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Porque el nuevo VW
Golf GTD tiene un precio base de 31.000 euros (32.830 con el cambio DSG),
frente a los 31.010 del modelo más potente. ¿Qué puede más el mito o la lógica?
¿Un segundo en aceleración, 16 kilómetros de velocidad punta o los 1,8 litros
menos a los cien? Actualmente ambas gamas, GTI y GTD, significaban un cinco por
ciento de las ventas y a partir de finales de junio cuando se empiecen a
entregar las primeras unidades se podrá saber la respuesta a dicha pregunta. En
el apartado dinámico el Golf GTD dispone de la nueva función de dinámica de
marcha XDS+, perfeccionada introducida en la generación anterior, que mejora la
agilidad; una dirección asistida progresiva que necesita de un menor giro,
apenas 2,1 vueltas de volante; un chasis deportivo de serie rebajado en 15 mm,
la suspensión adaptativa del chasis DCC de segunda generación que permite
seleccionar tres modos de conducción: Comfort, Normal y Sport, seleccionables a
través de la pantalla táctil central; y la función ESC Sport para conductores
expertos que desactiva el sistema ASR antideslizamiento. Para acabar de hacer
más parecidos ambos modelos, el paquete Sport & Sound tiene como opción,
además de la selección de los perfiles de conducción y las pinzas de freno
pintadas de rojo, un sistema de actuador acústico que genera distintos sonidos
en los modos, Normal y Eco, o un timbre más potente y robusto denominado Sport,
en función de las revoluciones y el perfil de conducción que transmite el
sonido el sonido del motor a través del parabrisas, pero no al exterior. Con
una premisa: a mayor velocidad, menos ruido, para no influir en el confort en
viajes largos. Y para colmo, hay que mirar muy bien para distinguir un VW Golf
GTD del más potente GTI. Las llantas de 17 pulgadas sería lo más evidente,
aunque los neumáticos tienen idénticas medidas 225/45 R17. Por detrás, la
salida de escape del GTI es un tubo en cada extremo del parachoques mientras
que en el GTD van juntos en el lado izquierdo y el color rojo que Volkswagen
utiliza en la moldura de la parrilla en el GTI pasa a ser cromada en el GTD,
siendo las costuras de algunos elementos interiores de un color más discreto.
Rodando con el VW Golf GTD queda claro que la conducción tranquila no es lo que
pide ni el cuerpo ni el propio coche. Para utilizarlo en versión Comfort, es
mejor comprarse un 1,6 TDI de 105 CV ya que, si no se opta por el cambio DSG,
se requiere no soltar de la mano la palanca del cambio con la legendaria pelota
de golf para mantener el motor alegre ya que las recuperaciones desde un
régimen bajo de vueltas no son lo mejor del motor y de paso se pueden ahorrar
unos cuantos miles de euros. En modo Sport, la cosa cambia radicalmente y
buscar las cosquillas a un Golf GTI fuera de un circuito no es difícil, ya que
en carretera abierta es casi imposible encontrar sus límites. La única solución
es coger una hoja en blanco, escribir en una columna las prestaciones del VW
Golf GTI y del Golf GTD y en otra los consumos, tratar de adivinar las veces
que visitaremos de menos las estaciones de servicio y los eurillos que se puede
uno ahorrar con el más económico de ellos. En definitiva, prácticamente al
mismo precio ver quién puede más si el corazón y el bolsillo. Pero no nos
engañemos, hasta ahora los
VW Golf GTD, alternativa
clara al Golf GTI,Motor- transporte-reseñas motor
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