• Movilidad para las masas: el Doktorwagen, el Laubfrosch y el
Kadett preparan el camino.
• Del Lutzmann al Insignia: 120 años de fabricación de
automóviles en Rüsselsheim.
• El objetivo de la empresa hasta el día de hoy: Opel democratiza
la tecnología.
Opel es
uno de los fabricantes de automóviles de más larga tradición en el mundo. El
próximo año, la marca celebrará sus 120 años de automóviles. Atendiendo al
consejo de sus hijos Carl, Wilhelm y Friedrich, Sophie Opel decidió empezar a
producir automóviles en 1899, cuatro años después del fallecimiento del
fundador de la empresa, Adam Opel. Lo que comenzó en un garaje de Rüsselsheim
am Main con 65 “coches Opel a motor con patente Lutzmann” fabricados a mano es
hoy un fenómeno de masas que ha producido ya más 70 millones de vehículos. Opel
defendió desde el principio que la producción debía ser tan eficiente como
fuera posible para que los automóviles tuvieran un precio asequible. Por
ejemplo, Opel se convirtió en 1924 en el primer fabricante alemán que introdujo
la cadena de montaje en su fábrica, lo que contribuyó al éxito de ventas del
Opel 4/12 CV “Laubfrosch” y, posteriormente, de todas las variantes del Opel 4
CV, que se convirtió en un éxito de ventas. Ya en la década de 1930, la empresa
de Rüsselsheim producía vehículos económicos y de avanzada tecnología como el
Opel P4 y el Kadett (con carrocería autoportante). Los vehículos fabricados en
Alemania y la ingeniería alemana se convirtieron así en productos asequibles y
accesibles al gran público. Opel se mantuvo fiel a su impulso democratizador de
la movilidad cuando desarrolló su primer automóvil deportivo: el Opel GT, un
vehículo de ensueño que se comercializó en 1968 a un precio asequible.
La marca ha jugado un papel
fundamental en todos los segmentos del mercado con modelos como el Opel Kadett,
el Rekord o el Kapitän, que fueron protagonistas del período de reconstrucción
y el milagro económico alemán tras la Guerra Mundial. Luego vendrían modelos
como el Opel GT, el Manta y el Monza. En los años 80 y 90 del siglo XX, los
modelos Corsa, Astra y Zafira fueron auténticos superventas y se convirtieron
en símbolos de la reunificación del país. Tras la caída del Muro de Berlín y la
inauguración de la fábrica de Eisenach, la popularidad de Opel alcanzó niveles
sin precedentes. Entre 1992 y 1998 se produjeron 4,2 millones de vehículos de
la primera generación del Astra, lo que supuso un récord histórico para Opel.
En la actualidad, la empresa de Rüsselsheim mantiene una fuerte implantación en
la sociedad y sigue ofreciendo tecnologías que, por lo general, están
reservadas para vehículos más caros. Soluciones tan innovadoras como los faros
matriciales IntelliLux LED® del Astra (Coche del año en Europa en 2016) y el
Insignia, los asientos ergonómicos activos con certificado AGR (disponibles en
numerosos modelos) o la amplia gama de sistemas de asistencia para mejorar la
seguridad y el confort (en toda la gama) son características distintivas de
Opel.
Del Lutzmann al Doktorwagen:
los primeros años
A finales del siglo XIX, Opel
adquiere la fábrica de motores de Friedrich Lutzmann y se une así a otros
pioneros del automóvil como Daimler, Benz o Peugeot. En la primavera de 1899 se
empieza a fabricar en Rüsselsheim el primer “coche Opel a motor con patente
Lutzmann”. Dos años más tarde, un Lutzmann modificado se hace con la victoria
en la “carrera de montaña” Heidelberg-Königstuhl, por delante de “otros 16
vehículos de conocidos fabricantes alemanes”. La industria automovilística se
desarrolla a un ritmo vertiginoso. Los primeros modelos son descendientes
directos de los coches de caballos, pero en 1909 Opel presenta un pequeño
vehículo ultramoderno a un precio muy competitivo: el Opel 4/8 CV Doktorwagen,
que ya cuenta con un motor Opel de cuatro cilindros en línea. En la publicidad,
Opel asegura que es el vehículo ideal para “médicos, veterinarios y abogados”.
El Doktorwagen se comercializó a un precio que oscila entre 4.000 y 5.000
marcos, cuando otros vehículos de la época costaban unos 20.000 DM. Lejos de
ser un juguete para ricos y famosos, se convirtió en una solución de movilidad
para un amplio número de personas y en el vehículo perfecto para los médicos
rurales, de ahí el apodo de “Coche del Doctor”.
Del Laubfrosch al Kadett:
movilidad para las masas
En 1924, Friedrich (que
ocupaba el puesto de director de ingeniería) y su hermano Wilhelm introducen en
Opel la cadena de montaje, un método de producción que abarata los costes y que
Ford había utilizado por primera vez en 1913 en los Estados Unidos. Opel
siempre había seguido muy de cerca las novedades que venían de otros países.
