miércoles, 23 de mayo de 2018

LAS TEMPERATURAS EXTREMAS QUE SOPORTA SU COCHE: MOTORES A 910 GRADOS, ASIENTOS Y VOLANTES A -40 ºC


Los coches pasan por múltiples pruebas antes de llegar al mercado a fin de corroborar la calidad de sus materiales y la consecuente seguridad de los automovilistas en sus  desplazamientos. Entre los diversos test realizados en los laboratorios de las marcas, una de las asignaturas es 'jugar' con temperaturas dispares para garantizar que un coche pueda circular por lugares con condiciones climáticas muy diversas.


Para ello, tal y como relatan desde Seat, además de las exigentes pruebas en condiciones reales se hace uso de unas cámaras climáticas que permiten pasar del frío ártico a los 45 grados del desierto. Pero ¿qué temperaturas se llegan a alcanzar durante el proceso de preparación de un coche?

1) Motores al rojo vivo a 910 grados. Esta es la temperatura que alcanzan los motores durante los ensayos, de 12 horas, previos a su fabricación. Se revolucionan hasta las 6.500 rpm para simular su vida útil en todo tipo de circunstancias. El objetivo es certificar la máxima potencia controlando el consumo y las emisiones.

2) Del frío ártico a los 45 grados del desierto.




Salpicaderos, asientos y volantes, entre otras partes del coche, se ponen a prueba en una cámara climática del Centro Técnico de SEAT. En su interior, las temperaturas oscilan entre los 40 grados bajo cero y los 110 grados positivos.

Los prototipos también se testan en condiciones reales de frío y calor. En un punto cercano al Círculo Polar Ártico, se someten a más de 60 análisis, 30.000 kilómetros a 35 grados negativos y un lago helado como pista de circulación. En el otro extremo del planeta, en una zona desértica, a 45 grados centígrados, se realizan pruebas de tracción, de aspiración de polvo y de circulación por gravilla. Con estos ensayos se quiere asegurar la resistencia y funcionalidad de todas las piezas.

3) Un asiento que alcanza los 40 grados.



Los asientos calefactables llegan a esta temperatura en 15 minutos. Para comprobar que la temperatura se distribuye de manera uniforme, se coloca el vehículo en una cámara a -20 grados centígrados y se analiza a través de una cámara termográfica. El objetivo, garantizar el confort del futuro conductor.

4) ¿A qué huele un volante a 60 grados?



El calor ayuda a diferenciar más fácilmente los olores. Por eso un equipo de especialistas del departamento de Calidad de SEAT, calienta el coche por encima de 60 grados para, luego, entrar dentro de él y comprobar cómo huelen los distintos materiales. El objetivo es detectar posibles olores que puedan llegar a resultar desagradables.

5) A 900 grados para garantizar la durabilidad.



Temperaturas altas para testar el vehículo, pero también para producir algunas de las piezas. Para la fabricación de los cambios de marchas, por ejemplo, es necesario fundir 15.000 toneladas de aluminio a 700 grados.

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