viernes, 4 de noviembre de 2016

FIAT 124 SPIDER CELEBRA SU 50 ANIVERSARIO


Ayer el emblemático descapotable de Fiat cumplío 50 años. Desde su debut hasta la actualidad, se ha paseado por décadas decisivas del anterior siglo hasta llegar a nuestros días, siempre con elegancia y deportividad. En 1966 soñaba con California, en 2015 se presentó, precisamente en Los Ángeles, con un nuevo modelo evolucionado y emocionante. Ahora su estilo encarna la belleza clásica de su predecesor, manteniéndose fiel a sí mismo y fascinando a nuevas generaciones de fans.




El contexto

“El Salón de Turín bajo el signo del optimismo”: corría 1966 y títulos de este tipo acompañaban la 48 edición del evento que se celebró en el Palazzo delle Esposizioni. El Salón del Automóvil acogía al visitante con una inigualable exhibición de luces y colores. Desempeñaba un papel fundamental la pintura brillante de los automóviles que reflejaba sin cesar el resplandor de miles de luces de neón: son los años sesenta y una ola de euforia se extendía por todo el país. El endurecimiento de la política monetaria del bienio 64 - 65 se estaba relajando y en 1966 la producción de vehículos en Italia aumentó en un 8 %. Por otra parte, desde el comienzo de la década, se gastaron más de 650.000 millones de liras en renovar y desarrollar las fábricas, con el fin de satisfacer una demanda que crecía año tras año. Además de generar trabajo, el automóvil fue el principal indicador del bienestar de un país y de su grado de civilización. El deseo de poseer un automóvil era cada vez más común y legítimo, mientras permanecía, al mismo tiempo, una cierta mentalidad conservadora que veía el automóvil como un lujo efímero. Este último concepto resultó ser erróneo: hoy podemos afirmar razonablemente que el automóvil contribuyó a unir Italia acortando las distancias, favoreciendo los desplazamientos, ayudando a las personas a conocerse y a comprenderse. Un medio de transporte que también pudo haberse visto como un accesorio, pero que casi siempre fue una herramienta de trabajo, una tarjeta de visita y un trampolín para las ambiciones.

Entre los 515 expositores de 13 países diferentes, el stand de Fiat destacaba en el segundo pabellón por su amplitud: una oferta muy amplia, capaz de adaptarse a los gustos y a las necesidades más diversas, que en el Salón de Turín de 1966 se enriqueció aún más con tres nuevos modelos. El público pudo admirar el Fiat Dino, cuya producción se estaba iniciando en aquellos momentos, y los modelos que completaban la gama del 124. Un vehículo innovador, que mostraba un estilo original, un nuevo concepto de espacio, una técnica sofisticada y una seguridad cada vez más evolucionada. El Fiat 124 fue el resultado del compromiso de Fiat para que el uso de un automóvil veloz, capaz de transportar cinco personas y su equipaje con gran comodidad, fuera algo asequible para muchas personas.

En el Salón se presentó el Fiat 124 Familiar, pero ese 3 de noviembre sería recordado sobre todo por el Fiat 124 Sport Spider. Este modelo representaba la mejor evolución Fiat en el segmento de los vehículos descapotables de altas prestaciones pero asequibles, que la marca lideraba desde el final de la Segunda Guerra Mundial con el 1100 Spider de 1954, el 1200 y el 1500 de doble árbol de 1958, el 1500 S y el 1600 S de 1961. Con el 124 Sport Spider, Fiat se dirigía hacia un automovilista que buscaba prestaciones brillantes a un precio asequible: un automóvil deportivo y con una amplia difusión. La prensa de la época lo calificó como un auténtico “acontecimiento moderno” y no como un simple automóvil. Era moderno porque la necesidad de movilidad se satisfacía con un producto que lograba entusiasmar aun manteniendo un precio razonable, combinado con un estilo convincente y personal, prestaciones emocionantes y soluciones técnicas innovadoras, particularmente en el campo de la mecánica. El 124 Sport Spider era la evolución del 124 berlina, pero también fue un auténtico automóvil deportivo del que todo el mundo pronto se enamoró. Fiat eligió para este automóvil el diseño de Pininfarina, colaborador histórico del fabricante de Turín y nombre importante y respetado en todo el sector internacional del automóvil.

