Irvine, California (26
Agosto de 2013) - Los ingenieros de Nissan se han inspirado en el reino animal
para desarrollar las nuevas tecnologías que determinarán el futuro de la
movilidad. Uno de los objetivos a largo plazo del departamento de I+D de Nissan
es reducir al mínimo los accidentes.
La pretensión es que la
cifra tienda a cero con el paso de los años. Toru Futami, Director de
Tecnología e Investigación Avanzada, sostiene que el estudio del comportamiento
de los animales que se mueven en grupo ayuda a los ingenieros a entender cómo
los vehículos pueden interactuar unos con otros para lograr un entorno de conducción
más seguro y eficiente.
"En nuestra búsqueda
constante para desarrollar sistemas anticolisión para la próxima generación de
automóviles, necesitamos inspirarnos en la madre naturaleza para encontrar la
respuesta más adecuada. En este momento, la investigación se centra en los
patrones de comportamiento de los peces".
El equipo de investigación
ha creado el EPORO (EPisodio 0 RObot), utilizando la tecnología láser LRF
(Laser Range Finder) -inspirada en los ojos compuestos de las abejas, cuyo campo
de visión abarca más de 300 grados-, junto con otras tecnologías avanzadas.
Seis unidades del robot EPORO se comunican entre sí para controlar sus
posiciones. El objetivo es doble: evitar colisiones y ser capaces de viajar de
lado a lado o en una sola dirección, del mismo modo que lo hacen los peces
cuando se mueven bajo el agua agrupados en bancos.
"En las leyes de
tráfico actuales se supone que los coches conducen dentro de los carriles y
obedecen a señales viales por orden del conductor, pero si todos los coches
fueran autónomos, la necesidad de carriles e incluso señales podría
desaparecer. Hablábamos antes sobre los peces, y el pez sigue estas tres
reglas: no te vayas demasiado lejos, no te pongas demasiado cerca y no golpees
a los demás. Un banco de peces no tiene líneas que le ayude a guiarse, pero sus
integrantes se las arreglan para nadar muy cerca los unos de los otros. Así que
si los coches pudieran comportarse en grupo de la misma manera y de forma
autónoma, deberíamos ser capaces de tener más vehículos funcionando al mismo
tiempo sin necesidad de aumentar el ancho de las carreteras. Esto solucionaría
las congestiones de tráfico", explica Futami.
Futami añade que el robot
también tiene la capacidad de comunicarse con sus semejantes en una intersección,
de manera que puede tomar la decisión de cuáles podrían pasar y cuáles no,
eliminando así la necesidad de señales de tráfico.
Antes del desarrollo de
EPORO, Nissan creó la unidad biométrica Car Robot, o BR23C, que imita la
curiosa habilidad para evitar colisiones de las abejas. Se trata de un proyecto
conjunto con el Centro de Investigación de Ciencia y Tecnología Avanzada en la
renombrada Universidad de Tokio.
Inspirado en los ojos
compuestos de la abeja, que pueden ver más de 300 grados, el láser LRF (Laser
Range Finder) detecta los obstáculos en un radio de 180 grados hasta dos metros
de distancia. El BR23C calcula la distancia al obstáculo y, a continuación,
envía inmediatamente una señal a un microprocesador, que traduce esta
información y mueve o cambia la posición del robot para evitar una colisión.
"En una fracción de
segundo detecta un obstáculo", explica Toshiyuki Andou, Director del
Laboratorio de Movilidad de Nissan y responsable principal del proyecto,
"el robot imitará los movimientos de una abeja y de inmediato cambiará de
dirección para evitar un choque".
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