La conservación de carreteras es un trabajo que, en la
mayoría de los casos, pasa desapercibido para los conductores, salvo cuando se
abandona completamente, ya que generalmente se realiza en las horas de menor
tráfico para no dificultar el tránsito de vehículos.
Sin embargo, la compañía
de ingeniería Euroconsult destaca que detrás de esta tarea se esconde una gran
labor que centra sus esfuerzos en cuatro dimensiones: el pavimento, la rodadura
(adherencia), la señalización y los puentes y túneles.
Estos cuatro aspectos, que podríamos considerar como
"las 4D de la conservación de carreteras" son medidas claramente
preventivas, es decir, se analiza dónde se debe actuar antes de que aparezca el
daño y no después. Además, en los últimos años la inversión en conservación de
las administraciones públicas ha descendido significativamente por lo que
disponer de datos de cuándo, cómo y dónde actuar ahora es todavía más
importante. Así por ejemplo la Asociación Española de la Carretera (AEC) dice
que se ha pasado de más de 500 millones de euros anuales en los años 2007 y
2008 a prácticamente cero en 2011 y 2012.
Para suplir esta escasez de inversión, y que se destinen
los recursos donde son más necesarios, es imprescindible tener equipos que
midan a la velocidad del tráfico en qué estado están nuestras carreteras, tanto
de lo que percibe el conductor como de lo que puede afectar a su
seguridad. Los sistemas que destacan en
estas tareas de inspección son cuatro: el Curviámetro, los sistemas para medir
la adherencia y deterioros de la rodadura, el Visualise y el Tunnelings, cada
uno de ellos especializado en una dimensión de la conservación.
Los vigilantes de la carretera
Así, el Curviámetro (1) vigila que todos los tramos de
carretera tengan un pavimento en buenas condiciones para la conducción, sin
deformaciones ni baches. Pero cuando la lluvia entra en escena, siempre existe
un riesgo de derrape, sobre todo cuando empiezan a caer las primeras gotas.
Para saber si la adherencia de la carretera es la adecuada en momentos de
lluvia y también conocer cuánta agua salpica a los vehículos, se usan el Scrim
y el Splash and Spray Device SSD (2).
Otro elemento que es vital para facilitar una conducción
segura y lo más cómoda posible es el buen estado de la señalización, tanto para
las horas de día como de noche. Y es que a través de un equipo integrado en un
vehículo en movimiento, Visualise (3) es capaz de valorar completamente la capacidad retrorreflectante
de las señales.
Este trabajo contribuye a reducir la siniestralidad en
carretera, que muchas veces se produce por una señalización poco visible o
confusa. La visibilidad nocturna de la señalización es fundamental en una
sociedad como la nuestra, en la que además la media de edad de los conductores
aumenta, lo que supone una pérdida de visión. De hecho, el número de víctimas
es 3 veces mayor en condiciones de circulación nocturnas que diurnas, incluso
aunque se recorra una menor distancia.
Además, debido a la peculiar orografía española, hay
tramos de carretera que discurren por grandes puentes y túneles, algunos de los
cuales tienen kilómetros de longitud que hacen necesario seguir muy de cerca la
posible aparición de grietas, humedades o cualquier otro riesgo que ponga en
peligro la infraestructura. El equipo Tunnelings (4), adaptado a la superficie
curva del túnel, es capaz de detectar cualquier anomalía que se produzca con
una precisión de un milímetro.
Inversión en innovación 100% española
Toda esta tecnología al servicio de la carretera se ha
desarrollado tras años de trabajos y un importante esfuerzo de innovación 100%
español, que ha requerido una inversión anual equivalente al 20% de los
ingresos de Euroconsult, una de las diez compañías agrupadas en el Foro para la
Ingeniería de Excelencia (Fidex), y que también ha contado con la colaboración
de varias universidades españolas y otros organismos públicos de innovación
como por ejemplo el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja.
Además, algunas de estas tecnologías patentadas por
Euroconsult, no sólo han suscitado interés en nuestro país, sino también en
otros mercados con un sector de ingeniería muy maduro, como Estados Unidos,
Alemania, Japón y Reino Unido. Precisamente en estos dos últimos países
funcionan con gran aceptación Visualise y Tunnelings, mientras que en economías
emergentes de Latinoamérica, como México y Brasil, ya se han puesto cientos de
kilómetros de carreteras bajo la supervisión del curviámetro.
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