David Herranz, director de la organización de Spain Classic Raid, explica cómo esta prueba se ha convertido en una cita obligada para los apasionados de los coches clásicos.
Aunque Spain Classic Raid dura solo ocho días, la organización lleva trabajando en la edición de 2018 más de un año: inspección del terreno por el que pasa la “caravana”, reconocimientos, solicitud de permisos…
La fórmula del éxito se encuentra en la calidad humana, la simpatía y el buen ambiente reinante desde el inicio hasta el final de la prueba.
¿Una curiosidad? Por primera vez participa todo un clásico, por edad y porque todos conocemos a alguien que tuvo una: la Citroën C15.
Madrid, 15 de octubre de 2018. Participar en un raid nunca ha sido tan fácil desde que nació Spain Classic Raid, la prueba automovilística para coches clásicos que recorrerá España de norte a sur entre los días 19 y 27 de octubre. Justo antes del inicio de la quinta edición de esta prueba, el director de la organización y “alma máter” de esta gran aventura, David Herranz, explica cómo se lleva a cabo Spain Classic Raid.
¿Cómo nace la idea de crear un raid para coches clásicos?
Nace después de organizar rallyes de asfalto durante 20 años y formar parte de la organización de una prueba para clásicos en Marruecos durante otros cinco. Cuando vimos que había tanta afición por este tipo de competiciones en tierra, pensamos que podría ser atractivo organizarla en España, recorriendo desiertos, lugares emblemáticos y pasándolo bien. Además, en el formato Spain Classic Raid no es obligatorio hacer el rally entero, se pueden hacer etapas sueltas, y a un precio muy asequible, ya que llevas tu propio coche.
Desde la organización nos encargamos de que todo vaya sobre ruedas. Somos 22 personas, en once vehículos de asistencia, que se encargan de que todo salga como tiene que salir tanto a nivel organizativo, de seguridad, producción… Tenemos un coche encargado del cronometraje, un coche cero que sale una hora delante de todos para revisar el recorrido, un “coche cero B” que va a medio camino, tres coches banderas, dos coches de mecánicos, otro de prensa, el coche médico y el de producción para colocar el podio, carteles…
Tenemos que controlar que todo salga bien desde el inicio de la aventura hasta el final, para garantizar que todos los participantes se lo pasan en grande y solo se tengan que preocupar de la conducción y la navegación. Del resto nos encargamos nosotros.
¿Cómo se configura el recorrido de cada edición?
¡Eso sí que es una verdadera odisea! Usamos Google Maps, mapas, viajamos a cada punto del recorrido.., ¡y hasta preguntamos a los pastores! Es especialmente importante recorrer cada etapa para ver que es posible pasar por allí y, sobre todo, comprobar si podemos pasar por allí en una fecha concreta. Tenemos que consultar con las autoridades pertinentes y, en caso de que no podamos recorrer un punto, tenemos que rehacer el recorrido. En realidad, para configurar un raid hacemos 8.000 kilómetros, tres veces y media el recorrido del raid.
¿Cuál es la fórmula del éxito?
No creo que haya una fórmula del éxito, pero sí sé qué es lo que hace disfrutar a los participantes. Ya llevamos cinco ediciones y podemos decir que el índice de repetición es del 60%. Creo que es básico el buen ambiente en la carrera entre los participantes, y también con la organización. También debo decir que el recorrido es milimétrico, el libro de ruta (roadbook) no tiene errores y siempre nos dicen que eso es crucial para centrarse en la conducción y, sobre todo, en disfrutar por lugares en los que no se puede entrar habitualmente. Hay, por ejemplo, parques naturales y reservas de la biosfera en las que no puedes entrar con tu coche particular pero sí con el Spain Classic Raid.
Para la navegación usáis el sistema Rabbit, ¿cómo funciona?
A simple vista es el roadbook de papel en formato digital para utilizar desde una tablet o un teléfono móvil. Esto tiene muchas ventajas porque la tablet lleva un sistema GPS y un reloj, que permite saber en qué lugar del recorrido te encuentras. El propio sistema va avanzando en el roadbook, sabe dónde estás y te dice cuánto tiempo te falta para llegar al siguiente tramo. También te indica la velocidad que llevas en cada momento, la media de velocidad que tienes y también te dice si debes acelerar o frenar para cumplirla. Rabbit es una aplicación gratuita y ha necesitado un largo desarrollo por nuestra parte, pero a día de hoy podemos decir que está bastante avanzada y facilita mucho las cosas a los participantes en el raid.
