Según
un informe realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), que refleja
que esta cifra se sitúa en 10.000 millones de euros en el conjunto de Europa.
El
club automovilístico explica que esta situación, además de un impacto
económico, también tiene un efecto negativo para el conductor, así como para la
industria del automóvil, para la seguridad vial y para el medio ambiente.
El
documento resalta que este fraude ocasiona que el consumidor final pague de más
por el coche de ocasión, así como que se enfrente a un peligro para la
seguridad vial, ya que el vehículo tiene más uso del reflejado.
Respecto
a la industria, el RACC denuncia que este acto representa una competencia
desleal, puesto que el valor real del coche es menor del percibido, provoca
daños a la imagen de la marca del fabricante y las compañías aseguradoras
reciben más reclamaciones. Además, los coches con más kilometraje emiten más
dióxido de carbono a la atmósfera.
5%
DEL PARQUE.
Por
otro lado, el informe del club automovilístico refleja que el número de coches
con el cuentakilómetros manipulado en España se sitúa en el 5% con una
estimación conservadora, mientras que el 12% en el caso de los vehículos de
ocasión importados.
El
RACC resaltó que la manipulación del cuentakilómetros es un delito y puede
comportar penas de cárcel de hasta tres años si la cuantía de la estafa supera
los 400 euros. Además, recordó que desde el pasado 1 de enero es obligatorio
que las ITV registren los kilómetros de los vehículos y se los comuniquen a la
Dirección General de Tráfico (DGT).
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