lunes, 12 de septiembre de 2016

EL ABC DEL TRAYECTO AL COLEGIO: BUENOS HÁBITOS PARA LA SEGURIDAD VIAL EN COCHE

Con la entrada del mes de septiembre se acerca la vuelta al cole y con ello llega una nueva preocupación de los padres: la seguridad de tus hijos durante al trayecto a la escuela. Pero, ¿es segura la forma en la que van nuestros hijos al colegio?

Te enseñamos a llevar a tus hijos de la manera más segura, tanto si la ruta la hace en transporte escolar, como en el propio vehículo, en bicicleta o a pie.



Primeramente debes tener en cuenta que la seguridad de tus hijos es tu responsabilidad. Al igual que te aseguras que vayan bien sentados y correctamente abrochados con los sistemas de retención infantil – en función de la edad – cuando marchas de vacaciones, también debes mantener estas buenas prácticas durante el trayecto al colegio. Sólo así lograrás convertirlas en rutina hasta el punto que acabarán haciéndolo ellos de manera natural.

El autobús escolar, el transporte más seguro
El medio más utilizado para llevar a los niños al cole es el autobús escolar, que según apunta la DGT es el transporte más seguro. Cerca de 17.000 autobuses – un 40 por ciento de carácter privado – realizan este servicio en España.

Casi medio millón de alumnos utilizan a diario este tipo de transporte para acudir al colegio a regresar a casa, según datos de la DGT.

¿Cuál es la normativa reguladora en este tipo de vehículos? En concreto el Real Decreto 443/2001 del 27 de abril, sobre el que se han hecho posteriores modificaciones.

La citada regulación contempla entre otros aspectos:

Respecto a los niños:

Los niños no rebasen los 16 años de antigüedad, contados desde la matriculación del inicio del correspondiente curso escolar.
Si los asientos van ocupados por niños de 5 a 11 años, deberán disponer de cinturones de tres puntos de anclaje y cojines elevadores.
Trnasporte en autobus



Respecto al autobús:

Señalización del indicativo de transporte escolar tanto en la parte anterior como posterior del autobús.
Obligación de superar unas inspección técnica anual, si tiene más de cinco años, y semestral en el caso de rebasar dicha antigüedad.
Además del seguro obligatorio deberá portar otro complementario que cubra sin limitación de cuantía la responsabilidad civil de daños y perjuicios sufridos por los ocupantes.
La empresa a la que pertenece el vehículo deberá contar con una autorización especial de transporte escolar.
Debe contar con plazas para minusválidos
El autobús debe estar dotado de un botiquín de primeros auxilios, extintores y martillos rompecristales, los cuales tienen que estar protegidos para su utilización (sólo en caso de emergencia).
La apertura practicable de las ventanas no podrá exceder de 1/3 superior de las mismas.
En las salidas de emergencia se tiene que poder leer de manera clara y visible, tanto desde el exterior como del interior, la expresión “Salida de emergencia”
Su piso no puede ser deslizante y el borde de las escaleras deberán contar con colores vivos.
Las puertas del autobús sólo deberán ser operadas por el conductor.
La apertura de las puertas se señalizará con las luces de emergencia, lo que viene a ser la puesta en funcionamiento de todos los intermitentes.
Las puertas de servicio tienen que contar con barras para facilitar la operación de subida y bajada.
Los asientos ubicados frente a los huecos de la escalera o aquellos que no se encuentren protegidos por el respaldo, deben contar con un elemento fijo de protección.
Respecto a la ruta:

La duración máxima del tiempo de viaje en cada trayecto no debe exceder de 1 hora.
Los recorridos y paradas deben estar previamente autorizados.
Siempre debe circular a una velocidad 10 km/h menos que la establecida en la vía.
Debe contar con la presencia de un acompañante cuando el 50 por ciento de los alumnos transportados tengan menos de 12 años o se trate de un centro de educación especial.
El acompañante, que deberá llevar chaleco reflectante, será quien asigne las plazas a los niños y comprobará la seguridad del acceso.


Teniendo bien presente estos aspectos no sólo sabrás cómo deben viajar debidamente tus hijos en este medio de transportes, sino que además lo harán de la manera más segura y cumplimento la normativa vigente. No hay que olvidar, que las principales causas de accidentes de los autobuses escolares, son la velocidad inadecuada y las distracciones, según recuerdan desde la DGT.

