Descubrimos los secretos del coche protagonista del WorldSBK 2017 a través de sus dos pilotos, Nicola y Cristian
Asegurar que la pista esté en
óptimas condiciones y acompañar a las motos en la vuelta de calentamiento,
principales funciones de este coche
El modelo SEAT León de serie,
con una aceleración de 0 a 100 en menos de cinco segundos, cumple con los
requisitos de versatilidad y potencia de los safety car
13 carreras alrededor del
mundo, siete fabricantes, 28 motos en pista y dos coches custodiando la
carrera. Cristian Siso y Nicola Cursi se ponen al volante de los safety car en
el Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike. Hace 4 años que los dos pilotos,
apasionados del motor y expertos en conducción segura, trabajan juntos: “Somos
los ojos de dirección de carrera sobre la pista”, comenta Nicola mientras se
preparan para entrar en acción en el circuito francés de Magny Cours. “Nos
pasamos 10 meses al año viajando. Así que esto no es un trabajo, es una forma
de vida”, sentencia Cristian.
- Cuatro ruedas ven más que dos: Los dos SEAT
León CUPRA son los primeros en pisar cada circuito. Se encargan de revisar que
el pavimento esté en óptimas condiciones para que las motos puedan circular: “A
veces se desprenden trozos de goma de los neumáticos. Si se queda en la pista
podría ser peligroso”, comentan los pilotos.
- Comisarios, en posición: Antes de que las
motos salgan a pista, los pilotos del safety car se encargan también de hacer
una vuelta rápida y revisar que los comisarios estén en la posición correcta.
Paso necesario para empezar la carrera.
- “Coche 1 llamando a coche 2”: Ya con las motos en la pista, el segundo
safety car acompaña a las motos en la vuelta de calentamiento y el safety car 1
lo hace en la vuelta rápida. Los vehículos “siempre vamos acompañados de un
médico por si fuera necesario en caso de accidente”, comenta Cursi.
- Cuestión de segundos: El SEAT León CUPRA es un modelo de serie
capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de cinco segundos. “Las motos son muy
rápidas, es necesario que el coche que conducimos sea también potente y que
tenga una buena aceleración”, explica Siso. De hecho, este automóvil puede
llegar a alcanzar los 250 km/h en pista.
- Hasta 600 km por competición: Revisando el
estado de la pista, realizando cronometrajes o efectuando las vueltas de
calentamiento. Los recorridos que realizan los dos safety cars para garantizar
la seguridad de una carrera pueden llegar a los 600 km. “Y eso contando que no
tengamos que salir, cosa que por suerte no ha pasado esta temporada”, añade
Cristian Siso.
- 13 carreras y cuatro continentes: Humedad
del 90% en Tailandia, 45 grados de temperatura en Qatar o lluvia y pavimento
mojado en el trazado de Francia. Los coches “se tienen que adaptar a todas las
condiciones climatológicas. Es algo imprescindible para asegurar nuestra
seguridad y la de las motos”, comenta Cursi.
- Concentración y sangre fría: Hacia la quinta
o sexta vuelta, cuando se dé por empezada la carrera, los coches de Nicola y
Cristian aguardarán fuera de la pista, pero con la mirada puesta en la
competición. “Sólo intervenimos si, en caso de accidente o cualquier otra
causa, la competición se detiene y se tiene que reanudar”. Se necesita
“concentración y precisión” para poder actuar en caso de que fuera necesario,
apostilla Siso.
- Una forma de vida: Estos pilotos viajan 10
meses al año alrededor del mundo. Un trabajo que se convierte en una forma de
vida. “Es un trabajo que te tiene que gustar porque compromete gran parte de tu
día a día”, añade Siso. “Mi vida transcurre dentro del coche así que éste es
casi como una parte de mi, un amigo”.
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