La DGT establecerá un límite
genérico de 30 km/h en ciudad y en vías de un carril por sentido
A principios de este año entró
en vigor la reducción del límite de velocidad a los 90 km/h en carreteras
convencionales o secundarias. Con esta medida, la Dirección General de Tráfico
(DGT) pretende reducir en un 10 por ciento las víctimas mortales en estas vías,
que siguen siendo el talón de Aquiles de la siniestralidad.
La velocidad excesiva o
inadecuada es una de las principales causas de accidentes de tráfico. Según el
RACC, tres de cada diez siniestros son consecuencia de este factor. Ante esta
situación, la DGT tiene preparadas ya para su aprobación dos nuevas reformas.
La primera afectará al
Reglamento de Circulación y establecerá un límite genérico de 30 km/h, solo en
ciudad y en vías de un carril por sentido. Una reforma que viene respaldada por
un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud) de 2011 sobre
atropellos y velocidad en el que señalaba que el riesgo de fallecer en caso de
atropello es cinco veces menor si se circula a 30 km/h que a 50 km/h.
Esta medida mejora la
convivencia entre los diferentes transportes que usan la carretera
Asimismo, esta medida, según
la DGT, reduce un 3 % el riesgo de resultar herido grave y un 4% el de sufrir
un accidente con víctimas mortales, disminuye el ruido y lo niveles de dióxido
de nitrógeno, hay menos atascos, mejora la circulación y también la convivencia
entre los diferentes transportes que usan la carretera.
Esta reforma se aplicará a
toda calle que tenga solo un carril por sentido, sin embargo, los Ayuntamientos
podrán limitar a 50 km/h aquellas vías con más de un carril por sentido de
circulación y, siempre y cuando, concentren un gran flujo de tráfico o conecten
con la ciudad.
La segunda medida se refiere
al Reglamento de Vehículos y regulará los Vehículos de Movilidad Personal
(VMP). El patinete eléctrico es uno de los transporte más populares hoy en día.
Cada vez es más común verlos por las calles de nuestras ciudades. Se presenta
como una opción económica, ligera y respetuosa con el medio ambiente. Su
reducido tamaño facilita su transporte, permite sortear atascos y hace que su
conducción no requiera de esfuerzo físico. Y, sin olvidar uno de los puntos que
más controversia ha suscitado: no necesitan seguros ni permisos para conducir
por la ciudad.
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