Más del 98% de los conductores
afirman no haber suspendido nunca un examen psicotécnico y un 9% reconocen
haber obtenido el “Apto” prácticamente sin hacerlo.
Además, casi 1 millón de
automovilistas con deficiencias psicofísicas aseguran no haber visto reflejado
su problema en el informe final.
En general, los conductores piden
más rigor: 13 millones de automovilistas exigen más controles a la
Administración sobre las aptitudes de los conductores, especialmente sobre los
mayores de 65 años, para quienes reclaman que los reconocimientos sean anuales.
Sin embargo, en un estudio empírico
realizado por la Fundación Línea Directa en varios centros psicotécnicos, el
10% de los conductores de más de 65 años fueron “No Aptos” y casi el 70% tuvo
algún tipo de restricción.
Es un hecho: los españoles desconfían
de los mayores de 65 años cuando se ponen al volante. No en vano, 860.000
conductores son partidarios de retirarles el carné automáticamente a esa edad,
2,8 millones les prohibiría la conducción nocturna y 4,4 millones retiraría el
carné a sus propios familiares.
A pesar de los prejuicios que aún
hay en la sociedad y de sus propias limitaciones, los conductores mayores de 65
años demuestran ser los más seguros. De hecho, registran 4 veces menos
accidentalidad que los menores de 25 años y menos de la mitad que los
automovilistas de 35 a 44 años.
Las razones: respetan más los
límites de velocidad, no son tan agresivos en la conducción y aceptan mejor sus
limitaciones, lo que les hace recorrer menos kilómetros y conducir más por el
día.
No obstante, el riesgo de morir
cuando conducen en caso de accidente multiplica por 2,5 al del resto de
conductores y la probabilidad de resultar herido grave es un 9% más alta que la
de los demás automovilistas.
Todos hemos vivido la situación. Un
coche antiguo que circula más lento que el resto y que recibe las reprimendas
de los demás conductores. Al adelantarlo, las frases de rigor: “qué peligro
tienen los mayores”, “no están ya para conducir” o “siempre causando atascos”.
Pero… ¿Son realmente tan peligrosos los mayores de 65 años cuando se ponen al
volante o es un prejuicio injustificado del resto de automovilistas? La
cuestión no es intrascendente, teniendo en cuenta el gran cambio demográfico
experimentado por España en las últimas décadas. No en vano, actualmente el 18%
de la población de nuestro país es mayor de 65 años; un porcentaje que se
elevará hasta más del 30% en 2050.
Por eso, el estudio “Mayores de 65
años al volante: ¿peligro real o mito social?”, presentado hoy en Madrid por la
Fundación Línea Directa y realizado en colaboración con FESVIAL y Centro
Zaragoza, trata de analizar a fondo los principales problemas que plantea la
conducción en los mayores de 65 años.
La principal conclusión del
informe, que analiza todos los accidentes e infracciones registrados entre 2009
y 2014 por grupos de edad, es tajante: los conductores mayores son mucho
mejores automovilistas de lo que pensamos. De hecho, registran 4 veces menos
accidentalidad que los jóvenes menores de 25 años y menos de la mitad que los
conductores de 35 a 44 años. ¿Las razones? Respetan más los límites de
velocidad, no son agresivos en la conducción y aceptan mucho mejor sus propias
limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo), lo que, entre otras cosas, les
hace recorrer menos kilómetros y conducir menos por la noche.
Sin embargo, no todo son buenas
noticias para este colectivo, ya que, en caso de accidente, la mortalidad y la
lesividad grave de los conductores más veteranos son muy superiores a la media.
De hecho, la mortalidad de los mayores de 65 años multiplica por 2,5 la del
resto de conductores y tienen un 9% más de probabilidades de resultar heridos
graves tras una colisión. Los motivos son claros: mayor debilidad física y la
propia naturaleza de su accidentalidad, generalmente golpes más severos.
Además, la tendencia no parece
favorecerles, ya que mientras que el número de conductores muertos en accidente
de tráfico entre 2009 y 2014 se redujo en un 62% entre el colectivo de 25 a 34
años y en un 67% en los menores de 25 años, el número de mayores de 65 años
muertos en accidente de tráfico se mantuvo estable, aumentando un 5% en el
mismo periodo.
El gran problema: cuando son
peatones
Además de analizar la
accidentalidad registrada en España por cada grupo de edad, la Fundación Línea
Directa ha estudiado la mortalidad por tipo de usuario. Su principal conclusión
es llamativa, ya que mientras que los mayores de 65 años sólo representan el
15% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico entre 2009 y 2014,
sin embargo, representan más de la mitad de los peatones muertos (52%) en ese
mismos periodo.
Como pasajeros también constituyen
un grupo de riesgo, ya que suponen un 22% del total de pasajeros fallecidos en
accidente de tráfico durante los últimos 5 años, una cifra que únicamente
superan los menores de 25 años, con un 31%.
