viernes, 15 de agosto de 2025

ESPAÑA ANTE ELR ETO DE LA ELECTRIFICACIÓN: AVANCES DISDRETOS Y DESAFIOS PERSISTENTES

 



España se encuentra en una encrucijada clave en su camino hacia la movilidad eléctrica. Así lo revela la última edición del EV Charging Index 2025, elaborado por la consultora Roland Berger, que analiza el avance de 33 países en la adopción de vehículos eléctricos (VE) y el desarrollo de sus infraestructuras de carga.


Aunque nuestro mercado ha mostrado ciertos avances, continúa rezagado frente a los líderes europeos y mundiales en algunos aspectos relacionados con la electrificación, según figura en la última edición del EV Charging Index 2025, elaborado por la Roland Berger, una consultora que opera hoy con más de 50 oficinas en 36 países y está considerada como una de las principales firmas estratégicas del mundo, particularmente en cuanto a su capacidad para ofrecer servicios en áreas como estrategia corporativa, digitalización, reestructuración y sostenibilidad.

Así, según este informe, la penetración de ventas de vehículos eléctricos en España se mantuvo estable en 2024, sin registrar avances significativos. En el contexto europeo, donde se vendieron más de 2,7 millones de nuevos vehículos eléctricos, España no figura entre los países con mayor crecimiento, como el Reino Unido o Portugal. Aun así, alrededor de uno de cada veinte coches en circulación en el país ya es eléctrico.

En España, el mercado de vehículos eléctricos ha crecido en 2024, pero a un ritmo más lento de lo esperado. Se registraron 57.374 matriculaciones de coches eléctricos nuevos, lo que representa un aumento del 11 por ciento.

Una de las principales conclusiones del informe es que más del 30 por ciento de las cargas en España se realizan en espacios públicos, muy por encima del promedio en países como Noruega o Canadá donde se llega al 20 por ciento. Este dato refleja una alta dependencia de la infraestructura pública, en gran parte debido a las dificultades para instalar cargadores en viviendas colectivas o por los costes asociados.

Según el EV Charging Index 2025 la distribución estimada del tipo de carga en España es, adicionalmente, de un 66 por ciento de cargas domésticas, usando para ello infraestructuras de carga privadas o comunitarias, un 3 por ciento en el trabajo y un 1 por ciento utilizando otros recursos, como el intercambio de baterías posible en algunos cuadraciclos.
Las cargas fuera del domicilio son más abundantes en España que en otros países.

En Australia, por ejemplo, los usuarios de vehículos eléctricos hacen un 82 por ciento de sus cargas en su domicilio, por un 80 por ciento en Canadá, 78 por ciento en EE.UU. o 76 en Noruega. Estos altos porcentajes de carga residencial se deben a factores como una gran proporción de viviendas unifamiliares, programas gubernamentales que apoyan las instalaciones domésticas o altos niveles de adopción de los vehículos eléctricos en zonas suburbanas.

A pesar del aumento de puntos de carga y cierta mejora en la experiencia general, menos del 50 por ciento de los usuarios españoles perciben que la carga pública se ha vuelto más conveniente. Esta cifra contrasta con países como Reino Unido (84 por ciento) o China (79 por ciento).

Además, las principales frustraciones de los conductores españoles de eléctricos son comunes con otros mercados y los usuarios enumeran los tiempos de carga excesivos, una infraestructura de carga insuficiente, precios de los vehículos elevados o la falta de servicios en las estaciones de carga.

Un 44 por ciento de los usuarios considera que los precios de carga pública son más altos de lo esperado, situando a España entre los países con mayor insatisfacción en este sentido junto al Reino Unido, Italia y Australia.
El mercado español podría ya estar preparado para el auténtico boom de los vehículos eléctricos.

Pese a los obstáculos, los españoles muestran un alto grado de implicación con la movilidad eléctrica. Según el estudio, el 80 por ciento de los propietarios de BEV en España afirman “quieren su vehículo eléctrico” y estar activamente interesados en su uso y recarga, una cifra superior al promedio europeo, que es del 62 por ciento.

Este entusiasmo indica que, si bien la infraestructura aún no está al nivel deseado, la demanda y la mentalidad del consumidor ya están preparadas para un salto adelante.

El informe sugiere que España necesita acelerar su despliegue de cargadores de corriente continua y mejorar la calidad de la infraestructura existente, especialmente en zonas urbanas y rutas interurbanas.

También será clave aprovechar los fondos europeos y atraer inversión privada para garantizar un desarrollo homogéneo que no deje atrás a zonas rurales o áreas sin garajes privados.

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