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De esta forma, los datos de la
consultora experta en vehículos de ocasión ponen de manifiesto que si bien en
2007 estos coches, caracterizados por un mayor coste en mantenimiento, seguro y
consumo, apenas representaban un 5% de la oferta total de usados, diez años
después prácticamente triplican su cuota.
El cambio de fiscalidad que
entró en vigor en enero de 2008 y que modificaba el impuesto de matriculación
gravando por tramos los vehículos en función de las emisiones de CO2 contribuyó
en gran medida a fraguar este cambio de tendencia. La rebaja de la carga
impositiva hasta llegar a la exención en el caso de los modelos de menos de 120
gramos incentivó a los conductores a cambiar sus contaminantes vehículos por
modelos de menor categoría y motorización.
Así, esta reforma fiscal,
unida al veto que ciudades europeas como Berlín o Londres llevan imponiendo
desde 2008 a los coches de mayor tamaño para hacer de sus centros históricos
entornos más limpios y que inspira los proyectos de movilidad de las principales
urbes españolas, explica en gran parte que estos todoterrenos ligeros supongan
hoy por hoy cerca del 14% de la oferta en el mercado de usados.
Como no podía ser de otra
manera, este aumento progresivo de la oferta de SUVs de segunda mano ha llevado
aparejado una reducción paulatina del precio medio de compra, que en esta
última década cayó del orden de un 15%. Así, si en 2007 los conductores que
acudían al mercado de usados con la aspiración de comprarse uno de estos
modelos, símbolo de un elevado estatus social, pagaban una media de 22.590
euros, hoy por hoy cumplir ese sueño les cuesta poco más de 19.000 euros; una
cantidad que, a pesar de todo, sigue siendo alrededor de un 35% más elevada que
la media de un VO en el mercado.
Cuadro 1. Evolución de la
oferta y del precio de los SUVs en el mercado de usados
Un reflejo del mercado de
nuevos
Por otro lado, los datos de
AutoScout24 también revelan que el mercado de usados no deja de ser un reflejo
del de nuevos. De esta forma, si bien en 2007 los todocaminos representaban
apenas el 9,6% de las matriculaciones, ahora suponen un 33%, dado que las
empresas, que actualmente tiran del mercado ante el estancamiento de los
particulares, se han fijado en él como opción principal para renovar la flota
por su versatilidad, ya que no sólo adaptan su conducción a cualquier terreno
sino que permiten mayor capacidad de carga, a la vez que proyectar una imagen
de compañía de vanguardia.
La tendencia del SUV entre las
empresas, que según los datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO)
renuevan flota cada seis años de media permitiendo que sus coches usados
engrosen la oferta del mercado de ocasión, también explica este incremento de
la oferta de todocaminos de segunda mano, que sólo en el último año aumentó en
un 14,7%.
Según el director general de
AutoScout24, Gerardo Cabañas, “el segmento del crossover vuelve a vivir una
época dorada en este periodo postcrisis. Es verdad que el final de la burbuja
inmobiliaria puso en jaque el estilo de vida de muchos españoles que, cuando
las cosas vinieron mal dadas, tuvieron que deshacerse de un patrimonio difícil
de mantener, provocando ese trasvase al mercado de ocasión, pero es que las
marcas vuelven a apostar por estos modelos ante la presión de la demanda, sobre
todo de las empresas, lo que sin duda se reproducirá en el corto plazo en el
entorno de los usados”.
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