Audi
alcanza la prueba de corrosión y envejecimiento (INKA) número 100 en
Ingolstadt.
Sylvia
Droll, Jefe de Ingeniería de Materiales de Audi: “Los ensayos de resistencia
ejemplifican nuestros altos requerimientos globales de calidad”.
Doce años
en sólo diecinueve semanas: Audi Quality Assurance ha realizado su test tipo
INKA número 100, en este caso con un Audi A4. El test de corrosión y
envejecimiento que se lleva a cabo en Ingolstadt es una de las más duras
pruebas que un vehículo tiene que superar en Audi, al simular los desafíos de
una vida de doce años de un coche en sólo diecinueve semanas. Audi Quality
Assurance utiliza este método para verificar la efectividad de la protección
anti-corrosión y durabilidad de los vehículos de la marca de los cuatro aros.
Con su
test tipo INKA número cien, Audi Quality Assurance ha completado hasta la fecha
un total de 322.500 horas de pruebas, ha recorrido más de un millón de
kilómetros y pasado por 2.800 ensayos en barro y 1.900 en medio salino. Sylvia
Droll, Jefe de Ingeniería de Materiales de Audi comenta: “Audi representa una
calidad superior de fabricación, alta calidad percibida de materiales y gran
fiabilidad, incluso muchos años después de que un coche es estrenado. El test INKA
es un instrumento esencial para valorar la calidad de nuestros modelos y para
optimizar aún más nuestros métodos de producción.”
El ensayo
de resistencia comprende cinco fases. Primeramente, el coche recibe una
‘niebla’ de agua salina en una cámara climática a 35 grados centígrados. A
continuación se expone a un clima tropical de hasta 50 grados y con una humedad
máxima del aire del cien por cien. En la tercera fase, 80 lámparas de alta
potencia, cada una con una intensidad de 1.200 vatios, calientan la carrocería
hasta un máximo de 90 grados centígrados. En el proceso, los materiales del
interior han de mantener su color y no deben quedar quebradizos.
La cuarta
fase simula condiciones invernales en el círculo polar. A 35 grados centígrados
bajo cero, una máquina con cuatro postes hidráulicos mueve el coche para
simular la torsión y tensión de la carrocería y los apoyos del motor que los
vehículos soportan al circular en carreteras muy bacheadas. En paralelo –la
fase cinco– los probadores conducen repetidamente los coches sobre pistas
especiales en las instalaciones de ensayo al aire libre. Se recorren un total
de 12.000 kilómetros con cada unidad, incluyendo las zonas de barro y con medio
salino. Al final del ensayo, los inspectores de calidad diseccionan enteramente
el coche en unos 600 componentes individuales, revisándolos en busca de
posibles puntos débiles.
Audi
Quality Assurance realizó el primer test INKA en 2002. El departamento de
Desarrollo Técnico ha estado realizando comprobaciones con similares métodos en
unidades pre-serie desde hace 40 años.
Consumo
de combustible de los modelos mencionados:
Audi A4:
Consumo
combinado en l/100 km: 6,7 – 3,7;
Emisiones
combinadas de CO2 en g/km: 154 ¬¬– 95
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