El cuerpo
humano no deja de ser una máquina y, por analogía con nuestro automóvil,
también disponemos de nuestro particular motor térmico, transmisiones, sistema
eléctrico, sensores, centralita,? Los desgastes y las averías también aumentan
con el kilometraje y por ello hay que tener en cuenta la edad a la hora de
valorar nuestras capacidades para conducir.
¿Qué se
debe realizar antes de un viaje?
1) Por
mucho que pese, siempre puede llegar el día que no estemos en condiciones de
conducir con seguridad. Es un acto de responsabilidad personal renunciar a la
conducción de vehículos cuando no nos sentamos capaces de hacerlo con un mínimo
de garantías para nosotros y para el resto de automovilistas.
2) Hasta
entonces, siempre podremos tomar precauciones para detectar posibles fallos
físicos que afecten a nuestras capacidades. Es muy importante a partir de
cierta edad pasar itv periódicas en las que los facultativos revisen nuestra
visión, audición, reflejos y todas las constantes fisiológicas que puedan
afectarnos a la hora de ponernos al volante de un coche.
3) Ser
conscientes de nuestra condición física. Con la edad aumenta la rigidez de las
articulaciones y por consiguiente el cansancio. Hay que afrontar bien estas
nuevas circunstancias y ser especialmente cuidadosos en la regulación correcta
de asiento y volante para evitarlo, así como las contracturas musculares.
4)
Aumentar la frecuencia de las paradas durante los viajes para caminar o
realizar algunos ejercicios de estiramiento. No olvidar nunca hidratarse
convenientemente antes de sentir sed para evitar una brusca sensación de
fatiga.
5) Evitar
en lo posible situaciones estresantes en los desplazamientos, como puedan ser
vías de mucho tráfico, desplazamientos nocturnos o viajes con malas condiciones
climatológicas.
6) Tener
muy presente el peligro de la somnolencia, causa de muchísimos accidentes y que
se agrava proporcionalmente en el caso de las personas mayores. La valoración
del médico si hay algún problema en este campo será de vital importancia.
7) Con la
edad suele llegar indefectiblemente algún tipo de tratamiento farmacológico.
Ser muy estrictos con la medicación y sus posibles incompatibilidades en la
conducción. Consultar siempre al médico los posibles efectos secundarios de los
medicamentos que tomemos, tanto por separado como asociados.
8) Si
vamos a realizar un viaje largo, procurar ir siempre acompañados. La ruta se
hace más relajada y siempre podremos afrontar mejor cualquier imprevisto como
una avería o una indisposición.
9)
Aprovechar en lo que se pueda toda la moderna tecnología disponible en los
automóviles. Un coche moderno con asistentes de frenada, mantenimiento de
carril, aviso de ángulo muerto o luces y limpiaparabrisas automáticos nos
ahorrarán mucho trabajo y aumentarán enormemente la seguridad de marcha.
10) Y,
por supuesto, aplicar al automóvil las mismas precauciones que a nosotros
mismos en cuanto a revisiones y mantenimiento. Neumáticos, frenos,
amortiguadores y motor en condiciones serán siempre una garantía añadida.
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