El piloto escocés, ganador de 27 Grandes Premios,
considera Alemania como el mejor de toda su carrera: muñeca derecha rota e
inmovilizada dentro de una férula de plástico, niebla y la inundación del
trazado…
Es la segunda de las 10 historias inspiradoras que
forman la preselección de la nueva campaña de Dunlop: Great Fightbacks
Los fans del motor de toda Europa deciden con su voto
cuál es la mejor hazaña de la historia del motorsport
Madrid, 2 de febrero de 2016. La campaña Great
Fightbacks de Dunlop revela las 10 hazañas más grandes de la historia del
motorsport donde los pilotos protagonistas demuestran perseverancia,
determinación y compromiso para volver a la cima.
Los fans del deporte de motor de toda Europa tienen la
oportunidad de votar su historia favorita enwww.greatfightbacks.com/es desde el
21 de enero de 2016 hasta el 29 de febrero. Además, podrán opinar y debatir en
redes sociales a través del hashtag #GreatFightBacks. Durante las próximas
semanas, Dunlop irá desvelando las diez historias por orden cronológico y
animará a los aficionados del deporte de motor a que elijan cuál es su historia
de superación favorita.
A continuación el relato de la hazaña de Jackie
Stewart contada por Paul Fearnley:
Stewart, un maestro bajo el diluvio universal
Gran Premio de Alemania (1968)
Aunque con el tiempo llegaría a ganar 27 Grandes
Premios, el piloto escocés reconoce que el cuarto sigue siendo, a día de hoy,
el mejor de todos.
El estandarte de la lucha por la seguridad, con su
muñeca derecha rota e inmovilizada dentro de una férula de plástico, no estaba
dispuesto a aventurarse a dar una vuelta a un circuito de Nürburgring envuelto
en niebla e inundado por la lluvia. No veía ninguna razón para arriesgar su coche
y a sí mismo a pocas horas de celebrarse la carrera, y esperaba que su jefe de
equipo estuviera de acuerdo con él. Sin embargo, el bueno del "Tío
Ken" Tyrrell no quería oír nada al respecto.
Jackie Stewart se refiere a este período de su carrera
como "el cohete": emocionante, pero peligroso y difícil de controlar.
El fatal accidente de Jim Clark en abril había eliminado parte de la ilusión y
la magia, y el que posteriormente sufrió Stewart (también con un Fórmula 2) en
el Jarama ese mismo mes, reafirmaba una vez más que él podría haber corrido la
misma suerte.
En mayo, la muerte en Indianápolis de Mike Spence, su
ex compañero en el equipo BRM, supuso otro aliciente para pensar en otro modo
de vida. Habiéndose perdido los Grandes Premios de España y Mónaco, un
resentido Stewart volvía a la refriega de la Fórmula 1 en Spa, escenario de su
accidente bajo un diluvio universal dos años atrás. No lograba la victoria
desde entonces (ni se equipaba con Dunlop) y, en esta ocasión, su Matra
MS10-Ford corría escaso de gasolina y caía hasta la cuarta posición en la
última vuelta.
La frustración le duró solo quince días. A pesar de
perderse la muy pasada por agua sesión de prácticas del sábado en Zandyoort
para que su brazo hinchado pudiera recuperarse, Stewart se aseguraba una
excelente victoria sobre lluvia con el compuesto 970 de Dunlop, con una banda
de rodadura que se beneficiaba de su amplio y fabricado a mano canal de drenaje
central.
En plena guerra de neumáticos, el último compuesto de
Firestone ganó la siguiente batalla sobre mojado en el circuito francés de
Rouen, carrera marcada por la muerte del piloto de Honda Jo Schlesser, envuelto
en una bola de fuego, y en la que Stewart fue el mejor posicionado de los
equipados con Dunlop.
Firestone volvió a ganar en Brands Hatch, donde un
destrozado Stewart tuvo que ser levantado de la cabina después de terminar
sexto. El esfuerzo físico adicional sufrido en su muñeca por una pista seca y
llena de baches, ponía en duda su participación en el GP de Alemania. Por si acaso,
su potencial sustituto Johnny Servoz-Gavin se pasó días a los mandos de un
Matra 530, aprendiéndose los 22 kilómetros de Nürburgring.
Stewart voló a Alemania en el Piper Aztec de Graham
Hill el jueves y, como de costumbre, visitó a un médico local para que cortara
su escayola, cubriera su antebrazo de vaselina y le pusiera una férula de
plástico.
El viernes y el sábado se dedicaron sobre todo a
resguardarse de la lluvia. Las condiciones eran tan malas que se organizaron
tres horas de práctica adicionales para el domingo por la mañana, donde todavía
llovió un poco más.