El 124 Sport Spider de 1966: nace una leyenda del automovilismo mundial

El modelo reinterpretaba gran parte de la mecánica del Fiat 124 berlina, pero se diseñó desde el principio con algunas características marcadamente deportivas. La marca Pininfarina aseguraba la elegancia del diseño y de los interiores y, en conjunto, el 124 Sport Spider se distinguía por la alta calidad general de los acabados, de los accesorios y de los colores. El vehículo medía 3,97 m de largo y la línea exterior resultaba moderna, sobria y bien proporcionada. La mirada seguía la vista lateral realzada por la forma del guardabarros trasero que se unía, bajando ligeramente, al delantero. El frontal era compacto y plano, aligerado por el hueco donde se alojaban los dos faros delanteros ligeramente retraídos. La toma de aire presentaba una forma hexagonal original, mientras que el parachoques era envolvente y sin aristas. La parte trasera se caracterizaba por dos aletas ligeramente inclinadas hacia arriba, formando una línea cóncava que se conectaba al perfil del maletero. Así pues, tenía el estilo y las proporciones más atractivas de su época: un automóvil bello entre el encanto de aquella época, que en el stand Fiat de ese noviembre de 1966 estaba representado por Miss Italia y Miss Sonrisa, y por la actriz Marisa Solinas. La capota tenía una luneta de vinilite y también incluía dos cristales laterales que se retraían cuando se abría la capota. La amplia superficie acristalada garantizaba visibilidad en cualquier dirección. Los resultados aerodinámicos permitían un vehículo apto para altas velocidades y, al mismo tiempo, un vehículo ágil en el tráfico urbano. El corte de las ventanillas y del parabrisas, los detalles de las manillas, de los faros, de las luces, los asientos y los colores, se caracterizaban por la búsqueda de la utilidad y la elegancia. Para la carrocería se habían diseñado cuidadosamente los interiores con asientos anatómicos, acabados en madera y un panel de instrumentos muy completo con velocímetro, manómetro eléctrico de aceite, termostato de agua y cuentarrevoluciones electrónico.

Manteniendo la misma tracción trasera, la versión Spider estaba fuertemente connotada por el motor 124AC.000, un cuatro cilindros en línea con diámetro y carrera de 80 y 71,5 mm respectivamente, con una cilindrada de 1438 cm3.  Un motor realmente brillante, gracias también a la culata de doble árbol de levas y válvulas en V, desarrollaba una potencia de 90 CV a 6500 rpm y alcanzaba una velocidad máxima de 170 km/h. El carburador era vertical de doble cuerpo y un sistema de doble filtrado del aceite garantizaba una mejor lubricación y una mayor duración. Otras características situaron al modelo entre los automóviles deportivos de gama alta: cambio de cinco velocidades de serie, neumáticos radiales y volante de dos radios de tipo deportivo. Este último estaba conectado a una caja de dirección con una columna en dos piezas, unidas por juntas universales, que garantizaban una alineación de marcha excelente. La elegancia de las líneas, las buenas prestaciones del motor, la estabilidad y la seguridad del modelo, que derivaba de los cuatro frenos de disco, del servofreno de depresión y de la presencia de la barra Panhard transversal para una mejor disposición de las cargas en curva, aseguraron desde los primeros meses un buen éxito comercial de segmento y de imagen. El 124 Sport Spider costaba 1.550.000 liras, casi medio millón más que la versión berlina. Las llantas de aleación “Cromodora” y el techo rígido estaban disponibles por un precio extra de 65.000 liras. Desde la primera serie hasta 1969 se fabricaron unas 25.000 unidades.

