Stratos, Rally 037 y Delta, tres “bestias” de carrera, creadas para ganar y con una relación perfecta entre formas geométricas primarias, al servicio del máximo rendimiento.
Los faros traseros redondos, el alerón aerodinámico y la combinación ecléctica de los colores primarios en el habitáculo convirtieron el Lancia Stratos en un modelo con un diseño futurista, que sigue siendo contemporáneo en la actualidad.
Las formas “funcionales” y marcadas, en la parte delantera y trasera, y una “copa” con líneas ahusadas convirtieron el Lancia Rally 037 en la quintaesencia de las carreras de rally.
El icónico montante en C del Delta, legado de las versiones de calle, equilibra la brutalidad radical de los pasarruedas ensanchados en el lateral.
“Inspirarse en coches del calibre del Delta, Rally 037 y Stratos es el sueño de todos: son coches de carrera, brutales y eficientes, que han convertido Lancia en la marca más ganadora en la historia del rally, declara Luca Napolitano, consejero delegado de la marca Lancia. Formas primarias, geometrías radicales, faros traseros redondos, alerones aerodinámicos, todos ellos son elementos pertenecientes a la historia de nuestro diseño y que nos han inspirado para “crear” los modelos futuros de Lancia”.
El Lancia Stratos “viste como un mono de atleta, resaltando toda su musculatura”
Esta es la esencia del Lancia Stratos: un coche de carreras “brutal y eficiente”, creado para ganar, que rompe los esquemas, al ser tan diferente de los modelos de la época. Inspirada en el prototipo de “Strato’s Zero” de 1970– realizado por Bertone con el diseño de Gandini– la versión definitiva fue presentada al año siguiente, con su forma futurista en cuña y el motor de seis cilindros en V del Dino 246 Ferrari. El frente era afilado y se armonizaba con los pasarruedas, mientras que el parabrisas inclinado abarcaba el montante delantero y se prolongaba por las lunas laterales. El techo caía verticalmente sobre la pequeña luneta envuelta en el gran capó del motor. Los faros redondos y un alerón agresivo destacaban en la parte trasera. Nuccio Bertone, el “padre” del prototipo, al ver la versión final del Lancia Stratos dijo que “viste al piloto y al copiloto como un mono de atleta, resaltando la musculatura”.
Todo estaba diseñado en aras del rally en este coche, empezando por el capó y el maletero constituidos por dos carcasas ligeras, que comprendían los guardabarros respectivos, con una apertura amplia para efectuar intervenciones rápidas de asistencia en las carreras. Aunque el Lancia Stratos revolucionó también los interiores, totalmente enfocados hacia el conductor y pensados para ofrecer resultados y emociones: dos plazas sin más y solamente dos compartimentos para los cascos de carrera, un elemento distintivo también en la versión de calle. El denominado “colour blocking” de los interiores creaba juegos incesantes de contrastes logrando un eclecticismo puramente Lancia, mediante la utilización de los colores primarios, azul, rojo y amarillo.
El Lancia Stratos HF Grupo 4 ganó tres veces consecutivas el Rally de Montecarlo, se adjudicó dos títulos en el Mundial de Constructores (1975 y 1976) y otros en el Europeo de Pilotos, a lo que hay que sumar la victoria de Sandro Munari en 1977 de la Copa Mundial FIA para pilotos de rally.
A partir de la temporada deportiva de 1975, el Lancia Stratos lució los colores blanco y verde de su patrocinador Alitalia con el logotipo tricolor de la compañía aérea, duplicado y armonizado en forma de cuña, para crear uno de los uniformes más bonitos en la historia del automovilismo.
Lancia Rally 037, el estilo agresivo y minimalista del coche campeón del mundo de rally en el año 1983
El Lancia Rally 037, caracterizado por sus formas “funcionales” y angulosas, en la parte delantera y trasera, y más conocido con la sigla del proyecto “037”, era un coche deportivo que encarnaba la victoria famosa de David contra Goliat. De hecho, el Lancia Rally 037 fue el último coche de dos ruedas motrices en ganar el Mundial de Rally de 1983, batiendo a los adversarios más potentes y equipados, sobre todo, con tracción integral.
Su estructura original mixta, monocasco y tubular, fue "vestida" por el atelier Pininfarina, encargado de desarrollar una carrocería agresiva y elegante al mismo tiempo, que otorgase una carga importante aerodinámica hacia el suelo. Para lograr la máxima eficiencia, se realizó en poliéster con refuerzos de fibra de vidrio, y los dos capó, del motor y maletero, sumamente ligeros, se desmontaban completamente.
Los interiores, minimalistas y racionales, representaban la quintaesencia de las carreras, al igual que algunas “extensiones” aerodinámicas en el montante y en la cola, entre las cuales un llamativo spoiler trasero, que aumentaban todavía más el rendimiento de este coche.
Creado a partir del Beta Montecarlo, el Lancia Rally 037 no se pensó para fabricarse en grandes números; la fabricación del vehículo de calle únicamente abrió el camino a su entrada en el mundo del rally.
El debut oficial tuvo lugar en el Salón de Turín en 1982 con la versión de calle y, al año siguiente, el Rally 037 conquistó el título Mundial de productores, logró el segundo puesto en el Mundial de pilotos y el Campeonato europeo e italiano con Miki Biasion, que muy pronto iba a correr con los colores de la escudería oficial de Lancia Martini.
Lancia Delta, la evolución del diseño para el coche de rally más ganador de todos los tiempos
Los apasionados de coches del mundo entero y los fan del rally se sobresaltan al pronunciar solamente el nombre Delta. El pensamiento va a parar inmediatamente al año 1988, cuando el Delta HF 4WD, que marcó la entrada de Lancia en el sector de las berlinas de turismo de 4 ruedas motrices, se transformó en el icónico Delta HF Integrale, recordado por todos por su frente agresivo, donde destacan las salidas de aire delanteras aumentadas y los pasarruedas ensanchados, para alojar neumáticos más anchos.
En los años posteriores, el modelo se enriqueció con una serie de mejoras técnicas y de estilo.
Así, pasamos del Delta HF Integrale 16V, caracterizado por una llamativa “joroba” en el capó del motor para alojar la nueva culata, al Delta HF Integrale 16V Evoluzione, donde los guardabarros se ensancharon más y un llamativo spoiler destacaba al final del techo. A partir de este coche compacto de calle extraordinario, la marca italiana creó el mejor coche de rally de todos los tiempos. El Lancia Delta HF de tracción integral con las cuatro evoluciones, ganó: seis veces el Campeonato Mundial de Rally Constructores (1987-1992); cuatro veces el Campeonato Mundial de Rally Pilotos (1987-1989 y 1991); una vez el Campeonato Mundial de Rally Producción (Grupo N) en 1987; seis veces el Campeonato Europeo de Rally (1987-1991 y 1993) y dos veces el Campeonato Europeo de Rally Producción (Grupo N) 1988 y 1989. El Lancia Delta HF Integrale, un sueño para los apasionados del automovilismo y, al mismo tiempo, una auténtica pesadilla para los adversarios, que se rindieron a su supremacía.
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