Al contrario que las
reparaciones de turismos, que volvieron a la senda positiva el año pasado, las
de vehículos industriales empezaron a crecer un poco antes, en 2014.
No obstante, 2016 sirvió
para dar el impulso definitivo que necesitaba el taller de VI, tanto como un 8%
de incremento para obtener el mejor resultado en seis años, según el informe
“El Vehículo Industrial, el peso pesado de la posventa”, presentado hoy por
Audatex en la feria de la posventa Motortec Automechanika, que se celebra estos
días en Madrid.
Cuadro 1. Evolución de las reparaciones de vehículo industrial
Esta tendencia positiva se
mantendrá además en el tiempo, ya que se estiman crecimientos superiores al 5%
de aquí a 2020. Y en ello tiene mucho que ver la entrada de savia nueva en el
parque, ya que el porcentaje de camiones de hasta cinco años ha crecido del 15
al 20% desde 2014. Y seguirá subiendo, ya que a medio plazo tres de cada diez
vehículos pesados en España no llegará a los 5 años de antigüedad.
Camiones bipolares
Al igual que sucede con el
parque de turismos, la bipolaridad también ha llegado al vehículo industrial. Y
es que no sólo es creciente el número de camiones jóvenes, sino también el de
viejos. En concreto, uno de cada cuatro que circula por las carreteras
españolas tiene más de 15 años, pero este porcentaje irá subiendo hasta el 34%
en 2020. En definitiva, vamos hacia un parque de pesados bipolar y con muy poca
cintura.
Esto representa un desafío
para los talleres de VI, ya que los camiones de más de 15 años de antigüedad no
llegan a los 20.000 kilómetros anuales, seis veces menos que uno de hasta cinco
años, que recorre en torno a 120.000 kilómetros. Y es que mayor antigüedad no
significa mayor frecuencia de visita al taller, sino todo lo contrario ya que
están mucho más tiempo parados.
De hecho, estos camiones
apenas representan el 7% de todas las reparaciones de VI que se hacen en España
al año. Y en cambio, los más jóvenes, siendo incluso menos numerosos, hacen
prácticamente el 40% de las operaciones.
Esta misma fotografia se
obtiene si se observa cómo se reparten los ingresos por el taller, ya que casi
la mitad de su facturación procede de los jóvenes y apenas el 8% de los más
viejos.
Asimismo, el reto de la edad
para el taller de VI tiene otro foco importante en los camiones de 6 a 10 años
de antigüedad. Estos vehículos no llegan al 25% del parque en la actualidad,
pero está previsto que disminuyan aún más hasta quedarse en apenas el 14%.
Esta tendencia es importante
para la posventa, ya que estos camiones sí pasan por el taller –en la
actualidad son alrededor de una de cada tres reparaciones- en tanto recorren
unos nada desdeñables 60.000 kilómetros anuales.
El VI, pieza a pieza
Con un potencial de
facturación de más de 2.700 millones de euros, los talleres concentran buena
parte de sus ingresos en carrocería en unas pocas piezas. Y es que
prácticamente uno de cada cuatro euros procede de parabrisas, paragolpes, faros
y cabina. Son las cuatro más sustituidas, y tienen en común que corresponden
con la parte delantera.
Según el responsable de
Mercado Posventa de Audatex, José Luis Gata, “el próximo reto para el VI es la
llegada del camión conectado y autónomo. Los avances tecnológicos no son
exclusiva de los turismos y veremos en los próximos años vehículos pesados más
seguros, con menos siniestros por alcance, y más tecnológicos. Todo esto
impactará en los talleres, que tendrán que estar preparados para reparar un camión
que en nada se parecerá al que pasaba por sus manos hasta ahora. También
impactará en el modelo socioeconómico como hoy lo entendemos ¿nos hemos
preguntado qué ocurrirá con las áreas de descanso y estaciones de servicio
creadas en torno a la carretera? En Solera tenemos un acuerdo internacional con
Tesla donde estamos estudiando precisamente todos estos efectos”.
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