu elección (tradicionalmente se usa espagueti)
Salsa Carbonara:
150 g de panceta o guanciale (si es posible, usa guanciale para una autenticidad romana)
3 yemas de huevo grandes
1 huevo entero
1 taza de queso pecorino romano, rallado finamente (puedes mezclarlo con parmesano si lo prefieres)
Sal al gusto
Pimienta negra recién molida al gusto
Preparación
Cocción de la Pasta:
Lleva a ebullición una olla grande con agua con sal. Cocina los espaguetis según las instrucciones del paquete, hasta que estén al dente.
Reserva una taza del agua de cocción de la pasta antes de escurrirla. Esto será útil para ajustar la consistencia de la salsa más tarde.
Preparar la Salsa Carbonara:
Mientras la pasta se cocina, corta la panceta o guanciale en trozos pequeños o tiras.
Calienta una sartén grande a fuego medio y añade la panceta o guanciale. Cocina lentamente hasta que esté crujiente y dorada, liberando su grasa. No es necesario añadir aceite, ya que la panceta soltará suficiente grasa.
Retira la sartén del fuego y deja que la panceta repose en la sartén caliente.
Mezclar los Huevos y el Queso:
En un tazón grande, bate las yemas de huevo y el huevo entero.
Agrega el queso pecorino rallado y mezcla bien. Sazona con pimienta negra al gusto.
Combinar la Pasta y la Salsa:
Una vez que la pasta esté cocida y escurrida, añádela a la sartén con la panceta.
Revuelve la pasta en la grasa de la panceta para que se impregne de sabor.
Deja que la sartén se enfríe un poco para que los huevos no se cocinen demasiado rápido.
Vierte la mezcla de huevo y queso sobre la pasta caliente, y mezcla rápidamente para que la salsa cubra uniformemente la pasta sin que los huevos se coagulen. La idea es que el calor de la pasta cocine suavemente los huevos, formando una salsa cremosa.
Si la salsa queda muy espesa, agrega un poco del agua de cocción de la pasta que reservaste para aligerarla.
Servir:
Sirve la pasta inmediatamente en platos individuales.
Espolvorea más queso pecorino y pimienta negra recién molida por encima si lo deseas.
Consejos:
Controla el Calor: Asegúrate de que la sartén no esté demasiado caliente cuando añadas la mezcla de huevo, para evitar que los huevos se conviertan en huevos revueltos.
Guanciale: El guanciale es la opción tradicional para la carbonara, pero si no puedes encontrarlo, la panceta es una buena alternativa. Evita usar bacon ahumado, ya que puede alterar el sabor auténtico del plato.
Sin Crema: La auténtica carbonara no lleva crema; la cremosidad proviene de la mezcla de huevo, queso y un poco del agua de cocción de la pasta.
La Pasta Carbonara es un ejemplo perfecto de cómo pocos ingredientes simples, cuando se combinan adecuadamente, pueden crear un plato sofisticado y delicioso. ¡Disfruta de este plato clásico con una copa de vino blanco y buen apetito!
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