Hay otras situaciones de riesgo a tener en cuenta
Aparte de los citados aspectos normativos, no está de más que antes de que los niños se suban o bajen del autobús y mientras permanezcan dentro del mismo, se tengan en cuenta una serie de acciones que señala a Circula Seguro, María Luisa Díaz, docente con más de 23 años de experiencia en cursos de viajeros por carretera y del actual curso de acompañante de transporte escolar por la Academia ADAMS.

“En el momento en el que el niño se encuentre en la parada, debe distanciarse unos dos metros del autobús y esperar a que se detenga”, explica María Luisa.

Díaz apunta que “nunca debe pararse detrás del autobús, ya que de hacerlo el conductor no le verá, pudiéndole atropellar si da de marcha atrás”.

También es importante que al subir o bajar, utilice los agarradores para evitar caídas. Además es importante que cuando se baje del autobús “tenga cuidado con la ropa con colgantes y de las mochilas para que no se enganchen en el pasamanos o con las puertas del autobús”.

Un momento de riesgo es cuando los juguetes o estuches que portan los niños se les caen cerca del autobús. En caso de suceder esta situación “nunca deben recogerlo sino indicar al acompañante la situación para que se puede recoger con la máxima precaución”, apunta este profesora de ADAMS Formación.

“Muchos de los padres creen que la labor del acompañante nada más que está para el acompañamiento de los niños al subir o bajar del autobús y su labor es tanto o más importante dentro del mismo”, afirma María Luisa.

Es importante “no gritar ni alborotar dentro del mismo para que el conductor se concentre en su trabajo, que es llevar al alumno a casa y al colegio a salvo”, afirma.

También es fundamental que el alumno “permanezca en el sitio que le haya asignado el monitor, que es quien vela por su seguridad”.

Por último, recuerda que la coordinación entre el monitor y el conductor del autobús es de vital importancia para que todo marche bien, tanto dentro como a la hora de bajar del autobús.

Y si nos desplazamos en coche
En el momento que superen el 1,35 metros de estatura, la ley les permite ir en el asiento delantero con el cinturón de seguridad puesto. Sin embargo, desde la DGT recomiendan que hasta el 1,50 metros los menores sigan utilizando el sistema de retención infantil adecuado y homologado a su talla y peso.

Cuando vayas a subir o bajar del vehículo, deben hacerlo por la puerta más próxima a la acera con el fin de no invadir la calzada, con el peligro que eso entraña.

Antes de montarse en el vehículo se deben quitar las mochilas.

En el caso de ser capaces de abrocharse el cinturón por ellos mismos, hay que dejares claro que miren a través de la ventana, para evitar golpear con ella a un peatón.

niños caminando

En caso de ir andando
Cuando el trayecto lo vayáis a realizar andando, es importante que le des a conocer algunas normas de seguridad vial tales cómo: dónde deben circular los peatones, cuándo hay que parar, cómo cruzar un paso de peatones, etcétera. No hay que olvidar que los niños son una esponja y lo aprender todo de manera muy rápida. Eso sí, siempre que realices una acción da ejemplo con la misma. No puede ser atravesar un paso de peatones con el semáforo en rojo porque no pasa nadie.

Trata de que tengan precaución cuando vayan a cruzar delante de un garaje, pues muchas veces los coches salen marcha atrás y pueden no ser vistos.

Cuando un vehículo se encuentre maniobrando, siempre es mejor que esperen antes de cruzar.

En el caso de caminar por la carretera, es mejor que lo hagáis con una prenda retrorreflectante y por el lado izquierdo.

Niño en bicicleta

Cuando el desplazamiento se haga en bicicleta
Aunque sea el transporte menos utilizado, esto no quiere decir que los niños no lo aprovechen cuando llega el buen tiempo. Por ello es una labor de los padres que esta se encuentre no sólo bien equipada, sino también con todos los mecanismos – luces, frenos y timbre – perfectamente ajustados. Además de estos desde la DGT no apuntan una serie de recomendaciones:

Siempre llevar el casco puesto y correctamente abrochado, además de portar una prenda retrorreflectante.
Siempre circular por el carril bici en el caso de que lo haya. También debe tener en cuenta no exceder los 20 km/h de velocidad máxima permitida.
En caso de ir en grupo, deberá hacerlo en línea y nunca en paralelo.
Cuando circule por la calzada deberá respetar la señalización.

Por último, hay que enseñarle no sólo a indicar las manobras que va a realizar sino también a tener mucho cuidado con los peatones, cediéndolos siempre el paso en los pasos de peatones, en las intersecciones de las calles y en los semáforos.

Fuente: Circularseguro.com

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