ENERGÚMENOS
El invierno llegará con frío, con la factura de la luz eléctrica por las nubes, con muchas manifestaciones por las calles de nuestro país reivindicando aquello en lo que creen. Pero lo importante hoy, no es la gestión de la salud, del trabajo, de la educación, la seguridad en la jubilación o en aquellos bienes comunes que son tan necesarios para vivir.
Los nervios en las calles están a flor de piel, estamos viviendo momentos que nadie que nos gobierna es capaz de gestionar. ¿Dónde quedaron “la noche y la paz” de los villancicos? Y es que no hablo con algún amigo que me cuenta una situación altamente alarmante que pone los bellos de punta, y que se produce a nuestro alrededor.
La verdad es que la EDUCACIÓN de una sociedad es un valor de convivencia al alza, sin embargo, hoy esto no ocurre, los valores se están olvidando a marchas forzadas. Estamos todos mirándonos al ombligo, haciendo acopio de todo lo antónimo de buena voluntad: “¿Le puedo ayudar?”, “Perdón”, “Buenas tardes”, “Siéntese aquí”, “Pase usted primero, por favor…” De todo esto hemos pasado al negacionismo de lo evidente.
En una sociedad donde la educación no existe, y los partidos políticos se juegan los escaños de su permanencia con leyes que nos dejan a todos con “el culo al aire”, como es la “Ley mordaza”, donde nuestra policía pierde toda la autoridad que tenía ante los delincuentes, algo que ya está ocurriendo con los médicos, profesores, y otras profesiones, y que estamos observando en el día a día de las consultas médicas o aulas de escuelas e institutos. Ante esta situación ¿Quién nos defenderá de LOS ENERGÚMENOS que nacen, crecen, y mueren solo para ennegrecer el futuro de los demás?
Cuando no tengamos Fuerzas de Seguridad del Estado que nos defiendan con garantías, ¿volveremos a hacer la guerra por nuestra cuenta? Empezaremos de nuevo a defender nuestras parcelas con uñas y dientes.
¿Volverán los famosos tirones callejeros?, aquellas personas que se cuelan en supermercados, filas del médico, o en la tienda, porque sí, volveremos a ese individuo que ataca tu propiedad y se marcha. Pero no se preocupen, si le quitan su pensión, o si siguen bajando lo que perciben, por la carestía de los precios al consumo, o si llama a su centro de salud y no le cogen el teléfono, o si pide a la administración una cita para gestionar algo, y lo llaman cuando ya no hay solución, no se preocupen, porque LOS PRESUPUESTO PARA EL PRÓXIMO AÑO ya están aprobados.
Estoy cansado de ENERGÚMENOS, no hay un día que salgamos de casa, que no nos encontremos con un impresentable, y eso es gracias a que estamos construyendo entre todos una sociedad impracticable. No obstante, eso sí, ahora llega una época maravillosa, “Navidad, dulce navidad…”
Pepe Bejarano
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