Dónde y cómo se accidentan los
mayores
La Fundación Línea Directa también
ha elaborado una radiografía con los accidentes más habituales que sufren los
mayores de 65 años. En este sentido, los incidentes de estos automovilistas
suelen producirse con turismos (73%), en carreteras convencionales (44,7%) y
con coches más envejecidos (más de 10 años) que la media. En cuanto al género,
los hombres presentan el doble de accidentalidad que las mujeres, una constante
que parece habitual independientemente de la edad de los conductores.
En cuanto a las maniobras, las
intersecciones, las incorporaciones y los giros a la izquierda suelen ser más
críticas para los mayores. Respecto a la temporalidad, los viernes, el mes de
julio y la franja horaria que va desde las 10 a las 14 horas, son los momentos
con más riesgo para estos automovilistas.
Asimismo, la Fundación Línea
Directa ha realizado un mapa en el que compara
la accidentalidad general de cada Comunidad Autónoma con la de los
mayores de los 65 años en ese mismo territorio. En este sentido, Galicia,
Castilla y León y Comunidad Valenciana son los territorios donde,
comparativamente, los mayores superan ampliamente la accidentalidad del resto
de conductores. En el extremo opuesto se encuentran Madrid y Andalucía, donde
los mayores de 65 años tienen menor proporción de accidentes que los demás
automovilistas.
¿Qué opinan los españoles de los
mayores cuando conducen?
La Fundación Línea Directa también
ha querido testar la opinión de los españoles sobre la conducción en los
mayores de 65 años, para lo que ha realizado 1.700 entrevistas por toda la
geografía nacional. Las conclusiones son rotundas: los españoles siguen
demostrando una gran desconfianza hacia los automovilistas más veteranos. De
hecho, casi 10,4 millones aseguran haber vivido situaciones de riesgo en la
carretera que atribuyen a los mayores y casi 8 millones los califican de
“peligrosos”. De hecho, 4,4 millones de personas retirarían el carné a sus
propios familiares mayores.
Quizás por todo ello, muchos
conductores serían partidarios de endurecer la normativa vigente: 860.000
automovilistas (3,3%) retirarían automáticamente el carné a los 65 años, 2,8
millones prohibiría a los mayores conducir por la noche y casi 19 millones les
obligaría a hacer exámenes psicotécnicos anuales.
¿Son los exámenes psicotécnicos
efectivos?
El estudio también ha servido para
constatar que los conductores españoles desconfían de los exámenes
psicotécnicos actuales como medio de testar las aptitudes psicofísicas de los
automovilistas, ya que 13 millones de conductores exigen “más controles” a la
Administración y casi el 60% de los encuestados piensa que los exámenes
psicotécnicos son “poco rigurosos”.
En este sentido, el 98% de los
conductores afirman no haber suspendido nunca uno y 2,4 millones reconocen
haber obtenido el “Apto” sin prácticamente hacerlo. Además, casi 1 millón de
automovilistas con deficiencias psicofísicas aseguran no haber visto reflejado
su limitación en el informe final. Por todo ello, los conductores españoles lo
tienen claro, ya que el 56% de los encuestados preferiría que fuese el médico
de cabecera quien tuviese la potestad de revocar el carné de conducir por
causas psicofísicas.
Sin embargo, con el propósito de
comprobar la eficacia de estos exámenes, la Fundación Línea Directa ha recabado
información sobre 500 pruebas psicotécnicas realizada en 4 centros de
reconocimiento a conductores mayores y menores de 65 años aplicando la
normativa vigente. Los resultados fueron interesantes, ya que el 10,5% de los
conductores mayores de 65 años resultaron “No Aptos” para conducir y casi el
70% tuvieron algún tipo de restricción, lo que apunta a que estas pruebas
ayudan, en alguna medida, a tener un control efectivo en los conductores.
Ficha metodológica
Para la realización del informe se
han analizado, en colaboración con FESVIAL y Centro Zaragoza, los accidentes de
105.000 conductores de más de 65 años entre 2009-2014 y más de 1,8 millones de
infracciones por grupo de edad y tipología de infracción. Para dibujar el mapa
por Comunidades Autónomas de la accidentalidad de los conductores mayores de 65
años, se ha analizado su comportamiento comparándolo con el total de
conductores por cada comunidad. Para la elaboración del sondeo de opinión se ha
realizado, en colaboración con MDK, una encuesta a 1.700 conductores mayores de
18 años con carné de conducir y seguro de automóvil. La encuesta arroja un
error muestral de +/- 2,38%. Además, se han realizado casi 500 pruebas
psicotécnicas a mayores de 65 años y a menores de 65 años con un error muestral
a nivel nacional del 4,51% en 4 centros de reconocimiento médico a conductores
de la Comunidad Valenciana.
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