El 911 RSR es la cúspide en la
evolución del 911 y acumula toda la experiencia para Le Mans
El Porsche 911 RSR es
el 911 más rápido de la historia en pista. No es el 911 más potente de todos
los tiempos, mérito que corresponde al 911 GT2 RS, ni el más veloz en línea
recta (el 935 alcanzó 367 km/h en la calificación de las 24 Horas de Le Mans de
1978), pero en un circuito de competición superaría con claridad a todos sus
"hermanos", presentes y pasados. Y les vencería tanto a una vuelta,
como en una carrera de larga duración.
Este modelo es la cúspide en
la evolución del 911 y se ha aplicado en él toda la sabiduría y experiencia en
competición de Porsche. 449 unidades de las diferentes generaciones del 911 han
participado hasta la fecha en las 24 Horas de Le Mans, que han logrado dos
triunfos absolutos (en 1979 y 1998) y 49 victorias en su categoría. El 911 RSR
lleva en sus genes algo de cada uno de ellos y el espíritu de competición de la
marca.
Aunque mantiene el 85% del
bastidor principal de un Porsche 911 de calle, el RSR explota al máximo el
reglamento LMGTE y ha evolucionado la mayoría de sus componentes para lograr la
máxima eficacia en pista. Estas son las diez claves que convierten a la última
creación de Porsche Motorsport en el 911 más rápido de todos los tiempos.
1. Velocidad máxima
El Porsche 911 RSR no es el
911 con la mayor velocidad máxima. El GT2 RS tiene una velocidad punta
homologada de 340 km/h y el Porsche 935 registró unos impresionantes 367 km/h
en la calificación de las 24 Horas de 1978, siendo el coche más veloz en
aquella edición, por delante de los prototipos.
El actual 911 RSR marcó una
velocidad máxima de 302 km/h el año pasado en Le Mans. Pero esta cifra puede
engañar, puesto que ya no existe aquella enorme recta de Hunaudières sin
chicanes en la que el 935 "volaba". Y, respecto al 911 GT2 RS de calle,
el RSR tiene los desarrollos de cambio y la aerodinámica ajustados para
conseguir la mayor eficacia en circuito, no para obtener la mejor velocidad
punta posible. Para tener una referencia, el 919 Hybrid vencedor de la carrera
el año pasado registró 334,9 km/h.
2. Ritmo endiablado
En 2017, el 911 RSR número 91
(pilotado por Lietz / Makowiecki / Pilet) hizo su vuelta rápida en Le Mans
(3:51.149 minutos) a 211,9 km/h de velocidad media. En total recorrió 4.620,23
kilómetros en las 24 horas de carrera, 339 vueltas al Circuito de la Sarthe a
una velocidad media de 192,2 km/h.
En una carrera tan larga, en
una pista tan especial y con muchas horas de conducción nocturna, es un ritmo
escalofriante para un coche derivado de un modelo de serie. Y son unas cifras
no demasiado lejanas a las de los sofisticados prototipos. La vuelta rápida del
919 Hybrid fue de 3:19.172, a 245,6 km/h de media, y el ganador de las 24 Horas
de Le Mans de 2017 recorrió un total de 5.001 km a 208,2 km/h de velocidad
media.
3. Construcción ligera
La tecnología de materiales
desarrollada por Porsche permite al 911 RSR tener una base muy ligera. Esto da
libertad a los ingenieros para colocar lastres en el lugar elegido, con los que
modificar el reparto de pesos y el centro de gravedad, para llegar al peso
mínimo impuesto por los órganos reguladores. En esta edición de Le Mans, el 911
RSR tiene marcado un peso mínimo de 1.242 kilos en la categoría LMGTE Pro. Como
referencia, un Porsche 911 GT2 RS de calle pesa 1.470 kilos.
Desde el chasis con aceros de
alta resistencia y aluminio, procedente de un Porsche 911, pasando por el motor
ultraligero, la carrocería de fibra de carbono o el magnesio en la caja de
cambios, cada una de las más de 5.000 piezas del 911 RSR ha sido creada con el
concepto de diseño ligero de Porsche.
4. Aerodinámica computerizada
El actual Porsche 911 RSR es
la evolución más extrema del 911, un desarrollo que ha venido determinado por
la normativa LMGTE. Aprovechando el reglamento, los ingenieros de Porsche han
reubicado el motor, situándolo por delante del eje trasero, gracias a lo cual
se consigue más espacio para los elementos aerodinámicos. Entre todos ellos
destacan el enorme difusor y el alerón trasero, derivado directamente del
empleado en el prototipo LMP1. El alerón trasero del Porsche 911 GT2 RS genera
340 kilos de carga aerodinámica a 340 km/h, que aumentan a 450 kilos con la
configuración racing. En el RSR esta cifra aumenta considerablemente.
