sábado, 16 de noviembre de 2019

LA ROTONDA


LAS CLAVES DE LA SEGURIDAD




España más de 1.800 muertos al año. Ni contenidos, ni iniciativas y propuestas en materia de Seguridad Vial, no hay preocupación en los programas de ningún partido político en España. Así se desprende de la Fundación Española para la Seguridad Vial a través de su presidente, el Catedrático de Seguridad Vial Luis Montoro.

Entiendo que son muchos los problemas que azotan a nuestra sociedad hoy día, pero, ¿a nadie le preocupa los muertos que se quedan primero en la carretera y después en la vida de las familias, o los heridos en accidentes de tráfico traumatizados para toda su vida?


Estoy convencidos de que sí, pero que solo nos acordamos de este tema cunado nos toca de cerca. Pocas deberían ser las iniciativas que se pongan encima de la mesa para abordar tan importante y trágico tema, y muchos deberían ser lo proyectos que un día sí y otro también se deberían de abordar para que nuestro parachoques contra los accidentes sea, sobre todo, nuestra preocupación, la de todos, no por parchar, sino buscar soluciones.

El profesor Montoro apoya la necesidad de que España modifique con urgencia su anticuado modelo formativo y se adapte a la tendencia europea, entre otras cosas, implantando un nuevo sistema de formación. Aboga por una formación teórica obligatoria y presencial (como en la mayor parte de Europa), de al menos entre 8-10 horas.

 Más del 80% de los países tienen la formación teórica y práctica regulada, obligatoria y presencial (en España no es obligatoria), siendo la media de horas de formación teórica presencial de unas 20-30 y alrededor de unas 20-25 de clases prácticas, existiendo en general unos sistemas de control muy fuertes, respecto de la realización de la formación” añade el Catedrático de Seguridad Vial, Luis Montoro.

Luis Montoro, que comparte el planteamiento de la DGT en relación con la remodelación del sistema actual de formación de conductores, enumera de manera breve algunas razones que justifican la importancia, utilidad y necesidad de que exista una parte de formación presencial obligatoria para la obtención del permiso de conducir:

1.- Parece que existe un importante desconocimiento y/o confusión entre dos modelos de formación que son totalmente distintos y que también van dirigidos a objetivos muy diferentes en seguridad vial: la formación online y la formación presencial.
2.- La formación presencial en el caso de los conductores, entre otras cosas, lo que pretende es cambiar actitudes, un modelo que requiere una importante interacción presencial con los alumnos. Esta formación, a la que tienden la casi totalidad de los países de Europa en el ámbito de la formación de conductores, se dirige hacia dimensiones como las habilidades superiores, actitudes, percepción o la detección de riesgos, etc., algo que no se puede hacer si no es de manera presencial.
3.- Como se ha indicado, lo que pretende la formación presencial es actuar sobre el comportamiento del sujeto y esto requiere necesariamente su presencia en el aula para interactuar con él y no enfocar la formación solo como una adquisición de información con el objetivo final de realizar un examen y pasar una “prueba de conocimientos”. Ese modelo está anticuado.
4.- En este sentido, el “Study on driver training, testing and medical fitness (2017)”, encargado por la Unión Europea a un grupo de expertos para implementar la Directiva 2006/126/CU, recomienda de manera directa e indirecta, la formación presencial para la formación de los conductores en lo relativo al ámbito de la seguridad vial.
5.- En línea de lo anterior, estudios e investigadores relevantes, expertos en el tema de la formación de los conductores, como, por ejemplo, Mayhew and Simpson, Trosmoen, Peck, Washington, Cole and Herbel, Beanland, Goode, Salmon and Lenné y un largo etc., recomiendan también de manera clara la formación presencial en el ámbito de la seguridad vial.
6.- En un estudio de la Universidad de Valencia, tras investigar el sistema de formación para la obtención del permiso de conducir en 31 países europeos, —en los que el 80% aproximadamente tienen formación teórica obligatoria—, en todos los casos, por los argumentos indicados y otros muchos, la formación de los conductores se realiza de manera presencial.
7.- En definitiva, una cosa es la adquisición de conocimientos y otra cosa es trabajar comportamientos, percepciones o actitudes, dimensión esencial en la formación de los conductores cuando se explican temas relacionados con riesgos y que necesitan interacción presencial con los sujetos, máxime si se utilizan determinadas estrategias como dinámicas de grupo, comentarios de imágenes, presencia de víctimas de accidente de tráfico, etc.
8.- Además, el sistema de formación presencial es el que se utiliza con éxito en otros ámbitos relacionados con la formación o la reeducación en seguridad vial. Así se hace, por poner unos ejemplos, en la formación del CAP, ADR, CURSO del A, la formación de los Profesores de Formación vial, los cursos de recuperación de puntos dentro del sistema de permiso por puntos, etc.
9.- Finalmente, esta formación presencial vendría a significar, aproximadamente, solo el 18-20% del total de la formación que deben tener los alumnos, para garantizar las actitudes adecuadas para una conducción sin riesgos, así como el conocimiento de la normativa necesaria para el uso de vehículos con motor.

Según el Profesor Luis Montoro, esta falta de contenidos de seguridad vial en los programas de los partidos políticos, contrasta con datos como los siguientes: en España mueren al año unas 1.800 personas por accidentes de tráfico; tenemos unos 10.000 inválidos permanentes; se producen más de 150.000 heridos; uno de cada dos muertos menores de 29 años son por un accidente de tráfico; casi el 40% de los muertos en accidente laboral son por tráfico; y además, con criterios de la OCDE, en España el coste social global de los accidentes de tráfico se sitúa en más de 15.000 millones de euros anuales.

Ya conocen mi punto de vista con respecto a este tema, un día sí y otro también, tengo claro que hay que meterle urgentemente mano a las soluciones para reducir los accidentes, y estoy con el señor Montoro, esto a corto y medio plazo, pero no me negarán que podríamos evitarnos la enseñanza en las aulas para trabajar comportamientos, valores, habilidades superiores, actitudes, percepción y detección de riesgo etc., todo esto desde pequeñitos en las aulas de las escuelas, y mañana tendremos hombres y mujeres, conductores preparados para conducir sin riesgos.

Pero está claro que hay que atajar el problema del presente, que es muy grave. Las cifras, ¡claman al cielo!

Con afecto, y respeto,

Pepe Bejarano
todomotornoticias@gmail.com


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