Cuando empezó la aventura del
automóvil, las particularidades de su funcionamiento con ruido y vibraciones entre
otros aspectos inherentes a su marcha, a lo que se añadían las vías de tránsito
que exigían la máxima atención, no era fácil que el conductor pudiese perder la
atención.
Con las siguientes evoluciones
técnicas se han ido reduciendo tanto estos detalles, que rodando en carretera
recta puede que el conductor perciba mínimamente las sensaciones de que está
circulando en un automóvil.
toda la información en TECNOLOGÍA DEL AUTOMÓVIL
Si además la ruta es recta con
poco tráfico y en autopista el conductor puede ir perdiendo la atención, e
incluso empezar a tener síntomas de somnolencia.
Si los detecta a tiempo y es
consciente del riesgo parará para despejarse y seguir en mejores condiciones la
marcha. Pero el riesgo de perder la atención unos instantes está presente,
sobre todo en viajes, por lo que es importante estudiar la posibilidad de
informar al conductor de la situación, más cuando se están incluyendo en el
automóvil equipamientos de ayuda a la conducción ADAS.
El final de este recorrido
será el coche autónomo, que podrá circular sin necesitar que lo dirija una
persona, pero para esto aún falta tiempo. Vamos a explicar como se puede avisar
al conductor de que está perdiendo la atención, bien por distracción o
somnolencia.
Circulación en recta; con
actuaciones del conductor
Es la situación que tiene más
riesgo ya que el conductor prácticamente parece que no ha de hacer nada, pero
en realidad no es así, y de estas acciones que ha de llevar a acabo parte el
primer sistema del control de atención.
Circulando en recta se van
produciendo mínimos desvíos que requieren ligeras correcciones con el volante
de forma prácticamente continua y que ha de ir haciendo el conductor. Estas
actuaciones muy frecuentes son detectadas por pequeños giros del volante.
Para aprovechar la información
que deriva de estas actuaciones del conductor se incorpora un calculador de
fatiga del conductor CFC, o se integra esta función en alguno de los que ya
equipa el automóvil. El calculador implicado recibe información del sensor de
giro del volante, en las imágenes está en la caja de dirección, y está
configurado para valorar si la frecuencia de correcciones es la lógica según el
recorrido, y lo deduce por la posición media del volante.
Si las actuaciones del
conductor sobre el volante se mantienen en el valor medio previsto, el sistema
de control de fatiga del conductor no actúa al no detectar riesgo de merma de
atención.
Circulación en recta; sin
actuaciones del conductor
Se ve en estas imágenes como
el conductor da unas cabezadas perdiendo atención en la carretera. Al no hacer
las correcciones con el volante con la frecuencia acorde al recorrido, el
calculador de control de fatiga del conductor CFC detecta falta de atención,
iniciando el o los procesos de llamadas de atención, suele ser mediante avisos
acústicos progresivos hasta que el conductor inicia los movimientos adecuados
sobre el volante.
Si la pérdida de atención
detectada es valorada como importante o se repite, el sistema puede iluminar un
testigo en el cuadro proponiendo una parada para descansar, se representa en el
cuadro mediante una taza de café parpadeando acompañada de un aviso acústico.
Según el equipamiento del
automóvil el sistema CFC puede ser activo, iniciando automáticamente las
correcciones de dirección oportunas para facilitar e indicar los procesos al
conductor.
Esta función puede estar
combinada con el sistema “Control de salida de carril”, se explica con otros
sistemas más en el artículo de esta sección de “Actualidad” del blog
“Complementos de seguridad activa”.
Complemento con cámara de
vídeo
La información de pérdida de
atención al no realizar el conductor las correcciones pertinentes con el
volante que recibe el calculador de control CFC según la ruta, llegan cuando ya
se está produciendo la somnolencia o distracción, lo que puede requerir de
actuaciones rápidas del conductor tras ser avisado o del sistema activo si se
cuenta con este para corregir la situación.
Para agilizar la detección de
esta situación de riesgo se puede incorporar una cámara de vídeo dentro del
habitáculo, que controla los movimientos de la cabeza del conductor y del
parpadeo de los ojos.
Cuando las imágenes que recibe
el calculador de CFC indican el inicio de posible riesgo, se procede a avisar
al conductor, que al recibir la información antes está en mejores condiciones
para intervenir, incluso si han de actuar los sistemas activos lo podrán hacer
con menos brusquedad.
Se mantiene el complemento de
información aconsejando la parada para descansar si así lo considera el sistema
de control de fatiga del conductor.
Detector de fatiga del
conductor
Se representa en esta imagen
un sistema de detección de fatiga del conductor que informa de las actuaciones
sobre la dirección mediante el sensor de giro en el volante de dirección.
También dispone de cámara de vídeo controlando los movimientos del conductor
para detectar los síntomas de falta de atención lo antes posible. Se representa
también el aviso acústico de llamada de atención al conductor y la información
de parada a descansar aconsejable.
Además este automóvil dispone
de dos cámaras de vídeo delanteras que “leen” las líneas del carril, si alguna
rueda delantera se acerca en exceso a la línea de su lado avisa al conductor
para que intervenga, y se puede iniciar la autocorrección activa sobre el
volante de dirección según el equipamiento disponible.
Estas cámaras de vídeo
corresponden al sistema de control de salida de carril. Este sistema, el de
detección de fatiga del conductor y otros más relacionados con el mantenimiento
de la trayectoria y riesgo de impacto, interaccionan entre sí para facilitar la
labor al conductor además de pre avisarle de situaciones de riesgo, que incluso
pueden corregir parcial o totalmente.
Este conjunto de ayudas a la
conducción ADAS forman parte del contenido tecnológico del coche autónomo.
Fuente: autastec.com
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