“El huevo de Colón”
En el artículo anterior, “Accidente”, cuando la voz de la
locutora nos informó del suceso ocurrido en la glorieta del Parque Alcosa, habíamos
dejado detrás el monumento de “El huevo de Colón”. Aunque casi todos conocen la
historia o leyenda del famoso “huevo”, me parece que vendría muy bien
recordarla, aquí, para solaz y entretenimiento de los lectores.
Postrimerías
del siglo XV. Cuenta la leyenda —por su dudosa
verosimilitud, no tiene el rango de historia— que estando Cristóbal Colón a la
mesa con nobles españoles —invitados por el cardenal Mendoza en el año 1493—,
un conde amigo del cardenal le dijo: “Sr. Colón, si vuestra merced no hubiera
encontrado las Indias, no nos habría faltado una persona que hubiera emprendido
una aventura similar a la suya…” Colón no respondió a esas palabras y pidió que
le trajeran un huevo; colocó el huevo que había pedido en lo alto de la mesa e
invitó a los presentes a que trataran de ponerlo de pie, sin valerse de ningún apoyo.
Todos lo intentaron sin éxito. Entonces Colón tomó el huevo, le dio un
golpecito contra la mesa, agrietó la cáscara en el extremos más pequeño y lo
puso de pie. Los asistentes quedaron confundidos y el conde indignado: “¡Eso es
demasiado fácil!” “A veces, el logro de una hazaña no es difícil, lo complicado
es emprenderla”, sentenció Colón.
Postrimerías
del siglo XIX. Cuenta la historia —tan real, en este caso,
como la corriente alterna que lleva la electricidad a nuestras casas— que el
inventor Nikola Tesla estaba pasando momentos difíciles: había dejado de
trabajar con Thomas Edison, los banqueros y las empresas tenían muchas dudas
sobre la viabilidad de sus proyectos y se negaban a financiarlos. Tesla, que
conocía la historia del huevo de Colón, propuso a los inversores que, si
conseguía que un huevo se mantuviera de pie al mismo tiempo que giraba sobre su
eje, le financiaran el proyecto…
En la siguiente reunión, Tesla
puso un huevo de cobre sobre una placa metálica de forma circular. El huevo
giró cada vez más rápido sobre su costado. De pronto, comenzó a girar a una
velocidad de vértigo, lo que hizo que se mantuviera de pie y estable en un
campo magnético rotatorio. Los inversores quedaron atónitos y cumplieron su
palabra… Financiaron el proyecto.
Siglo
XXI.
Tomando el nombre del inventor Nikola Tesla, se crea en 2003 la compañía
norteamericana, con sede en California, Tesla Motor. Esta compañía fabrica y
comercializa vehículos, componentes y baterías para otros fabricantes —Daimler,
Toyota—. Sus motores de inducción cuentan con un número de piezas inferior a
las de un motor térmico convencional. Así que, hoy, Tesla fabrica coches con motor
eléctrico y, además, suministra productos de generación y almacenamiento de
energía limpia y renovable.
Partiendo de Cristóbal Colón
(1436–1506): marino genovés —procedencia más aceptada—, navegante, cartógrafo,
descubridor de América… Y continuando con Nikola Tesla (1856–1943): de etnia
serbia, nacido en Smiljan —actualmente en Croacia— del entonces Imperio
austrohúngaro, inventor, ingeniero, físico… Llegamos hasta el coche eléctrico.
Y aprovechando este feliz
reencuentro con el coche eléctrico, quiero volver a poner de manifiesto mi
apuesta por la conservación del medio
ambiente y mi deseo de que, cuanto antes, el mundo pierda su dependencia de
los combustibles fósiles… Será mejor para todos.
Familia de TODOMOTOR, feliz
semana.
Fernando Monge
5/mayo/2018
Cualquier comentario, opinión o vídeo que queráis enviarme lo podéis hacer a la siguiente cuenta de correo:
fmongef@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.