martes, 4 de noviembre de 2014

“QUIERO SER INGENIERO DE CARRERAS”



El año que viene comenzará la universidad y Álex Bisbal lo tiene decidido: quiere ser ingeniero de aerodinámica para poder diseñar vehículos o, al menos, formar parte del equipo de una gran escudería. Claro que una cosa es imaginar cómo es este mundo y otra vivirlo de cerca. Álex ha tenido la oportunidad de estar entre bastidores durante el último fin de semana de competición de la SEAT León Eurocup 2014. Su vocación, lejos de disminuir, se ha acrecentado.


“El mundo de los coches es una tradición en casa. Mi padre trabaja en SEAT, siempre hemos visto las carreras por la tele y de pequeño ya iba al circuito”. Tiene solo 16 años, pero Álex Bisbal hace mucho que lo tiene claro: quiere ser ingeniero de aerodinámica. “A mí lo que me gustaría es diseñar las formas del coche. Es una ciencia muy interesante que tiene repercusión en el mundo real”.

Durante el último fin de semana de competición en el Circuito de Barcelona-Catalunya, Álex, acompañado por su familia, tuvo la oportunidad de conocer de primera mano todo lo que rodea la alta competición. Lo primero que hizo fue acercarse al box de la piloto Laia Sanz y hablar con los ingenieros. ¿Qué velocidad máxima puede alcanzar un vehículo en Montmeló? El León Cup Racer puede llegar a unos 236 km/h al final de recta, le comentan.

Comienza la prueba y Álex la disfruta en el pit lane. El jefe de ingenieros de carrera de SEAT, Xavier Serra, que es también el responsable de Desarrollo Técnico de SEAT Sport, le explica  que “la importancia de la aerodinámica en un coche de carreras es vital. Estamos buscando siempre el equilibrio entre el máximo apoyo y la menor resistencia al avance”.

La prueba termina con la victoria de Pol Rosell. Álex vive entonces uno de los momentos más intensos de la jornada: estar en su box, subir al coche y ocupar el asiento del piloto. Tocar el vehículo, el volante, se convierte en una experiencia inolvidable. Y no alberga dudas: su sueño no es otro que “formar parte de un equipo de alguna escudería importante y trabajar con los pilotos. Aunque sea un simple técnico, el objetivo sería ese, estar en un equipo, sea el que sea y en la categoría que sea”.


Entre Álex y Pol surge de inmediato una enorme complicidad. Y es que el piloto sabe lo que es luchar por una vocación. Por eso se permite aconsejar al joven entusiasta: “Mi consejo es que estudie, que se prepare mucho. Aquí hay futuro y con esfuerzo puede llegar donde quiera”. De momento, la primera experiencia en alta competición ha sido como visitante. Quién sabe si, en un futuro, Álex Bisbal dará órdenes como ingeniero. Si es por ilusión, a él no le gana nadie.  

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