La
compañía Torrot Electric Europe, cuyo principal socio es el Instituto Andaluz
de Tecnología (IAT), acaba de lanzar al mercado una bicicleta eléctrica y una
moto miniaturizada –de campo y para niños– también eléctrica, y en 2015 se
convertirá en realidad comercial un ciclomotor eléctrico. Es una apuesta por
productos de movilidad sostenible, sí, pero también la escenificación de que
existe talento tecnológico de Despeñaperros para abajo: el diseño y la
fabricación se ejecutan íntegramente en España y justo de lo primero –con su
ingeniería incluida– ha llevado la voz cantante el IAT, que en Sevilla
presentó estos productos con dos ruedas y batería.
Los
tres proyectos se concibieron cuando ya la crisis económica hizo su aparición
pero se decidió seguir pedaleando, sin temor siquiera a la creciente
competencia china. Que se eligiera Sevilla para presentar una bici bautizada
como City Surfer era lógico, teniendo en cuenta que aquí radica la sede del IATaunque
también porque esta ciudad es modelo de movilidad sostenible, «y aquí hay
mercado como también lo hay en Cádiz o Málaga».
19
kilos, aluminio, plegable, moderna. 1.300 euros su precio pero, con las
subvenciones oficiales a los vehículos eléctricos, se queda en 799 euros. 50-60
kilómetros de autonomía de batería: después pedalee cuanto desee. Miguel Ángel
Luque, director general del IAT, desgranó sus características, haciendo
especial hincapié en el componente vital: la batería de litio que se recarga en
casa (se completa en 5 horas) y que sólo activa el motor cuando queramos y de
forma automática. Y ocupa como 90 centímetros.
Desde
que arrancara la comercialización –al finalizar el verano– se han vendido unas
200 exclusivamente on line, a través de la web de Torrot, canal low cost que
será la principal salida. Para la campaña de Navidad esperan un fuerte tirón de
las ventas, al igual que para la pequeña moto.
Ésta,
bajo nombre E10, fue diseñada para niños: pero que jueguen en el campo. Su
diseño tecnológico facilita controlar a los padres la velocidad de un aparato
que incluso puede alcanzar los 40 kilómetros por hora, que son los mismos que
un ciclomotor. Y alrededor de 300 se han comercializado ya, con exportación
incluso –hacia Latinoamérica, en especial México–. Y Papá Noel y los Reyes
Magos pronto llegan. 1.399 euros en catálogo –sin ayudas para este producto–.
Como
llegará el año próximo MUVI, el ciclomotor, proyecto que, basado en una batería
extraíble con recarga en casa –de 4 a 5 horas–, es largamente ansiado por el
IAT pues lleva cuatro años de intensa investigación. Los prototipos ya están,
falta que MUVI pase a su fase industrial. 50-60 kilómetros de autonomía, casco
bajo el asiento y un mantenimiento fácil y un precio aún no revelado.
Y
competir. ¿Qué será lo siguiente? «Coches eléctricos no serán», bromeó Luque.
Sí hay múltiples negociaciones para distribuir las bicis en varias regiones, en
especial Andalucía. «Sevilla es una ciudad ideal». Por su parte, el subdirector
general del IAT, Juan Manuel González, anticipó que el ciclomotor va a tener un
precio muy competitivo en el mercado. Y competir en Europa con una bicicleta
propia es complicado, pero tiempo al tiempo…
La
fábrica de los vehículos eléctricos se localiza en Cataluña, comunidad donde
tiene su sede Torrot, sociedad en la que el IAT tiene actualmente un 13,6 por
ciento del accionariado.
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