El estudio "Hábitos de
conducción 2018", elaborado por el Observatorio Español de Conductores
DUCIT sobre una muestra de
3.000 conductores señala que el 74% no para lo recomendado, y el 14% hace un
viaje largo sin descanso. Además, una cuarta parte reconoce coger el coche
después de haber bebido alcohol.
Los hombres, especialmente con
edades comprendidas entre los 35 y 55 años, son los que presentan peores
hábitos de conducción. En general, se perciben "actitudes más
responsables" por parte de las mujeres y los conductores de más edad.
Las pruebas realizadas dentro
de la campaña por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) muestra
gráficamente la relación entre el tiempo de conducción y las alteraciones en la
postura, la presión interdiscal, el cansancio físico o las alteraciones en la
visión, lo que afecta a la toma de decisiones y aumenta el tiempo de reacción.
Parar a descansar, aprovechar
para estirarse y beber un refresco mejora la atención del conductor de forma
que el tiempo de respuesta es un 26% más rápido.
Madrid, 28 de junio de 2018.
Con la llegada del verano se inicia la época del año en la que se produce un
mayor número de viajes y, unido a ello, también un mayor número de accidentes.
Se esperan cerca de 90 millones de desplazamientos, el 70% de ellos de larga
distancia. Entre julio y septiembre, los conductores españoles recorrerán de media
alrededor de 1.000 kilómetros y más de un 15% superará los 4.000 km. Estos
datos hacen necesario, un año más, recordar la importancia de adoptar buenos
hábitos al volante y prevenir la fatiga. Con este objetivo, el RACE y la
Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT, pusieron
en marcha hace 13 años la campaña de seguridad vial, "Un refresco, tu
mejor combustible". En esta edición se han realizado dos trabajos: una
encuesta a 3.026 conductores y un estudio en el que, mediante distintas pruebas
de biomecánicas, se muestran los efectos de la conducción prolongada y la
postura en el cansancio físico y mental.
La fatiga es la cuarta causa
de siniestralidad mortal en las carreteras españolas. Sin embargo, según
demuestran diversos estudios, es un riesgo que se puede evitar adoptando
hábitos adecuados al volante.
En los desplazamientos largos
existen ciertas variables que pueden afectar a nuestra conducta al volante,
como son la falta de descanso, los kilómetros recorridos, los atascos, viajar
tras una jornada de trabajo, la deshidratación... incrementando el riesgo de
fatiga y, por lo tanto, la posibilidad de generar situaciones de peligro en la
carretera, tanto para el que la sufre como para el resto de usuarios de la vía.
La fatiga se manifiesta con
síntomas como la perdida de concentración, picor de ojos, visión borrosa,
parpadeo constante, necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y
somnolencia. Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del
tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%. Por tanto, es importante
detectar los síntomas a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar una
situación que puede desencadenar un accidente.
Las pruebas elaboradas por el
Instituto de Biomecánica de Valencia (IBM) muestras que a partir de las dos
horas de conducción se empiezan a detectar alteraciones en la visión, en los
movimientos y en la toma de decisiones. La continua exposición a las
vibraciones del vehículo y la postura adoptada da lugar a una alteración de las
curvaturas naturales de la espalda, el aumento de la presión intervertebral, el
aumento de la actividad muscular en diferentes zonas, las oclusiones en la
presión sanguínea, así como cambios en las presiones soportadas en los tejidos
blandos.
Hábitos de los conductores
Los estudios indican que la
fatiga afecta en gran medida a las capacidades al volante. Pero: ¿son los
conductores conscientes? Los consejos de seguridad vial ofrecidos a lo largo de
estos años están consiguiendo resultados, aunque todavía queda mucho por
mejorar. Por eso, se han analizado los hábitos, en especial en los
desplazamientos estivales.
Al preguntarles por la hora a
la que prefieren iniciar el viaje a sus destinos de vacaciones, la mayoría se
decanta por la mañana. Sólo un 5% opta por la noche (un poco más, 7%, en el
caso de los más jóvenes). Las 9:15 se sitúa como la hora media de salida. Los
más madrugadores son los grupos de edades comprendidas entre los 46 y 55 años
(el 72% salen a primera hora) y de 56 a 65 años (75%). Por el contrario, los de
más de 65 madrugan menos, pero mayoritariamente viajan por la mañana (un 1% lo
hace por la tarde o la noche).
