Vehículo eléctrico con un
sofisticado concepto aerodinámico: coeficiente Cx de 0.28
La resistencia aerodinámica es
un factor particularmente relevante a la hora de afrontar largos
desplazamientos
Por primera vez en un vehículo
de producción de volumen, espejos retrovisores virtuales como opción de alta
tecnología
Cuanto mejor es la aerodinámica de un vehículo eléctrico, más lejos puede
viajar. Y con un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0.28, el Audi
e-tron prototype presenta el mejor resultado en el segmento SUV. Esta cifra es
un factor decisivo a la hora de alcanzar una autonomía superior a los 400 km en
el ciclo WLTP. Los espejos retrovisores virtuales son una de las
características destacadas del concepto aerodinámico del vehículo totalmente
eléctrico del segmento premium.
El escenario: pruebas de
resistencia en el túnel de viento
Frente a las palas del
sigiloso rotor con un diámetro de alrededor de 5 metros, el Audi e-tron
prototype mira directamente al ojo del huracán. En el banco de pruebas de
aeroacústica del Centro del Túnel de Viento en Ingolstadt, el más silencioso
del mundo, los ingenieros de Audi optimizan la resistencia aerodinámica y el
ruido bajo condiciones extremas. Ambos son aspectos cruciales para la
eficiencia y el confort en un automóvil. Con una potencia de 2,6 megavatios, el
ventilador es capaz de reproducir corrientes de viento de hasta 300 km/h. El
Audi e-tron prototype ha sido sometido aquí a más de 1.000 horas de ensayos.
El resultado: un coeficiente
aerodinámico de 0.28. Los clientes se benefician directamente de esta cifra tan
baja, ya que contribuye decisivamente a la hora de superar los 400 km de
autonomía en el ciclo WLTP. Una centésima en la cifra del coeficiente
aerodinámico supone una autonomía de unos cinco kilómetros en condiciones de
conducción real.
Coeficiente aerodinámico:
clave en viajes de larga duración
En viajes largos, para los que
el Audi e-tron está preparado, la aerodinámica es clave de cara a la
resistencia al avance, más importante incluso que la resistencia a la rodadura
y que la inercia. La energía que el coche necesita para superar esa resistencia
es energía perdida. Por eso es tan importante contar con un buen coeficiente
aerodinámico. Sin embargo, en el tráfico urbano entran en juego otros factores
ya que un vehículo eléctrico puede recuperar gran parte de la energía utilizada
al frenar, lo que reduce la importancia de su peso total.
Para lograr un coeficiente
aerodinámico de 0.28, los ingenieros de Audi desarrollaron una amplia gama de
medidas para mejorar el flujo de aire en toda la carrocería. Algunas de estas
soluciones se aprecian a primera vista, mientras que otras cumplen su propósito
sin ser tan evidentes. Gracias a esta serie de medidas, el coeficiente
aerodinámico del Audi e-tron prototype se reduce en un valor de casi 0.07
respecto al de un vehículo comparable con un sistema de propulsión
convencional. Con un perfil de utilización típico, esto supone un aumento de la
autonomía de aproximadamente 35 km por cada carga de la batería en el ciclo
WLTP.
Soluciones inteligentes:
retrovisores virtuales y cavidades en los bajos
Los espejos retrovisores
exteriores virtuales son una primicia mundial en la versión de producción del
Audi e-tron prototype. Son mucho más estrechos que los retrovisores
convencionales, por lo que reducen la anchura del vehículo en 15 cm y, gracias
a sus formas, no sólo mejoran la resistencia aerodinámica, sino que también
disminuyen notablemente el ruido que produce el viento. Cada uno de sus
soportes planos integra una pequeña cámara. Las imágenes capturadas se
presentan en pantallas OLED situadas en la zona de transición entre el
salpicadero y las puertas. Los retrovisores virtuales pueden adaptarse a las
diferentes situaciones de conducción, lo que permite una potencial mejora de la
seguridad. En el sistema MMI se ofrecen tres vistas disponibles: para conducir
en carretera, para girar y para aparcar.
Otra característica destacada
es la suspensión neumática adaptativa de serie, con amortiguación ajustable. A
velocidades superiores a 120 km/h, baja la carrocería hasta en 26 mm respecto a
la posición normal, reduciendo así la resistencia aerodinámica. La parte
inferior del SUV completamente eléctrico está completamente carenada. Bajo la
célula del habitáculo, una placa de aluminio protege la batería de alto voltaje
contra daños que puedan provenir de la parte inferior, como los bordillos o
grava. Los puntos en los que esta placa se fija al chasis mediante tornillos
presentan unas cavidades similares a los hoyuelos de una pelota de golf, que
hacen que el flujo de aire sea mejor que en una superficie completamente plana.
La entrada de aire para la
refrigeración, situada tras la parrilla Singleframe, incluye unas lamas
controladas eléctricamente, que también mejoran la resistencia aerodinámica.
Cuando están cerradas, el aire en esa zona fluye prácticamente sin formar
torbellinos. Si los componentes de la transmisión necesitan refrigeración, o el
condensador del aire acondicionado requiere ventilación, se abre primero la
lama superior y posteriormente lo hacen ambas. Cuando los frenos hidráulicos
están sometidos a grandes esfuerzos, la entrada de aire se abre y libera los
conductos que canalizan el aire de refrigeración a los frenos de las ruedas
delanteras.
Las entradas de aire laterales
en el frontal del Audi e-tron prototype incorporan cuatro conductos de ventilación
adicionales, claramente visibles desde el exterior, que dirigen el flujo a los
pasos de rueda, en los que se encuentran las llantas de 19 pulgadas de serie,
optimizadas de cara a la aerodinámica. Su diseño es más plano que el de las
llantas convencionales, y están equipadas con neumáticos en formato 255/55 que
se caracterizan por su ultra baja resistencia a la rodadura. Incluso los
flancos de los neumáticos cuentan con un diseño aerodinámico, con el marcaje de
los mismos en negativo, en vez de en relieve.
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