Stewart reconoce que la decisión de Tyrrell de
enviarle fuera fue totalmente acertada. La confianza ganada al establecer el
tiempo más rápido de la sesión (22 segundos de diferencia) y cometer algún
riesgo extra para su fotográfica memoria le hizo sentirse mejor mentalmente.
Mientras tanto, su coche era inferior en amortiguador
y dirección, algo que Stewart sentía mejor cuando las ruedas delanteras se
bloqueaban con el añadido de un alerón trasero que, si bien no era tan grande
ni tan evolucionado como otros, se manejaba bien en esas condiciones. Cuando se
quitó su Rolex y se lo dio a Tyrrell, un ritual previo a la carrera nacido de
la seguridad y perfeccionado para darle un punto de marketing, Ken le dijo:
"Está claro que no te pagan lo suficiente".
Programada para las 2 de la tarde, la carrera comenzó
con 50 minutos de retraso, y únicamente porque la decisión de Cooper de
calentar unos motores preocupantemente fríos provocó una reacción Pavloviana en
la parrilla de salida. Irónicamente, un nuevo e innecesario retraso causó el
sobrecalentamiento de algunos. Stewart, cuyo tiempo de la mañana le colocó
sexto en la parrilla, se desvió hacia el muro de hormigón para bordear el
vacilante Ferrari del dueño de la pole, Jacky Ickx y llegar a la primera curva
detrás del Lotus de Hill y del compañero de equipo de Ickx, Chris Amon.
Sin luces traseras de alta intensidad que le
permitieran identificar a su próximo objetivo, Stewart se consolaba con la idea
de que cualquier bloqueo de frenos venidero serviría para atenuar la incesante
lluvia. Buscando y esforzándose por encontrar algún indicio visual, sintió los
neumáticos del Ferrari arqueándose profundamente y, con un innegable elemento
de esperanza, se lanzó a por la segunda posición cerca del Puente Adenau.
Hill fue alcanzado de forma similar justo antes de que
alcanzaran la larga y ondulante recta de meta. Al final de la misma, Stewart ya
iba 10 segundos por delante. En la segunda vuelta aumentó la distancia a 24
segundos.
Negándose a abandonar su ritmo y para aumentar la
ventaja obtenida gracias a los surcos extra grandes de sus neumáticos,
estableció la vuelta rápida justo antes de perder el control en la vuelta 10
(de 14). Después de aquello, un escarmentado Stewart se convenció a sí mismo de
que tenía que ser más precavido.
Su margen de ventaja fue superior a los 4 minutos,
pero el sentimiento inicial al acabar la carrera fue de alivio en lugar de
victoria, especialmente cuando se confirmó que el resto de pilotos estaban a
salvo. Gracias a Dios.
Stewart afirma que esta fue la actuación más destacada
de su carrera. Insiste, sin embargo, que también fue un triunfo de Ken, del
trabajo duro de sus mecánicos, así como de Dunlop.
Para participar en esta campaña entra en:
www.greatfightbacks.com/es
Acerca de Dunlop
Dunlop es uno de los principales fabricantes mundiales
de neumáticos de altas y ultra-altas prestaciones con un impresionante
historial de éxitos en deportes de motor.
La extensa experiencia de Dunlop en las carreras ha dado lugar a
tecnologías innovadoras aplicadas a neumáticos diseñados para la conducción
diaria. Dunlop está orgulloso de ser el suministrador oficial del AMG Customer
Motorsport.
Después de sus primeros récords en alta velocidad,
Dunlop celebró su primer triunfo en las 24 horas de Le Mans en 1924 y
actualmente es el fabricante de neumáticos más exitoso en dicha carrera con 34
victorias. En 2013, los campeones de LMP2 en Le Mans, en los Campeonatos del
Mundo de Resistencia de la FIA y también en la carrera de las 24H de
Nürburgring, calzaron Dunlop. 2014 vio como los equipos de LMP2 de Dunlop
conseguían una victoria holgada en el pódium de Le Mans y en el título de las
European Le Mans Series (ELMS), unas series en las que los equipos Dunlop han
ganado 11 de las 13 carreras disputadas en las últimas tres temporadas.
Los neumáticos Dunlop también se emplean en las Top
Touring Car Races de todo el mundo, incluyendo el campeonato mundialmente
conocido Australian V8 Supercar y el Campeonato Británico de Touring Car. Los
últimos neumáticos de carretera de Dunlop son específicos para el montaje en
vehículos de muchas marcas: Mercedes, RenaultSport, Jaguar, Audi, Bentley,
Maserati, VW, SEAT, Mini, Toyota and BMW.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.