Adam Opel se había sentido fascinado por la máquina de coser durante sus viajes
por Francia, y el sistema Darracq proporcionó un gran impulso a la fabricación
de automóviles en Rüsselsheim. Los hermanos Opel lanzaron entonces el innovador
4/12 CV “Laubfrosch”, un biplaza que alcanzaba una velocidad punta de 60 km/h
y, gracias a su producción en la cadena de montaje, tenía un precio de sólo
34.900 marcos de oro. Con la entrada en circulación del marco imperial
(Reichmark) ese mismo año, el “coche para todo el mundo” estaba disponible por
1.930 RM. Durante los años siguientes apareció toda una gama de vehículos
basados en la tecnología del Laubfrosch. En total, se fabricaron 119.484
automóviles Opel 4 CV hasta 1931.
Si estos revolucionarios
vehículos dominaron la década de 1920, el Kadett hará lo propio en la de 1930,
una época en la que la industria automovilística avanza a pasos agigantados. El
Kadett sustituye al popular Opel P4 y celebra su lanzamiento con una carrocería
autoportante de acero, suspensión delantera independiente, motor de cuatro
tiempos con cuatro cilindros y frenos hidráulicos de tambor. Su precio es muy
inferior al de sus directos competidores. En 1938 se comercializa el Opel
Kadett berlina a un precio de sólo 1.795 marcos.
La denominación Kadett regresa
en 1962 y Opel sube la apuesta aún más con el Kadett A. Mientras que muchos
competidores siguen utilizando un motor de dos tiempos o refrigerado por aire colocado en la parte
posterior, el nuevo Kadett destaca por el confort de un motor de cuatro
cilindros refrigerado por agua, una silenciosa caja de cambios de cuatro
velocidades y estilos de carrocería que van desde el coupé hasta el Caravan.
Del Olympia Rekord a los
modelos “KAD”: creciente prosperidad
La primera novedad de Opel
después de la guerra es el Olympia Rekord, un vehículo que anuncia una nueva
era con su carrocería monocasco y su parrilla cromada como la boca de un
tiburón. El diseño está inspirado en las grandes berlinas americanas y encaja a
la perfección en el milagro económico de la época, cuando presumir del éxito
personal vuelve a estar bien visto. Otro modelo que aparece en estos años es el
Olympia Rekord Caravan, un vehículo para el ocio de toda la familia. En 1954 se
presenta un nuevo Opel Kapitän, seguido por el Opel Rekord P2 en 1960. En 1963
se comercializa el Rekord A con frenos de disco y, poco tiempo después, con
motor de seis cilindros. Ya sea en versión coupé, familiar o berlina, el Rekord
es un vehículo de tamaño medio con el que inmediatamente se identifica la nueva
clase media de la joven República Federal Alemana. Opel produce 882.433 Rekord
A hasta 1965. Este éxito abre la puerta a los “tres grandes”, los modelos “KAD”
- Kapitän, Admiral y Diplomat -, que llegan al segmento de lujo en 1964. La
segunda generación de estos modelos KAD puede presumir de un confort de
conducción sin precedentes gracias al legendario eje trasero De Dion. Opel
introduce la columna de dirección de seguridad con el Rekord C en 1968. Estas
innovaciones contribuyen a aliviar los crecientes volúmenes de tráfico.
Del Opel GT al Calibra: el
nuevo carácter deportivo
En junio de 1964, Opel se
convierte en el primer fabricante europeo en abrir un auténtico y moderno
estudio de diseño. Sólo un año más tarde aparece el primer concept car de un
fabricante europeo, el Opel Experimental GT, presentado en el Salón del
Automóvil de Frankfurt en 1965. Apenas 36 meses después se pone a la venta el
Opel GT, toda una leyenda entre los vehículos deportivos, que tiene un precio
asequible gracias a la producción en serie y supone un nuevo éxito para la
marca de Rüsselsheim. La empresa mantiene la misma fórmula durante los años
siguientes. El Manta comparte tecnología con el Ascona cuando aparece en 1970,
mientras que el Calibra “toma prestada” la tecnología del Vectra a partir de
1989. El Calibra Turbo 4x4, que se sitúa en lo más alto de la gama del campeón
del mundo de la aerodinámica (con un Cx de 0,26), desarrolla 204 CV y ofrece
las mismas prestaciones que otros vehículos deportivos de más del doble de
precio.
Del Corsa al Ampera:
superventas y vanguardistas
En 1982, Opel causó un gran
impacto con un pequeño vehículo: el Corsa A, que completó la gama de la empresa
al situarse por debajo del Kadett. El Corsa fue toda una demostración de cómo
sacar el máximo partido a un tamaño reducido sin renunciar a la economía ni al
placer de conducir. Cada una de las cinco sucesivas generaciones del Corsa (del
A al E) ha supuesto un paso adelante en la democratización de la movilidad.
