El RACE, junto al resto de
clubes automovilísticos y asociaciones de consumidores europeos publica el
primer informe de sillas infantiles en 2017.
El volumen de sistemas de
retención evaluados han sido 42, aumentado en casi un 33% frente a años
anteriores.
Los modelos de sillas con
homologación I-Size destacan en la parte alta de la clasificación, y solo
existe uno con clasificación no acto por su tejido.
El RACE aconseja a los
usuarios que instalen siempre correctamente las sillas según las instrucciones
del fabricante y que las prueben con el niño y en el coche antes de comprarlas.
El RACE, junto con el resto de partners europeos, publica el primer informe de
evaluación de los sistemas de retención infantil del año 2017 en el que se
analiza, en condiciones más exigentes que las pruebas de homologación, la
seguridad, el manejo, la ergonomía y la presencia de sustancias peligrosas en
los tejidos de las sillitas. Entre este primer trabajo de 2017 se han analizado
42 modelos de sillas a la venta en el mercado, de los cuales, 24 de ellos se
han clasificados con una nota de Satisfactoria y 13 con Aceptable. En la parte
baja de la tabla, ocho sillas no han conseguido superar los niveles mínimos de
calidad exigidos, con tres modelos que han obtenido la calificación de
"insatisfactorio" y cinco con "Muy insatisfactorio".
En una nueva edición, y ya
son 16 años trabajando en este informe, el RACE participa en el estudio europeo
en el que se analiza la seguridad de la silla, con impactos frontales y
laterales; se estudia el manejo y la instalación, sobre todo los posibles
fallos en la colocación del sistema con seguridad; se analiza la ergonomía y la
comodidad para el niño; y por último, la presencia de sustancias peligrosas en
los tejidos de las sillitas. Además, desde el año 2015, los clubes
automovilísticos someten los productos a test de seguridad y uso más exigentes.
Ahora, los requisitos que se exigen para obtener buenos resultados en el test
son más duros, con pruebas de impacto frontal con nuevos dummies y nuevos
sensores (abdominales en el Q3) que permiten una mejora en la identificación de
lesiones. Para los resultados, se tiene en cuenta la normativa I-SIze ECE R 129
y las nuevas condiciones de pruebas según EuroNCAP, y se han reformulado las
pruebas de manejo y ergonomía. En cuanto a las pruebas de sustancias
contaminantes y contaminantes se han tomado en cuenta las normas más actuales
para juguetes y textiles.
Por lo tanto, con el
endurecimiento de los criteros de análisis, no se pueden comparar los
resultados obtenidos antes y después de 2015, ya que a partir de este segundo
año los resultados responden a parámetros diferentes.
Los sistemas i-Size
obtienen, una vez más, los mejores resultados del test europeo
La principal novedad de este
primer informe 2017 es el mayor número de sistemas de retención infantiles
analizados, con un aumento del 30% respecto al número de sillas analizadas en
ediciones anteriores. Además, en este test se han evaluado 13 modelos
homologados con la normativa ECE R-129 (i-Size), donde todos los modelos, a
excepción de uno, han superado los niveles de calidad exigidos, y en su mayoría
con la calificación de "Satisfactoria". La única silla i-Size que no
ha pasado los niveles de recomendación de los clubes ha sido debido a las
pruebas de presencia de sustancias tóxicas presentes en los tejidos, no a la
seguridad de las pruebas de impacto.
Las buenas clasificaciones
en las sillas homologadas bajo la norma i-Size demuestran la mejora de la
seguridad respecto a los modelos comercializados con la homologación R44/04,
sobre todo en una mayor protección frente al impacto lateral. Por su parte, los
usuarios que quieran adquirir una silla con homologación i-Size deben tener en
cuenta una serie de especificaciones, como por ejemplo, que el vehículo donde
se vaya a instalar lleve un tercer punto de anclaje para su instalación
mediante el Top tether, o que el vehículo esté adaptado para colocar la silla
con una pata de apoyo.
¿Qué diferencia existe entre
una silla i-Size respecto a la norma anterior?
Las sillas comercializadas
bajo i-Size tienen unas características especiales. En primer lugar, deben
superar una prueba de impacto lateral; además el rango de la silla se mide según
la altura del niño (dejando los percentiles de peso y edad), por lo que
desaparece la clasificación de grupos como la hemos entendido hasta ahora
(grupo 0+, I...). Por último, los niños de al menos hasta 15 meses deben ir en
contra dirección de la marcha. Esta nueva homologación I-Size no afecta a los
padres con sillas de ECE -R44, ya que todavía no está prevista la desaparición
de las sillas de esta normativa. Por lo tanto, aquellos que necesiten adquirir
una silla pueden optar entre los modelos de las dos homologaciones.
Entre las recomendaciones
del RACE a la hora de comprar una silla, verifique que el vehículo está
adaptado y homologado para el uso de la silla según su norma. Una vez
comprobado este punto, lo siguiente es buscar el modelo que mejor se adapte a
la altura del pequeño, teniendo en cuenta el sentido de la marcha. Nuestra
recomendación es que se lleve al niño al menos hasta los 105 centímetros de
altura, los 18 kilos de peso y nunca con menos de dos años de edad.
A la hora de elegir la silla,
también debe comprobar su facilidad del manejo, ya sea mediante su instalación
mediante los anclajes Isofix del vehículo, o a través de su fijación a través
de los cinturones de seguridad del coche. Verifique que la silla está instalada
correctamente, solicitando incluso la ayuda del vendedor para una desmostración
de su instalación, o en caso de duda, acudiendo al fabricante. La correcta
sujeción de la silla al vehículo, y del niño a la silla, aumentará la seguridad
en caso de frenazo brusco o impacto.
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