CONCIENCIAR ANTES QUE LAMENTAR
Que un conductor no le tenga
valor a su vida, ni a los demás, es el resultado de miles de infracciones que
se dan cada día en las carreteras españolas. Pero que un conductor no se ocupe
de la seguridad de sus propios hijos, esto ya clama al cielo y más allá.
Esta afirmación objetiva tiene
que ver con los resultados de hace unas semanas de los controles que ha llevado
a cabo la DGT en las carreteras española en relación a no llevar los cinturones
de seguridad y las sillas de seguridad para los niños.