IZQUIERDA,
CLIC,CLIC,CLIC DERECHA
Ya hemos tenido la oportunidad
de hablar de algunos de los resultados que ha vertido el estudio que contiene el
“Observatorio sobre comportamientos de
los conductores en la red de Autopistas 2018”.
Si pisar el acelerador de
forma indiscriminada, abrocharse el cinturón, o hablar por el móvil mientras se
conduce, me parece una aberración que tiene como objetivo hacer caso omiso a
las normas y por consiguiente como resultado final el provocar un accidente de
circulación. Todavía, me parece más provocador, realizar maniobras sin avisar,
creyéndonos que somos los “amos del cortijo”.
Uno de los comportamientos que
más ha empeorado respecto al periodo anterior es el del uso de los
intermitentes en los adelantamientos. Según el estudio, el 53% de los
conductores no señaliza su intención de sobrepasar al vehículo precedente,
mientras que el 67% no lo hace cuando pretende regresar al carril de origen.
Estas cifras suponen un aumento del 14% y 18% respectivamente, en comparación
con los datos del Observatorio anterior.
¿Es que nos creemos que la
carretera es nuestra, que somos los únicos cuando conducimos?
¿Hay
algo más habitual cuando estamos inmersos en plena vorágine circulatoria, que observar como el vehículo que nos precede,
realiza un giro o un adelantamiento sin previo aviso?
Estoy seguro que sabe, ¿qué es un
intermitente?
“Luz lateral de un vehículo automóvil que se enciende y se apaga con una
periodicidad constante y que suele indicar un cambio de dirección o una avería”
Estoy convencido que la
mayoría de los conductores, que han obtenido el permiso de conducir, saben lo
que es un INTERMITENTE, ahora bien, me atrevería a decir que una gran mayoría
no los utiliza. Esto es como los estudios demoscópicos una cosa es lo que se
dice y otra lo que se hace.
En otro orden de cosas, y todo
lo que les estoy contando tiene más que ver con
la EDUCACIÓN del conductor que con la preparación. ¿Cuántas veces se han visto
acosados por otro conductor? Sí, ese que le hubiera gustado que usted y su
vehículo se hubieran esfumado de golpe de la carretera.
Ese que siempre va con prisas,
ese que le pone el morro de su coche encima del maletero. Y da igual que usted
vaya por su carril o que esté en medio de un
adelantamiento. El poder de ESE es ilimitado. Sí,
ese, que unos kilómetros más adelante, lo vemos tendido en la cuneta y ya no
tiene remedio.
Los choques por alcance
posterior son por no mantener la distancia de
seguridad. Según el informe de Autopistas de 2018, un 20% de los conductores no
la respeta, lo que supone un 4% más que en 2017. Cuanto más rápido se circula
mayor debe ser la separación entre vehículos. Para calcular cuál es la
correcta, es recomendable que pasen dos segundos (tres en vías mojadas) desde
que el coche que nos precede pasa por un punto hasta que pasamos nosotros. De
este modo podemos garantizar que tendremos espacio suficiente para realizar una
frenada de emergencia sin colisionar con el vehículo delantero.
El Observatorio también pone
de manifiesto el uso incorrecto que realizan los automovilistas de los
carriles. El 14% de los usuarios sufre el síndrome del carril izquierdo, es
decir, viajan por él sin estar realizando ningún adelantamiento en una vía de
dos carriles en el mismo sentido. Según indica el artículo 31 del Reglamento
General de Circulación, en vías fuera de poblado con más de un carril en el
mismo sentido, “se circulará normalmente por el situado más a la derecha, si
bien podrá utilizar el resto de los de dicho sentido cuando las circunstancias
del tráfico o de la vía lo aconsejen, a condición de que no entorpezca la
marcha de otro vehículo que le siga”.
Sí,
amigo Fernando, creo que la mayoría de los conductores son aptos, tienen
aptitudes más que suficientes para llevar un vehículo, y están capacitados, así
lo han demostrado cuando han obtenido el permiso de conducir. Ahora bien, ¿Por
qué no deberían de conducir? Por su actitud al volante. Mi teoría es que es una
amalgama de condicionantes: el ritmo tan alto con el que vivimos hoy, vamos
tarde a todos sitios, los problemas los llevamos en la mochila del vehículo, y
la educación civil brilla por su ausencia. Algo tan sencillo, como indicar una
maniobra se puede convertir en una riña entre conductores o improperios e
incluso hasta llegar a las manos.
Los mejores valores del ser
humano deben de salir a la superficie de nuevo, la educación, en todos los órdenes
de la vida, debe de imperar y de esta forma habremos
dado el primer paso para algo esencial entre unos y otros como es el
ENTENDIMIENTO.
Con todo mi respeto y afecto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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