Hasta la fecha se han matriculado cerca de 14 millones de Corsa, de los cuales
más de 10,5 han salido de las líneas de producción de la planta de Zaragoza, y
el próximo año aparecerá la siguiente generación, que marcará un nuevo capítulo
en la historia del Corsa con una versión totalmente eléctrica.
Del mismo modo que el Corsa ha
marcado el segmento de los pequeños turismos, el Zafira con siete plazas ha
definido el de los monovolúmenes compactos desde 1999. Su característica más
destacada es la tercera fila de asientos que desaparece por completo bajo el
piso del maletero, mientras que los propietarios de modelos de la competencia
se ven obligados a retirar los pesados asientos adicionales y guardarlos en su
casa o en el garaje cuando necesitan más espacio en el maletero. Con una
longitud de 4,32 metros, el Zafira tiene sitio de sobra para siete personas.
Este monovolumen compacto también se puede convertir en un vehículo de
transporte en cuestión de segundos sin más que plegar los asientos de la
segunda y tercera fila, creando una zona de carga de 1,56 por 1,15 metros con
una capacidad total que llega a los 1.700 litros. El Zafira actual es otro
maestro de la metamorfosis, ya que se puede usar como transporte o como salón
sobre ruedas gracias al sistema de asientos Flex7®Plus.
Otro pionero sigue los pasos
del Corsa y el Zafira después de celebrar su estreno mundial en el Salón del
Automóvil de Ginebra de 2009: el Opel Ampera, un automóvil que redefine la
movilidad eléctrica. Elegido “European Car of The Year en 2012” su propulsión
es completamente eléctrica y cuenta con su propia fuente de energía a bordo,
con un motor de explosión que actúa como extendedor de la autonomía. Esto hace
que el Ampera sea tan independiente de las estaciones de carga como un turismo
convencional. Opel presenta la siguiente generación de automóviles eléctricos
en el Salón del Automóvil de París de 2016. El Ampera-e tiene una autonomía
completamente eléctrica según la normativa NEDC de 520 kilómetros gracias a su
batería de iones de litio de 60 kWh. Y el motor eléctrico de 204 CV/150 kW le
proporciona una aceleración similar a un automóvil deportivo. El próximo coche
eléctrico de Opel aparecerá el año que viene y la movilidad eléctrica recibirá
otro impulso con el Corsa-e, que llegará a las carreteras europeas.
Del Astra al Insignia: la
nueva eficiencia
En 2015, Opel descubre la
nueva “levedad del ser” con el lanzamiento de la generación actual del Astra,
un vehículo compacto que pesa hasta 200 kilos menos que su antecesor. La gama
de motores también sigue esta tendencia de la reducción del tamaño, con menos
cubicaje y el uso de turbocompresor, lo que da como resultado menores consumos
y mayor eficiencia. Por primera vez, el Astra se ofrece con un motor de
gasolina de inyección directa con tres cilindros y con sistema de iluminación
adaptativa matricial IntelliLux LED®, un avanzado sistema que convierte la
noche en día sin deslumbrar a otros conductores. ¡Toda una innovación en el
segmento compacto! El Astra convence por igual a clientes y expertos y es elegido
“European Car of The Year en 2016”.
El Insignia A de 2008 -
también premiado con el COTY de 2009 - se convierte en el primer Opel que puede
reconocer señales de tráfico, además de estar equipado con el sistema de
iluminación adaptativa inteligente AFL+. Al igual que el Astra, la segunda
generación del modelo estrella de Opel ha sido diseñado pensando en la
eficiencia. El nuevo Insignia es más ligero y económico, pero también mucho más
espacioso. Una de las características más destacadas de los modelos Insignia
GSi, Country Tourer, Grand Sport y Sports Tourer es la tracción adaptativa a
las cuatro ruedas con reparto vectorial del par motor, que puede acelerar las
ruedas traseras en una fracción de segundo cuando la situación lo requiere. El
Opel Insignia es el primer vehículo de un gran fabricante que ofrece esta
tecnología en el segmento de tamaño medio.
Del Mokka al Grandland X: el
fenómeno SUV
SUV (Sport Utility Vehicle –
Vehículos Recreacionales) es el término de moda en la industria automovilística.
Los clientes quieren ocupar una posición un poco más alta para tener mejor
vista y disfrutar más de sus viajes de larga distancia. Opel respondió muy
pronto a esta demanda con una oferta sin parangón en el segmento B: el elegante
Mokka, que se ofrece también con tracción a las cuatro ruedas y ha gozado de
gran popularidad desde el principio. En 2017, sus compañeros en la clase
compacta son el Crossland X y el Grandland X. Todos los miembros de la familia
X están disponibles con asientos ergonómicos certificados por AGR (Aktion
Gesunder Rücken eV - Asociación para las Espaldas Saludables). La ergonomía y
comodidad de sus asientos forma parte del ADN de Opel desde el principio - hace
120 años, el Opel Patentmotorwagen “Sistema Lutzmann” ya contaba orgulloso con
tapicería deportiva en cuero.
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