Se ha aplicado lo aprendido en
el Porsche 919 Hybrid, ganador de las últimas tres ediciones de Le Mans,
trabajando cientos de horas en el ordenador con avanzados programas de dinámica
de fluidos y probando modelos en el túnel de viento de Porsche en Weissach.
5. Motor eficiente
El motor del Porsche 911 RSR
es el bóxer de seis cilindros atmosférico más avanzado y eficiente de la
historia de Porsche. Tiene un nuevo diseño ultramoderno y ligero creado en
2017, y cuenta con inyección directa de gasolina y una ligera y fiable distribución
rígida de las válvulas. Los ingenieros eligieron esta configuración porque pesa
hasta 40 kilos menos que un motor turboalimentado y tiene menos componentes
susceptibles de sufrir problemas en una carrera de resistencia.
Con 4 litros de cilindrada, alcanza
los 510 CV con la brida de admisión impuesta para Le Mans (de 30,9 mm),
potencia que podría incrementarse notablemente si no tuviera limitada la
admisión. Una de sus grandes virtudes es el consumo, muy bajo para un motor de
este tipo, algo clave en una carrera de 24 horas. Por reglamento, el depósito
de combustible tendrá 95 litros de capacidad este año.
6. Transmisión ultraligera
La transmisión y la caja de
cambios del Porsche 911 RSR han sido diseñadas específicamente para el nuevo
motor bóxer. Al partir de cero, se aplicaron los últimos avances en
construcción ligera, reduciendo el número de piezas y utilizando materiales
como el magnesio para la cubierta de la caja de cambios. El cambio secuencial
de seis velocidades está gobernado con actuadores electrónicos mediante levas
en el volante. El embrague de carreras es de triple disco de carbono y cuenta
con diferencial autoblocante con unidad viscosa.
7. Fiabilidad demostrada
En carreras de resistencia no
sólo hay que ser rápido, también hay que llegar hasta la meta sin problemas
técnicos o habiendo sabido solventarlos. El Porsche 911 RSR llegó a su primera
carrera, en el campeonato IMSA de 2017, con más de 35.000 kilómetros de test a
sus espaldas. Ahora, con más de una temporada de experiencia y tres victorias
absolutas en GTE, este modelo se presenta en Le Mans con la fiabilidad como una
de sus grandes virtudes.
Además, está diseñado para un
sencillo desmontaje y acceso a los principales componentes mecánicos. Los
paneles de carbono de la carrocería se retiran con facilidad, se han
simplificado los cambios de puesta a punto en las suspensiones y al motor se
accede desde el habitáculo y retirando parte del fondo plano.
8. Chasis más equilibrado
Otro apartado que ha sido
diseñado desde cero en el actual 911 RSR son las suspensiones. La nueva
disposición mecánica y la superior carga aerodinámica permiten un menor, y más
equilibrado, desgaste de neumáticos que ha tenido un Porsche 911. Esto da la
posibilidad de mantener un ritmo elevado en los relevos largos y reducir el
número de cambios de neumáticos.
Para aprovecharlo al máximo se
ha creado un tren delantero muy ancho, con suspensiones de doble triángulo,
esquema que también se aplica en el eje trasero. Ambos ejes cuentan con
amortiguadores de cuatro vías, muelles dobles y estabilizadoras ajustables. Los
neumáticos son unos enormes Michelin de 30 centímetros de anchura delante y de
31 cm detrás. La frenada se asegura con discos de 390 milímetros, con conductos
de ventilación directos y potentes pinzas de seis pistones en el tren
delantero, mientras que en el trasero se usan discos ventilados de 355 mm y
pinzas de cuatro pistones.
9. Electrónica de vanguardia
Para crear el 911 más rápido
de la historia todos los sistemas son importantes, incluidos los eléctricos.
Decenas de sensores repartidos por el coche ofrecen información inmediata,
gestionada por una avanzada unidad central Cosworth. En el volante
multifuncional de fibra de carbono hay un display con diferentes pantallas, que
aportan toda clase de información al piloto. El sistema de iluminación, clave
en la noche de Le Mans, es de tecnología LED, tanto en las luces delanteras
como en las traseras. En el cockpit hay luz negra para que el piloto pueda ver
sin molestias. El ajuste eléctrico de los espejos tiene memoria para cada
piloto y hay un ligero panel de mandos de membrana en la consola, así como aire
acondicionado e, incluso, el importante sistema de bebida.
10. Última tecnología de
seguridad
La seguridad es vital para
Porsche y el 911 RSR dispone de un novedoso sistema que ayuda a los pilotos a
evitar colisiones. Como la visión trasera desde el cockpit queda prácticamente
anulada, se ha desarrollado un sistema de asistencia con cámara trasera y radar
anticolisión. El piloto recibe información constante de los coches que se
aproximan por detrás, con alertas de colisión y un sistema de indicaciones
sobre la proximidad y velocidad de otros competidores. De esta forma, se pueden
evitar los malentendidos con los rápidos prototipos LMP1 y LMP2, así como
controlar a los rivales de categoría de un modo más eficiente.
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