La extraordinaria calidad de
Porsche está en todos los detalles. Esta claridad se ve continuamente en el
interior del vehículo, y lo mejor es que no se trata de algo demasiado
llamativo. Con la "combinación de colores", la calidad corporativa de
Porsche garantiza al cliente una satisfacción total a través de un intenso
contacto con tonos y materiales. "Más de 600 componentes visibles deben
ser coordinados en un esquema de color unificado", comenta Frank Moser,
Vicepresidente de Calidad Corporativa en Porsche AG. "Como nuestros coches
tienen una gran individualización, el proceso es muy complicado". Por
ejemplo, el interior del nuevo Porsche Panamera se puede pedir en cinco tonos
de color únicos y en otros cinco más con dos tonalidades combinadas. En la
práctica eso significa que todo, desde la moqueta hasta el habitáculo completo
y el techo interior, son del mismo estilo de color y compatibles con cada
situación de iluminación.
Los colores del interior están
definidos por los diseñadores de estilo. El siguiente paso es crear una muestra
base de color que se utiliza para evaluar pieles, pinturas, plásticos,
películas, tejidos, moquetas e hilos. El reto consiste en elegir exactamente la
tonalidad de color adecuada para que no desentone. El resultado sólo puede considerarse
perfecto cuando cada pieza instalada en el habitáculo produce un dibujo
uniforme en combinación con todos los demás componentes visibles de la misma
tonalidad de color.
Los matices más finos en el
color o en las variaciones del nivel de brillo de una superficie determinan la
armonía completa. "Incluso desviaciones mínimas son percibidas por el ojo
humano, creando un mosaico visual", dice Simone Fett, responsable de
combinaciones de color para el interior, que trabaja con su equipo para crear ese
sentimiento de satisfacción en el habitáculo de todos los modelos. La
combinación de colores se basa en los altos estándares de calidad de Porsche.
El objetivo de encajar los colores es asegurar que las piezas compradas para la
producción de los vehículos no tengan diferencias entre ellas y, por ejemplo,
el interior en tono Marsala encaje de forma armónica en el nuevo Porsche
Panamera.
Los ajustes más precisos se
realizan en una cabina de iluminación especial. "El camino comienza 18
meses antes de iniciarse la producción", explica Fett, ingeniero química.
Ella muestra varios componentes en una fase temprana, que van del blanco al
violeta, pero que no se corresponden en absoluto con el rojo maestro. Cinco
factores juegan un papel importante en la fabricación de componentes: el
material, las herramientas, el proceso, los parámetros de los procesos y las
mezclas de pigmento del color. Cada tonalidad se desarrolla utilizando
diferentes formulaciones de pigmentos. Sin embargo, cada una de dichas fórmulas
reacciona de manera ligeramente distinta dependiendo del material o el proceso,
lo que significa que el tono de color de la pieza acabada puede desviarse de
las especificaciones. En el interior del nuevo Panamera se usan unos 40
materiales diferentes, y más de 70 proveedores están involucrados en el proceso
de encaje de colores para las piezas compradas. "Encontrar el camino hacia
un color correcto es un proceso interactivo", explica la experta Simone
Fett. "Es como un gran rompecabezas. Gradualmente, el habitáculo se
transforma de un color no armonioso a un diseño homogéneo. Eso requiere un alto
grado de precisión y prestar mucha atención a los detalles".
Antes de que un nuevo color
interior pueda pasar a la producción en serie tienen lugar cuatro exámenes. Todos
los 600 componentes visibles se instalan entonces en una carrocería en blanco.
Cuando los componentes se colocan de esa forma, uno junto a otro, no puede
haber ninguna diferencia clara. Las desviaciones se registran metrológicamente
usando un espectrofotómetro. Por ejemplo, puede ser que el color Marsala que
queremos, contenga la correcta cantidad de rojo, pero demasiado azul, y quede
un poco oscuro. Además, la superficie brillante se registra con un
reflectómetro. Los valores calculados se utilizan para hacer cualquier
corrección necesaria. El siguiente examen de color verá de nuevo todas estas
pruebas, y se elegirá el tono ideal o al menos el que sea muy parecido al
especificado. Al medir el color, el valor de reflexión espectral se identifica
empleando un sistema de color estandarizado. Entonces, cada tono es definido de
forma única con un modelo esférico tridimensional.
Una característica física
especial es el metamerismo: las propiedades específicas del color de los
pigmentos en diferentes condiciones de luz. Esto significa que un componente
que se corresponde exactamente con el color Marsala a la luz del día puede
mostrar desviaciones de color considerables en la luz artificial de un garaje.
Por tanto, los pigmentos deben mezclarse de tal forma que siempre tengan una
tonalidad uniforme en tres situaciones estándar de luz. "Podemos cambiar
entre estos colores de luz en el estudio con sólo tocar un botón, para juzgar
el efecto que se produce en cada situación", detalla Simone Fett.
A pesar de toda la complejidad
de la tecnología de medición de altísima precisión que se utiliza, al final es
el ojo humano el que decide sobre el efecto de un color que armonice en el
habitáculo. El objetivo de esa armonización del color se consigue cuando se
crea una sensación de satisfacción general en el interior del Porsche.
Sin embargo, el departamento
especializado en encajar los colores del interior no sólo aporta conocimientos
tecnológicos sobre materiales, químicos, colores y técnicas de fabricación
dentro del proceso de calidad para los propósitos de preparar la producción en
serie; además, también se involucra en una fase temprana en pruebas de
viabilidad de los nuevos tonos y materiales que provienen del Porsche Design
Studio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.