Más de cincuenta ingenieros y
siete meses fueron necesarios para diseñar y llevar a cabo el proyecto del Mini
John Cooper Works Buggy que hoy sirve de montura a Carlos Sainz y su copiloto,
Lucas Cruz, en el Dakar 2019. Un amplio equipo humano y poco más de medio año
necesitó este coche de carreras para pasar de ser un simple dibujo sobre el
papel a convertirse en una realidad tangible capaz de saltar por las dunas y
pistas más complicadas de Latinoamérica.
