viernes, 11 de mayo de 2018

AMDA ALERTA SOBRE LA INSEGURIDAD DE LOS VEHÍCULOS DE MÁS DE 12 AÑOS

El parque de automóviles en España sigue envejeciendo y eso preocupa en AMDA, la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles. “Para los turismos, la edad media alcanza los 12 años, y esta se mayor en los vehículos comerciales ligeros hasta los 12,5 años y en los industriales es de que 14 años. Esta elevada edad media se traduce en que hay más de 7 millones de vehículos de más de 10 años circulando por nuestras carreteras y calles. Todos ellos en gran desventaja con los actuales en temas de seguridad activa y pasiva”, dice Moisés González, Presidente de AMDA.


Los modernos sistemas de asistencia a la conducción se basan en la utilización de sensores de proximidad, radares de media y larga distancia, cámaras de vídeo y procesadores para tratar toda esa información recibida.

Asistente de ángulo muerto: Este sistema emite un aviso visual en una esquina del retrovisor exterior izquierdo o derecho cuando se aproxima un coche por detrás hasta una distancia de 100 metros. Si además hemos activado el intermitente, el coche entiende que vamos a cambiar de carril y suma un aviso acústico para evitar una posible situación de peligro o colisión. Este sistema funciona gracias a dos radares situados en las esquinas posteriores del vehículo.

Control de crucero adaptativo: Gracias a los modernos radares de media y larga distancia combinados con otros sistemas del vehículo como el control de crucero y el Start/Stop, el control de velocidad adaptativo es capaz de detectar la presencia de un vehículo situado por delante del nuestro y adaptar su velocidad a éste. Cuando volvemos a tener vía libre recupera la velocidad programada. Hay dos tipos, uno que funciona de 30 a 200 km/h y uno de baja velocidad, pensado para los atascos, que es capaz de detener el coche por completo y reanudar la marcha.

Detector de fatiga: Sólo con los sensores del control de estabilidad (ESP) este asistente es capaz de localizar periodos de inactividad en la dirección seguidos de un movimiento brusco. Esto se une a la velocidad, la hora y el tiempo de conducción para calcular si es necesario avisar al conductor de su exceso de fatiga y recomendarle un descanso. Es el asistente más económico y uno de los más eficaces.

Asistente de mantenimiento de carril: Necesita una cámara para leer las líneas de la carretera y avisa al conductor con vibraciones en el volante, en el asiento o de forma acústica. La alerta se activa cuando las ruedas pisan las líneas que delimitan el carril si no se ha conectado el intermitente correspondiente porque entiende que se trata de un cambio de carril involuntario. Dependiendo del modelo también puede actuar sobre la dirección y mantener el vehículo en el centro del carril durante unos segundos. Después se desconecta emitiendo un sonido porque no se trata de un sistema de conducción autónoma, sólo actúa en situaciones de posible peligro y es el conductor el que debe guiar el coche en todo momento.

Asistente anticolisión: Evita las colisiones por alcance por debajo de 30 km/h, las más comunes en circulación ciudadana y atascos. El asistente detecta el vehículo que nos precede, calcula su velocidad y la nuestra, en caso de que nos acerquemos demasiado deprisa, aproxima las pastillas de freno a los discos para reducir el tiempo de reacción en unas milésimas de segundo muy valiosas. Además emite diferentes avisos al conductor dependiendo del modelo (acústicos, visuales o en forma de tirones del cinturón de seguridad). Si finalmente el conductor no reacciona, el vehículo tensa los cinturones de seguridad y frena él solo para evitar el alcance.

Frenada de emergencia: En caso de realizar una frenada de emergencia, los vehículos equipados con sistema de frenada electrónica son capaces de multiplicar la presión del pedal de freno para evitar la inminente colisión. Además suelen mantener esa presión unos segundos para evitar el rebote si somos alcanzados por detrás y conecta las luces de emergencia para avisar del peligro.

Visión nocturna: Este sistema mejora la profundidad de campo en conducción nocturna y, según modelos, es capaz de detectar obstáculos y diferenciar entre ellos (peatones o ciclistas). Además de una cámara especial necesita una pantalla para mostrar al conductor las imágenes. La situación ideal para esta pantalla es en el cuadro de instrumentos así apenas hay que desviar la mirada de la carretera. Si este asistente es capaz de discriminar entre los diferentes obstáculos, los marca con un icono para avisar al conductor de su presencia.

Detección de peatones y ciclistas: El funcionamiento es parecido al de los sistemas de visión nocturna con reconocimiento de diferentes tipos de obstáculos, pero funciona también de día. Discrimina los peatones y ciclistas entre el resto de obstáculos, los marca en la pantalla avisando de su presencia y es capaz de frenar si existe riesgo de atropello.

Asistente al aparcamiento: Quizá sea el más conocido, gracias a sensores de ultrasonidos es capaz de detectar un espacio para aparcar el coche en línea y/o en batería, dependiendo del modelo, y girar el volante para hacer la maniobra. El conductor debe manejar el cambio, los pedales y vigilar el entorno para evitar posibles atropellos. Hay modelos que garantizan un correcto aparcamiento en línea en un hueco sólo 20 centímetros mayor que el vehículo. Cada vez es más común que también realicen la maniobra para reincorporarse a la circulación, indiquen la aproximación de vehículos si salimos de un estacionamiento en batería marcha atrás y que la información enviada al conductor se complemente con cámaras de vídeo traseras, delanteras e incluso laterales. Además ya hay versiones con sensores laterales para evitar colisiones con columnas o bolardos

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