domingo, 13 de enero de 2019

ASÍ SE CONSTRUYE EL BUGGY DEL DAKAR DE CARLOS SAINZ


Más de cincuenta ingenieros y siete meses fueron necesarios para diseñar y llevar a cabo el proyecto del Mini John Cooper Works Buggy que hoy sirve de montura a Carlos Sainz y su copiloto, Lucas Cruz, en el Dakar 2019. Un amplio equipo humano y poco más de medio año necesitó este coche de carreras para pasar de ser un simple dibujo sobre el papel a convertirse en una realidad tangible capaz de saltar por las dunas y pistas más complicadas de Latinoamérica.

Tras el Dakar 2018, que el equipo tomó como banco de pruebas para este Mini de dos ruedas motrices, en 2019 compite una versión tocada por la varita mágica de Carlos Sainz, quien ha aportado toda su experiencia para lograr una puesta a punto más certera y adecuada a sus propias exigencias. Tal y como asegura Sven Quandt, director del equipo X-Raid, "el apoyo durante el desarrollo del Mini John Cooper Works Buggy nos ha llevado adelante en cuanto a los reglajes".




¿Cómo se construye el buggy de Mini que compite en el Dakar?

La espina dorsal es el punto de partida

La fabricación comienza a partir del chasis multitubular. Este elemento está diseñado por X-Raid siguiendo la normativa T1 Dakar y cumple con las estrictas normas de seguridad de la FIA. El proceso de diseño dura varios meses, y una vez la FIA lo revisa y aprueba, se encarga la construcción de los chasis necesarios a CP Autosport. Este especialista alemán es responsable, entre muchas otras cosas, la jaula de seguridad de los coches del DTM o el sistema Halo de la Fórmula 1.

Materiales ligeros para 'volar' sobre la arena

Cuando el equipo recibe los bastidores, se envían a Faster -Francia-, donde se encargan de unir la carrocería de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y Kevlar a la estructura tubular de acero y sus subchasis. El exterior, de genuino estilo buggy, se ha diseñado en estrecha colaboración con el departamento de diseño de MINI y se ha optimizado desde el punto de vista aerodinámico. Sobre esta base se empiezan a montar diferentes elementos de aislamiento y los depósitos de combustible.



Un corazón lleno de potencia y par

El siguiente paso es la instalación del motor, basado en el propulsor de producción BMW 50d, un motor de 3 litros y 6 cilindros en línea, pero modificado para cumplir con las exigencias de los rallys off-road. Aunque Mini no ha comunicado cifras concretas de potencia, sí sabemos que en los BMW de calle que montan este motor, la potencia y el par rondan los 400 CV y 760 Nm. Cada propulsor destinado al coche del Dakar se monta a mano en BMW Steyr. Sólo se utilizan piezas de serie, que se calibran antes del montaje para un perfecto equilibrio de pesos. Antes de cada Dakar, se instala un nuevo motor en cada unidad MINI John Cooper Works Buggy, que habrá de durar toda la prueba.

La transmisión más adecuada

Una vez instalado el motor, se acopla la caja de cambios secuencial de seis velocidades. Desarrollada junto a los especialistas de X-Trac, es una transmisión diseñada específicamente para este coche y el montaje de todos sus elementos se realiza en las instalaciones de X-Raid. Además de ser muy robusta y fiable, la caja de cambios y su alojamiento están diseñados para que su desmontaje y sustitución sea lo más sencilla y rápida posible.



Las ventajas de un dos ruedas motrices

Sobre esta base ya se puede empezar a trabajar en el montaje de los trenes de rodaje, con dirección, transmisiones, suspensiones y frenos. El MINI John Cooper Works Buggy emplea unos complejos esquemas de suspensión con enormes recorridos (limitados por el reglamento) y robustos brazos, muelles y amortiguadores.

Muchos metros de cableado

Después viene el montaje de los diferentes radiadores y sistemas hidráulicos, el cableado y los sistemas eléctricos. Todo el sistema eléctrico y la electrónica de gestión han sido desarrollados por X-Raid, excepto la gestión del motor, que es de BMW. A partir de aquí ya se puede ir completando el habitáculo, con todos los elementos y la instrumentación necesarios para afrontar las duras etapas del Dakar. El proceso de montaje finaliza con los asientos, sobre los que el piloto y el copiloto van a pasar horas y horas de dura competición en el Dakar.



Fuente: eleconomista/ecomotor/JORGE ARENAS

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