La Administración Nacional de
Seguridad Vial (NHTSA) ha emitido la segunda parte de su plan para reducir la
siniestralidad en las carreteras causada como consecuencia de distracciones al
volante. Un hecho que ha provocado el mayor incremento de las muertes en la
carretera en los últimos 50 años, alcanzando las 17.775 personas fallecidas en
los primeros seis meses del año.
La NHTSA no duda en ligar estas
funestas cifras con el uso del smartphone mientras se conduce por lo que ha
decidido "proponer una serie de directrices voluntarias", tal y como
las ha clasificado, a los fabricantes de smartphones y los desarrolladores de
apps -Google y Apple-. Estas se basan en la petición de limitar de forma
automática varias de las funciones del dispositivo una vez que el propietario
se dispone a conducir.
En concreto, lo que se solicita es
que se incorpore en los teléfonos móviles el 'Modo conductor', que consistiría
en la vinculación automática del smartphone con el sistema de
infoentretenimiento del coche y la consecuente prohibición de acceso a
determinadas aplicaciones. Entre las vetadas estarían los servicios de mensajería,
el acceso a redes sociales, la visualización de contenido audiovisual o la
nevagación por internet, permitiendo así las llamadas y los sistemas de
navegación aunque únicamente a través de la interfaz del coche, de forma
limitada y por control de voz.
Cabe recordar que esta es la
segunda parte del plan para reducir las muertes en carretera que se inició en
2013. Por aquel entonces se apostó por instar a los fabricantes de vehículos a
instalar sistemas de integración con el smartphone en sus coches. El resultado
fue el incremento del número de modelos que nacieron con Apple CarPlay o Google
Android Auto incorporados.
El Secretario de Estado para el
Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx, ha asegurado que "millones de
americanos se ponen en riesgo por culpa de sus teléfonos. Estas recomendaciones
son puro sentido común, y ayudarán a los diseñadores de teléfonos móviles a
crear productos que contribuyan a la seguridad en la carretera".
Una visión que ha sido criticada
por Gary Shapiro, consejero delegado de la Asociación de Consumidores de
Tecnología norteamericana (CTA, por sus siglas en inglés), afirmando que la
NHTSA no goza de potestad para introducirse en el desarrollo de los productos
de la industria tecnológica: "No tiene autoridad para dictar el diseño de
aplicaciones para smartphones y otros dispositivos que se utilizan en los
coches. Su jurisdicción legal comienza y termina con el equipamiento
relacionado con el motor del vehículo", concluyó.
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