Los coletazos del Brexit, la
incertidumbre en Turquía y la llegada del nuevo ciclo de medición de consumos y
emisiones WLTP, el pasado septiembre, así como el cambio de modelo energético
impactan sobre la automoción española. Desde septiembre Brasil, que crece a un
ritmo del 10%, ha tomado la delantera a nuestro país
Ni el cesante año 2018 ni el
próximo 2019 se plantean como especialmente brillantes para el sector de la
automoción, que sufre los coletazos del Brexit, la incertidumbre en Turquía y
la llegada del nuevo ciclo de medición de consumos y emisiones WLTP, el pasado
septiembre. Tampoco es cosa menor el cambio de modelo energético, ya que sobre
el sector pesa la amenaza de veto a los coches de combustión a partir de 2040
emanada del ministerio de Transición Ecológica.
En este ejercicio la patronal
de los fabricantes Anfac prevé que se fabriquen prácticamente las mismas
unidades que el año anterior en las 13 factorías españolas, unos 2.484.300
coches, si bien en enero se atrevía a estimar un crecimiento del 2%. De su
lado, Faconauto, que agrupa los concesionarios, calcula unas ventas de 1,3
millones de coches en nuestro país, tanto para este ejercicio como para el
siguiente, con caídas en el canal de particulares de hasta el 6% en un mercado
sacudido por la incertidumbre.
«La demanda se está retrayendo
ya que el consumidor se encuentra en un momento de gran confusión e
incertidumbre», reconoce Arancha Mur, directora del área de economía y
logística de Anfac, que recuerda que «España es el primer destino de la
producción española, por lo que un mal comportamiento del mercado nacional
tiene un efecto importante en el ritmo de producción de las fábricas». Por
ello, Anfac teme que este año España pueda perder su puesto como octavo
fabricante mundial de vehículos. En septiembre nos sobrepasó Brasil, que crece
a un ritmo del 10%, frente al estancamiento de nuestras factorías.
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Con un tono similar, Gerardo
Pérez, presidente de Faconauto avisa que los cambios legislativos y de
fiscalidad que se avecinan para 2019 –subida impositiva al diésel incluida–
«precisamente porque no están cerrados pueden afectar a las decisiones de
compra».
En la tradicional comida
navideña con los medios de comunicación, el presidente de la asociación de
vendedores Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña, fue incluso más lejos. El
directivo resaltó que el sector del automóvil se encuentra en un momento de
transformación, en el que nadie sabe lo que va a pasar, aunque abogó por la
adaptación por parte de toda la industria y la distribución para asegurar su
viabilidad en el futuro. «Si no cambiamos en el sector, vamos a desaparecer.
Estamos en peligro de extinción», aseguró Vidal de la Peña, al tiempo que
destacó la necesidad de adaptarse por parte del automóvil para poder sobrevivir
a los cambios.
Del lado de los fabricantes,
Mur espera que en 2019 se retome el crecimiento de la producción, aunque ve
difícil que se cumpla el viejo objetivo de alcanzar la cifra de 3 millones de
vehículos producidos en nuestro país. «De todos modos, estos tres millones eran
una aspiración que ciframos en un momento en el que la producción española
estaba por debajo de los dos millones de unidades (2012) y este objetivo se
puede dar casi por conseguido», amplía. «Hemos revertido la tendencia a la baja
de la producción y estamos a falta de muy pocas unidades. El objetivo de Anfac
ahora es trabajar por la competitividad de las plantas a futuro, logrando
políticas industriales que refuercen nuestro liderazgo como país productor en
Europa y que nos posicionen como un polo de atracción de nuevos modelos
alternativos.
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