Lanzado con el difícil reto de sustituir a un auténtico mito como el Fiat 600, el Fiat 850 superó el desafío con éxito, no sólo con su variante compacta de cuatro puertas sino también por sus versiones más deportivas, como el Fiat 850 Coupé y el Fiat. 850 Spider, que se han convertido en piezas codiciadas por los coleccionistas. Este modelo llegó a ofrecer una carrocería minibús familiar: el Fiat 850 T.
Con una configuración, común a mediados del siglo XX, en la que la propulsión trasera estaba respaldada por un motor ubicado en la zaga, el Fiat 850 destacó por su gran aprovechamiento del espacio interior: en 3.575 metros de longitud y una distancia entre ejes similares. A la de su antecesor, podía acoger cómodamente a dos adultos y tres niños, además de ofrecer un amplio maletero en la parte delantera.