Volvo Cars, el fabricante de
vehículos premium, anunció ayer en el Salón del Automóvil de Shanghái (China)
que construirá su primer vehículo totalmente eléctrico en ese país.
El nuevo modelo, basado en la
arquitectura modular compacta (CMA) de Volvo se pondrá a la venta en 2019 y se
exportará a todo el mundo desde el gigante asiático.
La decisión de fabricar en China su
primer vehículo eléctrico pone de manifiesto el papel fundamental que jugará
este país en el futuro electrificado de Volvo y destaca su creciente
importancia como centro de fabricación del sector automovilístico.
«Volvo Cars respalda totalmente el
objetivo del Gobierno Chino de conseguir un aire más limpio, tal y como figura
en su último plan quinquenal. Es un objetivo que coincide plenamente con
nuestros valores fundamentales sobre el cuidado medioambiental, la calidad y la
seguridad», afirma Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars. «Creemos
que la electrificación es la clave de la movilidad sostenible».
China, el mayor mercado del mundo
de vehículos electrificados, tiene objetivos muy ambiciosos para aumentar las
ventas de vehículos totalmente eléctricos e híbridos con el fin de resolver los
problemas de calidad del aire y de congestión del tráfico en sus ciudades.
Volvo se ha comprometido a vender
un millón de vehículos electrificados —totalmente eléctricos e híbridos— hasta
2025. También está desarrollando un vehículo totalmente eléctrico con su
arquitectura escalable de productos (SPA). Asimismo, la compañía sueca tiene previsto
ofrecer una versión híbrida enchufable de cada modelo.
Volvo cuenta con tres plantas de
fabricación en China, situadas en Daqing, Chengdú y Luqiao, donde se fabrican,
respectivamente, los vehículos de las series 90, 60 y 40.
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