Durante casi 42 años, este 356 C permaneció intacto y oculto por montones de neumáticos dentro de un discreto almacén. Sus descubridores lo recuperaron y, en un proceso de dos años, han restaurado su antigua gloria.
¿Qué coleccionista de coches no sueña con hacer un hallazgo así? Un descubrimiento como el de los desvencijados establos de un castillo francés donde, en 2014, volvió a ver la luz la legendaria colección Baillon. O el que se hizo en un granero en la región de Algovia, en Alemania, donde dormía uno de los primeros Volkswagen Escarabajo, de luna trasera partida. En nuestro caso, fue en un almacén en Essen donde, en verano de 2017, los cazatesoros encontraron algo no menos sensacional detrás de pilas de neumáticos de un metro de altura: un 356 C olvidado durante casi 42 años.