Evitar carreteras
secundarias, salir sin marcar una hora de llegada, planificar descansos o huir
de las horas centrales del día son imprescindibles durante la operación salida
de verano, según los expertos de Help Flash.
Julio dispara los
desplazamientos masivos por carretera. Millones de personas parten hacia su
destino playero o a cualquier lugar donde descansar y desconectar de la rutina.
Comienza la operación salida y así arrancan los viajes masivos por carretera,
los atascos y las retenciones de toda índole. En concreto, este verano están
previstos 89 millones de desplazamientos, un 4,6% más que el año pasado. Este
incremento de vehículos lleva aparejado un aumento de siniestralidad en las
carreteras, según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT). De
hecho, el año pasado con 253 fallecidos entre julio y agosto se vivió el peor
verano en las carreteras desde el año 2012.
Para evitar que cifras como
estas vuelvan a repetirse, la startup viguesa Help Flash ha elaborado un
decálogo con el fin de prevenir posibles contratiempos y evitar atascos
innecesarios, que colmen la paciencia de cualquier viajero:
Revisa el vehículo en un
taller especializado: Además de asegurarse de que el aire acondicionado está a pleno
rendimiento, también un profesional debe examinar todos los elementos del
motor, así como los niveles de aceite, refrigerante, pastillas de freno o los
sistemas de dirección y suspensión. Tampoco hay que olvidar el estado de los
neumáticos, en contacto directo con la carretera. Conviene revisar su presión
cuando el maletero esté lleno mediante los nanómetros ubicados en las
gasolineras, ya que el peso influye en la seguridad de las ruedas. Un automóvil
en buen estado es indispensable para garantizar la seguridad de sus ocupantes,
sobre todo en España donde la edad media de los turismos continúa envejeciendo
y alcanza ya los 13,4 años.
Ten hora de salida, pero no
de llegada. Evitar las horas punta con mayor aglomeración de vehículos es
objetivo común de todos los que emprenden un viaje. Sin embargo, no hay una
varita mágica que vislumbre la mejor hora de salida. Eso sí, terminar la
jornada laboral y emprender el viaje es un grave error de los conductores
motivado por el afán de aprovechar cada minuto de ocio. Sin embargo, conducir
sin descansar y hacerlo durante más de dos horas seguidas implica menor
concentración. Especialmente si se suma un posible madrugón a las espaldas y si
hay retenciones.
Tan importante como la hora
de salida es no establecer una hora de llegada. Hacer paradas cada dos horas
para estirar las piernas, desentumecer el cuerpo y despejar la cabeza son
imprescindibles para desconectar y evitar que el viaje tenga terribles
consecuencias. Fijar el horario al destino determinará la conducción y la
velocidad a la que se circula, además de generar estrés y ansiedad en el
conductor y en el resto de pasajeros del vehículo.
Revisa el reglamento de
seguridad. Para evitar que la ITV caduque en mitad del viaje, que las sanciones
al volante impidan disfrutar de un día más de playa o se desate el caos al no
saber cómo actuar ante una emergencia, debe revisarse la normativa de seguridad
vial antes de emprender la marcha. Esta lectura permitirá recordar al conductor
que no sólo es necesario llevar en vigor la documentación del vehículo, sino
también tener el chaleco reflectante en el interior del mismo para que, en caso
de necesidad, sea visto si necesita abandonar el vehículo.
Ver y ser visible en la
carretera son igual de importantes. Los puntos muertos, la agilidad del
movimiento y la escasa iluminación son factores que juegan en contra una vez
que comienza a esconderse el sol y hay que descender del vehículo o
estacionarlo ante una emergencia. Por lo tanto, hay que tener siempre presente
cómo fomentar la visibilidad en la carretera.
Consulta rutas alternativas.
No es que todos los caminos lleven a Roma, pero sí existen alternativas para
llegar al destino vacacional. Quizá implique algún kilómetro más o límites de
velocidad más estrictos, pero serán más rápidas que estar parado por
retenciones durante horas en la autovía. En caso de buscar otras opciones, hay
que tener en cuenta que, aunque exista menos tráfico, seguramente haya más
camiones, dado que tienen prohibido circular por autopistas y autovías en plena
operación salida.
Usa el carril de la derecha.
Para evitar sanciones y mejorar la fluidez del tráfico, los conductores deben
circular por la derecha y emplear el resto de carriles para adelantar o cuando
la densidad del tráfico haga necesario repartirse. De este modo, no sólo se
evita la ralentización del tráfico o frenazos innecesarios, sino también un
flujo de circulación uniforme.
No sobrecargues el vehículo.
Tras meses planificando las vacaciones, nadie quiere que una maleta mal
colocada arruine su viaje. No hace falta ser un experto en física para saber
que los objetos multiplican su peso en caso de ser proyectados a alta
velocidad. Así la carga se debe distribuir de manera uniforme, colocando los
objetos de más peso al fondo del maletero y, en último lugar, situar aquellas
cosas que se puedan necesitar en una parada.
Extrema la precaución.
Mantener la distancia frontal de seguridad o ir atento a lo que ocurre dos o
tres coches por delante es imprescindible para anticipar imprevistos y permitir
que se incorporen nuevos vehículos a la vía. Además, conviene evitar el cambio
constante de carril mediante el zigzag o acelerar en el momento en que aparece
un tramo de tráfico más fluido, se puede presentar una nueva retención sin que
se disponga de tiempo para frenar.
Ahorra combustible. El
control de velocidad es un buen método para evitar multas inesperadas, además
de garantizar el ahorro de combustible. No provocar acelerones o frenazos
bruscos, no abusar de marchas cortas y realizar cambios de marcha rápidos ayuda
a que el vehículo no pierda mucha velocidad en el proceso y, por lo tanto, a
que consuma menos combustible. Asimismo, la aerodinámica del coche empeora con
las ventanas abiertas, por lo que conviene usar el aire acondicionado cuando se
circula rápido.
Cuida la alimentación y cero
alcohol y drogas. Las comidas copiosas y pesadas, así como la medicación,
pueden producir somnolencia y disminución de la capacidad de atención al
volante. El conductor debe ir cómodo y permanecer alerta ante lo que ocurra en
la carretera por lo que debe usar un calzado adecuado que mantenga el pie
sujeto, ropa fresca y contar con bebidas frías que favorezcan la hidratación,
sobre todo en las horas de más calor. Nada de consumir alcohol o drogas antes
de ponerse al volante.
Carga la batería. No sólo la
del vehículo, también la de los smartphones y el resto de dispositivos
tecnológicos que puedan ser aliados para salir de una emergencia, obtener
información sobre el estado de las carreteras, rutas alternativas para evitar
atascos o entretener a los más pequeños durante un largo viaje.
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