El mercado de vehículos de ocasión
está en pleno auge y son muchos los conductores que, por diversos motivos,
aprovechan la situación para cambiar de coche. Pero ¿En qué se debe uno fijar
cuando compra un automóvil seminuevo?, ¿Qué derechos se tiene como comprador?,
¿Le protege la ley?
El mercado español de vehículos de
ocasión está viviendo una suerte de apogeo coincidiendo con la época de crisis
en la que nos hemos visto inmersos y que ha hecho que prestemos más atención a
ciertos objetos usados que siguen conservando toda su funcionalidad y que,
además, nos hacen ahorrarnos un dinero que viene muy bien. Estamos hablando del
coche de segunda mano.
Ante este panorama, son muchos los
negocios que han florecido, pero también la picaresca, generando en algunos
casos una falta de confianza ante la ausencia de garantías y, en algunos casos,
cierta complejidad en el marco legal en el que se amparan. Pero afortunadamente
no todo es así, y también existen empresas profesionales de la compraventa de
seminuevos que ofrecen todas las garantías y confianza al cliente que quiere
comprar un coche de segunda mano, lo que hace que las ventas de las ventas de
vehículos de ocasión sigan aumentando año tras año y que la relación de ventas
de vehículos usados frente a nuevos se sitúe cercana al 2 a 1.
Con todo esto, y con la
colaboración de profesionales expertos en venta de vehículos de ocasión como
CarPlus, aquí va una guía básica de compra de coches de segunda mano con
ciertos aspectos esenciales que se deben tener en cuenta para que la
adquisición y todo el proceso de compraventa sea totalmente satisfactorio.
1. ¿Qué coche necesito?
Las necesidades de cada uno son
primordiales a la hora de escoger un coche, por lo que se tiene que plantear
para qué se necesita un nuevo vehículo: urbano, aventurero, largos viajes, número
de ocupantes, mucho o poco equipaje, potencia, consumo, equipamiento…
2. ¿Qué presupuesto tengo?
Es aconsejable informarse
previamente acerca de los modelos que se prefieran y del rango de precios en
los que se mueve un seminuevo con las características que se buscan y, a partir
de ahí, establecer un presupuesto razonable que permita barajar varias
opciones.
3. ¿Dónde compro el coche?
Ésta es una de las grandes
decisiones previas a la compra: determinar si comprar el coche a un particular
o en un concesionario especializado. Un particular puede ser algo más barato
(debido principalmente a la no inclusión de IVA), pero el comprador deberá ser
más experto a la hora de examinar y valorar el coche, puesto que la garantía en
una transacción de este tipo se rebaja únicamente a 'cargas o defectos ocultos'
que, además, se tendrán que demostrar previa denuncia (ya que el vendedor no
está obligado a firmar garantía) y sólo durante los 6 meses siguientes a la
compra. Sin embargo, en un concesionario de segunda mano, se cuenta con
expertos que aconsejarán sobre el automóvil que más convenga, enseñarán varias
opciones y garantizarán la compra como mínimo un año por ley, en el que estarán
obligados a reparar, sustituir o rebajar el precio del vehículo en caso de avería
o desperfecto.
4. ¿Qué cosas miro en el coche?
Muchas veces las primeras
impresiones son las que cuentan, por lo que el aspecto visual del coche, lo
cuidado que esté, los signos de desgaste normal y lo que diga el sentido común
es muy válido. No obstante, no está de más tener en cuenta ciertos aspectos a
los que dedicar un poco más de atención:
General: aspecto general del
vehículo, primera impresión y sensaciones.
Exterior: revisión que incluya el
estado de la pintura, abolladuras, indicios de óxido, soldaduras extrañas,
piezas más nuevas que otras o de diferente textura, elementos que no son de
serie como llantas, alerones, etc.
Interior: comprobar el desgaste
habitual del coche en volante, pomo de la palanca de cambios, pedales, estado
de los mandos, rayones en el salpicadero, desgaste de la tapicería, cinturón de
seguridad, olores a humedad o combustible…
Mecánica y electricidad: es la
parte más complicada para un profano en la materia, pero se puede comprobar que
todas las luces y mandos eléctricos (como elevalunas, aire acondicionado,
cierre centralizado, automatismos, etc.) funcionen correctamente, y que las
partes visibles del motor estén limpias sin fugas, neumáticos, frenos,
amortiguadores…
Papeles: es importante comprobar
que tiene todos los papeles en regla y que éstos coinciden con la matrícula y
el número de bastidor, así como que los kilómetros que marca en cada una de las
revisiones e ITV siguen una línea creciente, que el coche no tiene cargas de
multas o impuestos sin pagar y que todos los elementos extras están
correctamente homologados.
Se debe tener en cuenta que los
concesionarios ofrecen un completo historial del vehículo, así como
certificaciones de kilometraje, revisiones, etc. Además, se puede preguntar al
vendedor sobre todas las cuestiones que preocupen o levanten curiosidad.
5. ¿Puedo probar el coche?
Por supuesto. Se debe solicitar una
prueba del vehículo de segunda mano para comprobar que es lo que se quiere, que
resulta cómodo y poder detectar posibles defectos que en parado no se ven.
Escuchar los sonidos de arranque y ralentí. Acelerar y darse una vuelta para
comprobar respuesta del motor, cambio de marchas, dirección, amortiguadores y
frenos. Escuchar el sonido en marcha con ventanas cerradas y abiertas. Un
pequeño recorrido por un tramo combinado de ciudad y de vía rápida o autopista
dirán muchas cosas acerca del funcionamiento y confort del coche.
6. ¿Cómo pago el vehículo de
ocasión?
Generalmente, los concesionarios
aceptan casi cualquier tipo de pago, incluso en efectivo hasta 2.500 €, que es
lo que marca la ley. Del mismo modo, se encargan de todo el papeleo asociado
como es el contrato de compraventa, cambio de titularidad en la DGT e impuestos
con hacienda. Con todo esto, es posible que el coche tenga algún defecto oculto
que, al haberlo comprado en un concesionario especializado, cubrirá la garantía,
pero no estaría de más leerla con detenimiento y preguntar al vendedor
cualquier duda.
7. ¡A disfrutar!
Una vez comprado el coche, sólo
queda disfrutar. Es cierto que algunas veces existen averías imprevistas que
únicamente responden a las vicisitudes del azar, pero la mayoría de las veces,
un coche de segunda mano es un coche de sobra probado, bien cuidado y revisado
que está listo para conducir y ofrecerte toda clase de satisfacciones. Además,
como hemos visto, en concesionarios especializados en el mercado de ocasión
como CarPlus, se tienen todas las garantías y comodidades para que comprar un
vehículo seminuevo sea una experiencia única y plenamente gratificante.
¡Saldrás rodando!
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