lunes, 20 de marzo de 2017

AIRBAG PARA MOTOS: ¿DEBERÍA SER OBLIGATORIO COMO EL CASCO?

Todo buen motorista sabe que en su cuerpo está su principal elemento de protección frente a los accidentes. Digamos que es su carrocería. Por lo que cualquier ayuda a reforzarla es buena. En España, el uso obligatorio del casco desde 1992 supuso un gran avance que permitió salvar vidas y reducir el número de lesiones. Y si ahora, en 2017, ¿fuese obligatorio llevar airbag para cualquier trayecto en moto?

Cualquier automóvil que se venda en España desde 2006 lleva por ley dos airbags frontales. Su uso desciende en un 30% el riesgo de accidente mortal con respecto a un coche que sólo disponga de cinturón de seguridad. Sin embargo, para las motos de cualquier cilindrada, y sus usuarios, el airbag es opcional.



¿Qué tipos de airbag para motos existen?
Airbag de carrocería. Su uso es residual, y casi se reduce al célebre pero muy exclusivo modelo Honda Goldwing.
Airbag de casco. Más extendido para los cascos de bicis, los airbag de moto son, exceptuando modelos de la marca APC, muy poco habituales.
Airbag de chaleco, o chaqueta. Son los más usados y sobre todo, y muy importante, están en constante evolución. Los airbags integrados en la ropa de moto se dividen según su mecanismo de accionamiento en:
-Sistema físico. Desde el chaleco o chaqueta hay un cordón flexible que se engancha al manillar, a la tija o al asiento de la moto. Cuando se produce la caída del motorista la clavija se desengancha y el airbag que llevamos alrededor de nuestro tronco, dentro del chaleco o la chaqueta, se infla. El tiempo de reacción del airbag está entre 100 y 300 milésimas (de segundo). Hay que estar tranquilos si por un descuido, al bajar de la moto, nos olvidamos de desengancharnos… El airbag sólo actuará si el movimiento es lo suficientemente brusco.

-Sistema electrónico. En este caso el airbag se acciona si los sensores y acelerómetros incluidos en él le indican si estamos cayendo de la moto a una velocidad equivalente a cuando se tiene un accidente. Su tiempo de respuesta se reduce a 25 milésimas. Es decir, 0,025 segundos. Mucho menos de lo que tardas en pestañear (aproximadamente, 300 -400 milésimas, por cierto).



Ventajas y desventajas de uno y otro sistemas de airbag
Ambos tipos de airbag son una opción estupenda. Sus diferencias radican en:

-El precio. En función del mecanismo, dentro del sistema físico, también llamado “hombre (o mujer, ¿no?) al agua”, hay chalecos desde 150 euros. Aunque lo mejor es optar por alguno que esté a partir de 300 euros. Mejor no escatimar en estos casos. Si optas por el electrónico, los precios suben. Puedes encontrar tanto en páginas especializadas de compra online, como en tiendas físicas, chalecos o chaquetas con airbag “electrónico”, desde unos 350 euros. Los hay mucho más caros puesto que también hay indumentaria que protegen cuello y cabeza. También hay disponibles en el mercado trajes completos con sistema de airbag incorporado cuyos precios son más altos, obviamente.

-Tiempo de reacción. Como vimos antes, ambos son rapidísimos. Y ambos garantizan que antes de caer al suelo o chocar contra algo, el airbag se ha inflado. El electrónico justifica su mayor precio por la extrema rapidez con la que actúa.

-Reutilización y recarga. En este caso, si el airbag se ha usado y no ha quedado dañado, puede usarse de nuevo con sólo sustituir la bombona de CO2 que los hincha. Los precios de recarga son muy similares para ambos tipos de sistema, a partir de unos 40 o 50 euros.

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No hay estadísticas fiables del porcentaje del uso de airbag. Demostrada la eficacia del airbag en chalecos y chaquetas, nos extraña que su utilización no esté más extendida.

Afortunadamente, cada vez hay más marcas y fabricantes sacando al mercado nuevos modelos. El precio, aunque consideremos que es abordable para cualquier motorista, sigue siendo el principal handicap para adquirirlos.

Si aplicásemos una de esas máximas que rigen los manuales de marketing donde se habla de cómo generar una necesidad de compra (para productos nuevos), simplemente se necesita que se ponga de “moda”. Creemos que argumentos como “salva tu vida” o “protégete contra lesiones graves” son lo suficientemente potentes como para ver chalecos y chaquetas con airbag con más frecuencia de la habitual.

Responden los moteros…


Roberto tiene 37 años y conduce una Suzuki VStrom DL 750. Usa su moto a diario para desplazarse al trabajo, unos 70 kilómetros diarios. Durante el fin de semana suele hacer alguna ruta por carretera de montaña. Se considera “motero” nivel medio, eso sí, no cambiaría por nada su método de transporte y disfrute siempre que pueda.



Sarah tiene 31 años y una Vespa LX 50 desde hace un par de años. Su uso es único y principalmente urbano, y por ahora no tiene pensado tener más letras en su carnet de conducir. Aún así, se muestra encantada con la practicidad que le brinda su “burrito” para moverse por las calles de Madrid a diario. Le gustan las motos eléctricas, aunque cree que aún no hay puntos de recarga suficientes como para plantearse la compra.

Tras su contexto motorista, queremos saber ahora su opinión respecto a una hipotética obligatoriedad del airbag para moto a través de chaquetas o chalecos. Les hacemos la siguiente batería de preguntas: ¿Tienes airbag para la moto? ¿Sabes lo que es el airbag de moto? ¿Consideras en un futuro su uso a diario? ¿Crees que debería ser obligatorio?

Ambos observan que es un elemento de seguridad óptimo aunque ninguno de los dos disponga de él.

Roberto ya había visto chalecos y chaquetas con airbag alguna vez en su tienda de confianza. Se lo ha planteado alguna vez, e incluso consideraría su compra en un futuro cercano.

Sarah entiende a la primera lo que es el airbag para moto y porqué su uso está más generalizado en forma de chaquetas o chalecos. Pero al no practicar una conducción ni deportiva, y ni mucho menos, agresiva, no está dentro de sus planes adquirir uno.

Con respecto a una supuesta y potencial obligatoriedad como en el caso de los automóviles, ambos coinciden. Aceptarían el hecho de su uso generalizado. Pero en el caso de Sarah sería un chaleco. Para Roberto la opción ideal sería una chaqueta con protección incluida para cuello y cervicales.

En definitiva, sin que estas opiniones sean representativas del “sentir general” de los motoristas, si que pueden resultar indicativas.


La opinión de quien esto escribe, un redactor de motor, es la siguiente: cualquier precaución es poca. Superado ese trauma que para muchos consistió tener que ponerse un casco para conducir una moto en los noventa, un elemento de seguridad más como una chaqueta o un chaleco con airbag no es algo descabellado. Su eficiencia está más que comprobada. Sí, tiene un coste añadido, pero completamente asumible.

Fuente: Circula Seguro.

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