Aunque parezca que van bien, las
ventas de vehículos (turismos e industriales) en España no van al ritmo que
deberían. El canal más importante, los particulares, sólo ha visto incrementado
su volumen de ventas en un 2 por ciento en lo que llevamos de año. Por tanto,
quienes están tirando de las ventas en nuestro país son los autónomos y
empresas junto con las alquiladoras.
Esta situación la conoce bien
el Gobierno de nuestro país y por ello se habrían puesto manos a la obra para
confeccionar una nueva entrega del Plan PIVE. Este incentivo a la compra de
vehículos eficientes reporta más beneficios económicos al gobierno de lo que
pensamos, pero por la situación de inestabilidad que tiene el partido que
gobierna, hasta ahora no lo han podido plantear.
En el Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del estado para el 2017 el ejecutivo ha destinado una
partida de 66,6 millones de euros para ayudas a la adquisición de vehículos.
Esta cuantía se distribuirá entre el nuevo Plan PIVE y la renovación del Plan
MOVEA. Sin embargo, parece que las reglas para que nos beneficiemos de estas
ayudas se podrían ver alteradas respecto a entregas anteriores.
Volkswagen TDI
Según hemos podido saber, este
proyecto plantea que las ayudas no se apliquen a la adquisición de un vehículo
nuevo, siempre que tenga motorización diésel. En este texto los vehículos que
tienen cabida están movidos por motorizaciones gasolina, híbridos, eléctricos y
aquellos adaptados para utilizar gas licuado de petróleo o gas natural
comprimido. Por tanto, los vehículos diésel parecen quedarse fuera del próximo
Plan PIVE.
Sin embargo, desde la
Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) han pedido
al Gobierno de España que incluya a los modelos diésel en su Plan PIVE. A esta
petición el Ministerio de Economía y Competitividad sólo ha respondido para
decir que el objetivo de la cartera es permitir una renovación del parque de
automóviles por otros más limpios y respetuosos con el medio ambiente, y que
por ahora todavía no está decidido cómo se llevará a cabo el nuevo PIVE.
También está por verse las
cuantías que recibirá cada comprador y cómo se revertirá a las arcas del estado
esta inversión.
Por lo pronto imaginamos que
serán las mismas que se aplicaban en la última edición, es decir 750 euros para
vehículos normales y 5.500 euros cuando era eléctrico o híbrido.
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