¿Qué sensaciones causáis entre los paisanos de las ciudades en las que paráis?
Siempre intentamos poner la meta de cada etapa en lugares emblemáticos e históricos de las ciudades que visitamos, como el Palacio Real de Madrid, porque es importante, tanto para los participantes como para el público, que puede ver los coches de cerca, hacerse fotos con ellos, hablar con los participantes... Siempre oímos cosas curiosas como: “¡Mira, el coche del abuelo!” o “¡Anda, pero si yo sigo usando un 4L y ya es un clásico!”.
A lo largo de la historia de Spain Classic Raid has debido vivir muchas anécdotas curiosas, ¿con cuál te quedas?
Hay muchas, algunas surgen antes de empezar. Una vez, en pleno reconocimiento en un tramo en Zaragoza, nos paró un paisano al grito de “¿sois los ecologistas? ¿Los de los pájaros? Es que he visto un buitre “frito” en la torre de la luz y os he llamado para que vengáis a por él, yo he venido porque he perdido una oveja y lo he visto ahí, y no me puedo ir…”. Obviamente, el señor se refería a que había llamado al Seprona y nos insistía para que nos lleváramos al animal y él se pudiera ir tranquilo con su rebaño. También recuerdo que en una etapa pusimos una Go-Pro en el coche a un matrimonio participante, el marido conducía y la mujer era copiloto. Ya os podéis imaginar cómo acabó la escena después de algunos errores tanto del piloto como del copiloto. Luego lo vimos todos juntos y nos echamos unas risas.
De los más de 100 clásicos que tenéis en el raid, ¿cuál es el que más llama la atención?
No sé si es el más llamativo, pero por primera vez este año participa un coche que es tremendamente fiable, irrompible, y que es un clásico. Hablo de la Citroën C15, que a día de hoy se sigue usando en los pueblos para transportar de todo. Es un coche eterno y muy barato de arreglar. ¡También tiene cabida en Spain Classic Raid!
Estamos a punto de arrancar la quinta edición de Spain Classic Raid, ¿habrá una sexta?
Sí, la habrá, y ya estamos trabajando en ella. Se va a celebrar en marzo y, en octubre, le vamos a cambiar un poco el nombre: va a ser “Iberic Classic Raid”. Empezaremos el recorrido en Andorra y acabaremos en Portugal. Por primera vez serán tres países y el motivo es porque vienen participantes de muchos lugares de toda Europa: holandeses, italianos, portugueses… Ya hemos hablado con las autoridades de tráfico y turísticas portuguesas y nos han dado luz verde. Ahora los portugueses podrán descubrir los caminos españoles y viceversa. Poco a poco vamos ampliando fronteras.
¿Quién es David Herranz y cómo empieza a organizar carreras?
Desde joven siempre quise correr, pero para hacerlo tenía que comprarme un coche y yo no tenía dinero para eso. Lo único que tenía a mano era el SEAT 127 de mi madre, y en Madrid no había ningún lugar donde correr con él. Cogí un libro de iniciación a la competición automovilística y descubrí los Slalom. Parecían pruebas fáciles de organizar, porque era algo como un campo de fútbol con conos. En Madrid no había nada de eso y organicé en el año 1992 el primer Slalom Universidad Autónoma de Madrid, donde estudiaba, para poder correr con el 127 de mi madre. En total fuimos cuarenta coches, una barbaridad, y muchos de los que participaron siguen siendo amigos míos a día de hoy. Por aquel entonces ya me encantaban los coches: había trabajado en un taller como chico de los recados, lavando coches y yendo a los circuitos. Al año siguiente creé la Escudería Etcétera para repetir el formato y así hasta formar el Campeonato Madrileño de Slalom. Luego corrí en el Trofeo RACE de Turismos, hice subidas de montaña, rallys… A nivel organizativo hicimos pruebas regionales, como el Rallye San Martín Cadalso o el Aymair.
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