Pocos retoques para el sueño americano y el debut de la segunda serie

En 1966 los italianos cantaban con The Mamas & The Papas y soñaban con escapar de los cielos grises y alcanzar la libertad de una nueva vida en California.

Mientras tanto, debido a la buena respuesta del mercado, Fiat decidió trabajar en la evolución del modelo que se lanzaría en los EE.UU. en 1968, los norteamericanos se enamoraron de las proporciones y del estilo marcadamente italiano del Spider y también de su capota, que podía abrirse directamente desde el asiento del conductor con gran rapidez y fácilmente. En octubre de 1969, siempre en el Salón del Automóvil de Turín, debutó la segunda versión como parte de una renovación general de la gama. Mantenía la tracción trasera y todas las típicas y deportivas sensaciones de conducción, a pesar del creciente número de automóviles que adoptaban la tracción delantera y que debutaron precisamente durante esa edición del evento.

Podía montar el tradicional motor 1.4 o un nuevo propulsor 1.6. Nuevamente de cuatro cilindros, con doble árbol de levas en cabeza, estaba alimentado por dos carburadores verticales de doble cuerpo. La cilindrada aumentó a 1608 cm3 y las prestaciones eran aún más brillantes: desarrollaba 110 CV y permitía alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h. El sistema de frenos era de circuito independiente. Estéticamente, el vehículo lucía una nueva calandra con rejilla del radiador en forma de panal de abeja. La diferencia más evidente eran los dos significativos carenados con forma ovalada del capó, una especie de “jorobas” características destinadas a albergar el mayor volumen del nuevo motor. Se cambiaron los grupos ópticos traseros, que incluían la luz de marcha atrás. Los neumáticos radiales y la capota impermeabilizada enriquecían el equipamiento de serie y, como opcional, se disponía de la capota rígida y de las llantas de aleación ligera. También en octubre de 1969 Lucio Battisti estrenó su exitosa canción “Mi ritorni in mente”: “Te recuerdo/hermosa como eres/tal vez más que nunca”. No estaba dedicada al Fiat 124 Spider, pero podría haber sido así. El roadster evolucionó sin dejar de ser fiel a sí mismo, con su elegante línea diseñada por Pininfarina, sin dejar de cosechar éxitos: entre 1969 y 1972 se produjeron alrededor de 27.000 unidades.

Los efervescentes años setenta dieron la bienvenida a la tercera generación

Los setenta fueron años de colores fuertes y de grandes cambios culturales y sociales. Fueron años de libertad y transgresión, de agitación e innovación. Aparecieron por primera vez nuevos temas culturales como la función social de la educación, la relación entre estudio y trabajo, y la comunicación creativa, que siguen vigentes hoy en día. El extremismo político fue otra característica de aquellos tiempos. El desarrollo de la industria del automóvil oscilaba entre el estancamiento causado por la crisis del petróleo y el compromiso para el retorno a la máxima eficiencia de la producción y hacia la recuperación económica. La gama del Fiat 124 se presentó totalmente renovada, gracias a numerosas mejoras en la mecánica y en la línea que destacaban aún más las prestaciones, el confort y la elegancia de los modelos. Diseñado desde el principio en una perspectiva internacional, el 124 representó un importante punto de inflexión en la evolución de la producción de Fiat en el sector de las cilindradas medias y el comienzo de los años 70 marcó el apogeo de su éxito. Fiat introdujo una nueva generación del Spider en 1972: la línea se mantuvo sin cambios, pero se aportaron pequeñas modificaciones al salpicadero, como el marco de los instrumentos negro en lugar de cromado y se añadió un reloj. Sin embargo, las novedades más importantes se encontraban en el motor. El Fiat 124 Sport Spider adoptó los propulsores del Fiat 132 tanto en la versión “1600” como en la inédita “1800”. En concreto, se trataba de motores de cuatro cilindros en línea, con dos árboles de levas y válvulas en cabeza, alimentados por un carburador de doble cuerpo Weber 34 DMS o Solex C34 EIES 5. La cilindrada era de 1592 cm3 para el “1600” y de 1756 cm3 para el “1800”, con potencias de 108 y 118 CV, y velocidades máximas de 180 y 185 km/h.

