Casi el 20% de los conductores
se encuentran en pleno tratamiento farmacológico, lo que en algunos casos eleva
el riesgo de sufrir un accidente
El uso de ciertos medicamentos
es muy habitual en una amplia mayoría de la población para mitigar problemas de
salud comunes. El problema reside en que, muchos de estos medicamentos, tienen
componentes que pueden afectar a las capacidades de las personas al conducir.
Algo de lo que generalmente no son conscientes, o a lo que no se presta
atención.
Hasta un 5% de los accidentes
de tráfico tienen relación de alguna manera con el consumo de medicamentos a
pesar de las advertencias. Y es que estos productos, aunque ayudan a curar
ciertas dolencias y enfermedades, también pueden ser muy perjudiciales a la
hora de mantener la atención en la carretera.
Como medida de prevención, cualquier
persona que se encuentre bajo un tratamiento farmacológico y se disponga a
conducir, debería informarse correctamente de si dicho medicamento reviste
algún tipo de peligro. No todos tienen los mismos efectos ni en la misma
proporción, por lo que la documentación es la clave para evitar posibles
consecuencias.
Cómo afectan los medicamentos
en la conducción
Desde la web especializada en
salud, Tratamiento y Enfermedades, ofrecen una valiosa información sobre cómo
afectan los medicamentos a la conducción. No obstante, siempre es recomendable
preguntar acerca de cada medicamento concreto. Entre los efectos más habituales
de los medicamentos en la conducción, se encuentran: disminución de los
reflejos y aumento del tiempo necesario para reaccionar, somnolencia acompañada
de un efecto sedante que puede dar lugar a distracciones, percepción alterada
de la realidad y de las distancias, hiperactividad y nerviosismo, capacidad
auditiva y visual disminuidas o alteradas, fallos en la coordinación de las
manos y piernas, alteraciones neurológicas como espasmos y alucinaciones,
confusión, aturdimiento, etc.
El nivel de efecto dependerá
de cada medicamento, de la dosis, y de las características del propio paciente.
Por eso, es necesario extremar la precaución antes de conducir bajo los efectos
de un medicamento.
Cuáles son los medicamentos
que más afectan para conducir
No todos los medicamentos
tienen efectos negativos o de ningún tipo en la conducción, pero sí es
aconsejable conocer aquellos que se consumen de forma habitual y que afectan a
la hora de coger el coche: ansiolíticos, somníferos, antidepresivos, analgésicos,
anestésicos, antihistamínicos, antibióticos, antigripales, antimigrañosos y
antitusivos.
Además, estos medicamentos se
clasifican en cuatro categorías dependiendo del nivel de afectación a las
capacidades de las personas. Según esta clasificación, en la categoría 0 se
encontrarían los medicamentos seguros, que no afectan a la conducción; en la
categoría 1 se encontrarían aquellos que llevan una advertencia pero que
afectan de manera leve; en la categoría 2 estarían los que afectan
moderadamente a la conducción y que requieren una consulta con el médico; y en
la categoría 3 estarían los que afectan notablemente a la conducción y que
implican cesar con la actividad hasta que el médico no diga lo contrario.
Medicamentos que no afectan a
la conducción
En el otro lado, se encuentran
algunos medicamentos que son completamente seguros y que no afectan a las
capacidades de las personas para coger el coche. Por ejemplo, el paracetamol y
el ibuprofeno, que son dos de los medicamentos más consumidos y demandados en este
país, no revisten ningún peligro a la hora de conducir. No obstante, siempre es
mejor evitar esta práctica en la medida de lo posible cuando se esté bajo un
tratamiento, y consultar siempre a un médico profesional para asegurarse de que
el viaje no tendrá ninguna sorpresa desagradable.
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