Un dato importante es el
referido al descanso: aún existe un 14%, es decir, 3,5 millones, que hacen un
viaje largo sin parar. En el caso de menores de 25 años este porcentaje sube
hasta el 20%. Por Comunidades Autónomas, destaca Aragón, donde casi un tercio
de los encuestados dice hacer el viaje del tirón, seguido de Andalucía (21%) y
Castilla La Mancha (19%). Por el contrario, los de Murcia (un 6% no paran),
Madrid (9%) y Galicia (9%) se sitúan por debajo de la media. En términos
generales, tres cuartas partes de los conductores no hacen las paradas que
serían recomendables. A pesar de ello, tienen una baja percepción del riesgo y
una falsa sensación de confianza, ya que el 75% declaran que pueden hacerlo sin
cansarse.
Junto al elevado número de
desplazamientos y kilómetros que se recorrerán en estos meses sin el suficiente
descanso, los conductores viajan en otras condiciones que incrementan el riesgo
de fatigarse y de sufrir un accidente como tener pérdidas de concentración/
apartar la vista de la carretera (64%), conducir con sueño (58%), iniciar un
largo viaje después de salir de trabajar (14%).
Por tipo de carreteras, las de
doble sentido son las que provocan más sensación de fatiga o cansancio, según
reconoce la mitad de los encuestados.
El alcohol y conducción
Según datos de la DGT, el
consumo de alcohol genera entre el 30 y el 50% de los accidentes mortales. Sin
embargo, los conductores siguen sin cumplir la recomendación de que cuando hay
que ponerse al volante se debe optar por bebidas sin alcohol. Así, un 25%
afirma que bebe alcohol y conduce, más los hombres (31%) que las mujeres (18%),
y en edades comprendidas entre los 56 y los 65 años.
Por CCAA destacan por encima
de la media en cuanto a consumo de alcohol y conducción, los de Baleares (34%
beben y cogen el coche) y País Vasco (31%).
La hidratación, otro riesgo
olvidado
Mantener una adecuada
hidratación, especialmente en verano y en viajes largos, también es importante.
Sin embargo, un 61% de los conductores no son conscientes de que provoca
reducción de la atención, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular. El uso
del aire acondicionado no evita la aparición de estos factores, sino que puede
resecar el ambiente, lo que también genera sed, además de sequedad en la
garganta y fatiga, sensaciones que pueden afectar a la atención del conductor.
Estudios realizados
previamente por el RACE en simuladores de conducción y en el marco de esta
campaña de prevención de la fatiga indican que un nivel bajo de hidratación y
glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de
salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. De hecho, los
conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen los
mismos errores que los que lo hacen bajo los efectos del alcohol.
Consejos para evitar la fatiga
al volante este verano
Para evitar la aparición de la
fatiga, hay que tener en cuenta que conocer los síntomas es la mejor forma de
prevenirla. En los largos desplazamientos hay que recordar tres reglas básicas:
parar al menos cada 2 horas, estirarse y aprovechar para beber un refresco,
para mantener el tono físico y la capacidad de atención.
Ponte en carretera descansado:
duerme un mínimo de 7 horas e intenta evita viajes después de terminar tu
jornada laboral.
Viajar de forma cómoda reduce
la fatiga, ajusta bien el asiento (banqueta y respaldo), el reposacabezas y haz
un reglaje en profundidad y altura del volante.
Tómate la conducción de forma
relajada y no intentes recuperar el tiempo perdido tras un atasco. El objetivo
es llegar, y llegar bien.
No bajes la vigilancia en los
kilómetros finales, ya que muchos accidentes se producen en estos momentos.
Durante el viaje, descansa
cada dos horas o 200 kilómetros, y aprovecha para hacer unos estiramientos para
recuperar el tono físico. Reduce este plazo si viajas de noche.
Mantente hidratado, ya que la
falta de líquidos provoca, entre otras cosas, una reducción de la atención,
dolor de cabeza y cansancio muscular.
Cuando pares, toma una
bebida refrescante ya que, además de hidratarte, ayudará a despejarte y mejora
los niveles de atención. Un refresco es tu mejor combustible... Quita la sed,
no los puntos.
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