A pesar de que la agitación social de esos años penalizó a los modelos más llamativos, el 124 Sport Spider obtuvo un buen éxito de público, gracias a la belleza inalterada de su línea y a un placer de conducción sin cambios.

1972 también sería recordado por los memorables triunfos deportivos que lo caracterizaron. Eddy Merckx mereció su apodo de “El caníbal” ganando el Tour de Francia y el Giro de Italia, además de la Milán-Sanremo y batiendo el récord de velocidad. Mark Spitz estableció nuevos récords mundiales en las siete competiciones en las que participó durante los Juegos Olímpicos de Múnich y los italianos Mennea y Thoeni se hicieron famosos en atletismo y esquí con el récord europeo de los 100 metros y la Copa del Mundo de esquí alpino. Ese mismo año se lanzó el Fiat 124 Abarth Rally, como base de carretera para la participación deportiva en el Grupo 4. En comparación con el vehículo de serie, el Fiat 124 Abarth Rally Gr.4 se benefició de un motor más potente, de un techo y un capó de fibra de vidrio, y de puertas de aluminio, lo que permitió una reducción significativa del peso total. Tras la puesta a punto realizada por el equipo de carreras de Abarth, el vehículo debutó en la temporada 1972 y continuó su importante carrera deportiva hasta 1975.

La producción del 124 Sport Spider continuó de junio de 1974 a 1982 para su exportación a los Estados Unidos, país donde el vehículo seguía cosechando un gran éxito. La línea siguió siendo la misma, el único cambio fueron los parachoques de absorción de energía, impuestos por la normativa de seguridad de Estados Unidos, y la introducción de un motor de dos litros de 87 CV a partir de julio de 1978. En 1981, Pininfarina presentó un nuevo modelo bautizado “Spider Europa” en el Salón de Ginebra. La estética fue básicamente la misma, pero con actuaciones centradas principalmente en la seguridad y el confort. Bajo el capó rugía un cuatro cilindros de dos árboles de 1995 cm3 que desarrollaba 105 CV. El comportamiento en carretera del vehículo era siempre excelente y el consumo se había mejorado. Hubo una última evolución en 1983 con la versión “Volumex” de 136 CV, provista de compresor volumétrico. Se diseñó principalmente para el mercado estadounidense y continuó el éxito del modelo con más de 200.000 unidades vendidas en todo el mundo, el 75 % de las cuales se compraron en EE.UU.

El nuevo 124 Spider regresa a las carreteras del mundo

Los Estados Unidos siempre han formado parte del destino del Fiat 124 Sport Spider: como cabía esperar, el nuevo Fiat 124 Spider debutó el año pasado en el Salón de Los Ángeles. Siguiendo la tradición de su legendario predecesor, está enamorando a una nueva generación por su estilo y sus prestaciones típicamente italianos. El 124 Spider asegura una auténtica experiencia roadster, repleta de emoción, tecnología y seguridad,  y precisamente hoy cumple 50 años.

Los diseñadores del Centro Stile Fiat han concebido un automóvil que encarna, en un diseño evolucionado, la belleza clásica de su antecesor manteniéndose fiel a su esencia. Los rasgos del frontal son audaces, pero no agresivos, con las dos ligeras jorobas del capó destacando la potencia del motor. El lateral tiene proporciones de auténtico deportivo, gracias a la arquitectura mecánica, al motor longitudinal y a la tracción trasera, y el habitáculo está desplazado hacia atrás: el diseño rinde homenaje al pasado, proyectándolo hacia el presente.

De hecho, el nuevo Fiat 124 Spider se inspira en algunos detalles de su predecesor de 1966 y los reinterpreta en clave moderna. Tiene una silueta aerodinámica y atemporal, un bello lateral clásico de proporciones perfectas, un centro de gravedad bajo, un habitáculo desplazado hacia atrás y un capó largo, de auténtico automóvil deportivo. Las referencias al modelo histórico también se encuentran en la parrilla superior y en el motivo de la calandra hexagonal, en las clásicas “jorobas” del capó delantero y en los marcados pilotos traseros horizontales. Del mismo modo, la rejilla hexagonal superior se inspira en la forma exclusiva de las tomas de aire delanteras del modelo histórico y el diseño rememora la estructura de panal de abeja de la rejilla deportiva del legendario 124 Spider.

La parte trasera se caracteriza por dos elementos: la sección de cola de milano de los guardabarros traseros y los pilotos de desarrollo horizontal, que rememoran las características de su antecesor. La forma de los guardabarros traseros, cuya superficie superior confluye sobre la tapa del maletero, otorga a la parte trasera del vehículo una característica forma en V. Los interiores se han diseñado y realizado para garantizar el máximo confort a los ocupantes, gracias a la utilización de materiales suaves de alta calidad. La ergonomía del vehículo se ha estudiado a fondo para mejorar la experiencia de conducción también a través de una disposición perfecta de pedales, volante y cambio.

El Fiat 124 Spider se equipa con el fiable motor de cuatro cilindros turbo MultiAir de 1,4 litros, que desarrolla 140 CV de potencia (103 kW) y 240 Nm de par máximo, disponible de inmediato, a 2250 rpm. El motor ha mantenido sus peculiaridades: cuatro cilindros en línea con culata de aluminio, diámetro de 72 mm y carrera de 84 mm, con una cilindrada total de 1368 cm3. El Fiat 124 Spider alcanza una velocidad máxima de 215 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,5”. Al gran dinamismo del vehículo contribuyen la tracción trasera, una distribución del peso extremadamente equilibrada y un centro de gravedad bajo. El Fiat 124 Spider está disponible tanto con cambio manual de seis velocidades, con acoplamientos directos y fluidos, como con cambio automático, y cuenta con suspensiones y dirección diseñadas para una dinámica de conducción excelente. En el eje delantero, el nuevo 124 Spider utiliza un sofisticado esquema de suspensiones de cuadrilátero, mientras que en el eje trasero adopta una arquitectura multilink para un control total del vehículo en curva. Con la ayuda de una servodirección eléctrica dual pinion, la dirección es ligera y reactiva.

Como homenaje dentro del homenaje, en el Salón de París se podrá admirar la nueva serie especial de edición limitada Fiat 124 Spider America, disponible en Italia con tan solo 124 unidades numeradas: celebra, mediante un equipamiento especial, su homónima versión que, en los años 80, conmemoró los cincuenta años de Pininfarina. Como era de esperar, la serie especial recupera la carrocería exterior Bronce Magnético que recuerda ese modelo. Las tapas de los retrovisores son de color plateado y los interiores de piel tabaco. Como opcional, es posible equipar el nuevo Fiat 124 Spider America con llantas de aleación ligera de 17" con un diseño histórico y portaequipajes trasero. Se trata de dos accesorios creados por Mopar que destacan la personalidad vintage del vehículo. Por último, el Fiat 124 Spider America incluye en el interior una placa conmemorativa numerada (124 para el mercado italiano, disponible a finales de año) y un logo en la parrilla frontal. En esta versión ha debutado el cambio automático secuencial de seis velocidades, que podrá pedirse en Italia durante el primer trimestre de 2017.


De 1966 a 2016: los cincuenta años de un modelo legendario que sigue fascinando con su evolución estilística y su técnica constante, pero siempre con la mirada puesta en un pasado de éxito. Crecer para mejorar y para alcanzar nuevas metas: feliz cumpleaños Fiat 124 Spider.

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