Ayer el
emblemático descapotable de Fiat cumplío 50 años. Desde su debut hasta la
actualidad, se ha paseado por décadas decisivas del anterior siglo hasta llegar
a nuestros días, siempre con elegancia y deportividad. En 1966 soñaba con
California, en 2015 se presentó, precisamente en Los Ángeles, con un nuevo
modelo evolucionado y emocionante. Ahora su estilo encarna la belleza clásica
de su predecesor, manteniéndose fiel a sí mismo y fascinando a nuevas
generaciones de fans.
El contexto
“El Salón de Turín bajo el signo
del optimismo”: corría 1966 y títulos de este tipo acompañaban la 48 edición
del evento que se celebró en el Palazzo delle Esposizioni. El Salón del
Automóvil acogía al visitante con una inigualable exhibición de luces y
colores. Desempeñaba un papel fundamental la pintura brillante de los
automóviles que reflejaba sin cesar el resplandor de miles de luces de neón:
son los años sesenta y una ola de euforia se extendía por todo el país. El
endurecimiento de la política monetaria del bienio 64 - 65 se estaba relajando
y en 1966 la producción de vehículos en Italia aumentó en un 8 %. Por otra
parte, desde el comienzo de la década, se gastaron más de 650.000 millones de
liras en renovar y desarrollar las fábricas, con el fin de satisfacer una demanda
que crecía año tras año. Además de generar trabajo, el automóvil fue el
principal indicador del bienestar de un país y de su grado de civilización. El
deseo de poseer un automóvil era cada vez más común y legítimo, mientras
permanecía, al mismo tiempo, una cierta mentalidad conservadora que veía el
automóvil como un lujo efímero. Este último concepto resultó ser erróneo: hoy
podemos afirmar razonablemente que el automóvil contribuyó a unir Italia
acortando las distancias, favoreciendo los desplazamientos, ayudando a las
personas a conocerse y a comprenderse. Un medio de transporte que también pudo
haberse visto como un accesorio, pero que casi siempre fue una herramienta de
trabajo, una tarjeta de visita y un trampolín para las ambiciones.
Entre los 515 expositores de 13
países diferentes, el stand de Fiat destacaba en el segundo pabellón por su
amplitud: una oferta muy amplia, capaz de adaptarse a los gustos y a las
necesidades más diversas, que en el Salón de Turín de 1966 se enriqueció aún
más con tres nuevos modelos. El público pudo admirar el Fiat Dino, cuya
producción se estaba iniciando en aquellos momentos, y los modelos que
completaban la gama del 124. Un vehículo innovador, que mostraba un estilo
original, un nuevo concepto de espacio, una técnica sofisticada y una seguridad
cada vez más evolucionada. El Fiat 124 fue el resultado del compromiso de Fiat
para que el uso de un automóvil veloz, capaz de transportar cinco personas y su
equipaje con gran comodidad, fuera algo asequible para muchas personas.
En el Salón se presentó el Fiat 124
Familiar, pero ese 3 de noviembre sería recordado sobre todo por el Fiat 124
Sport Spider. Este modelo representaba la mejor evolución Fiat en el segmento
de los vehículos descapotables de altas prestaciones pero asequibles, que la
marca lideraba desde el final de la Segunda Guerra Mundial con el 1100 Spider
de 1954, el 1200 y el 1500 de doble árbol de 1958, el 1500 S y el 1600 S de
1961. Con el 124 Sport Spider, Fiat se dirigía hacia un automovilista que
buscaba prestaciones brillantes a un precio asequible: un automóvil deportivo y
con una amplia difusión. La prensa de la época lo calificó como un auténtico
“acontecimiento moderno” y no como un simple automóvil. Era moderno porque la
necesidad de movilidad se satisfacía con un producto que lograba entusiasmar
aun manteniendo un precio razonable, combinado con un estilo convincente y
personal, prestaciones emocionantes y soluciones técnicas innovadoras,
particularmente en el campo de la mecánica. El 124 Sport Spider era la
evolución del 124 berlina, pero también fue un auténtico automóvil deportivo
del que todo el mundo pronto se enamoró. Fiat eligió para este automóvil el
diseño de Pininfarina, colaborador histórico del fabricante de Turín y nombre
importante y respetado en todo el sector internacional del automóvil.
El 124 Sport Spider de 1966: nace
una leyenda del automovilismo mundial
El modelo reinterpretaba gran parte
de la mecánica del Fiat 124 berlina, pero se diseñó desde el principio con
algunas características marcadamente deportivas. La marca Pininfarina aseguraba
la elegancia del diseño y de los interiores y, en conjunto, el 124 Sport Spider
se distinguía por la alta calidad general de los acabados, de los accesorios y
de los colores. El vehículo medía 3,97 m de largo y la línea exterior resultaba
moderna, sobria y bien proporcionada. La mirada seguía la vista lateral
realzada por la forma del guardabarros trasero que se unía, bajando
ligeramente, al delantero. El frontal era compacto y plano, aligerado por el
hueco donde se alojaban los dos faros delanteros ligeramente retraídos. La toma
de aire presentaba una forma hexagonal original, mientras que el parachoques
era envolvente y sin aristas. La parte trasera se caracterizaba por dos aletas
ligeramente inclinadas hacia arriba, formando una línea cóncava que se
conectaba al perfil del maletero. Así pues, tenía el estilo y las proporciones
más atractivas de su época: un automóvil bello entre el encanto de aquella
época, que en el stand Fiat de ese noviembre de 1966 estaba representado por
Miss Italia y Miss Sonrisa, y por la actriz Marisa Solinas. La capota tenía una
luneta de vinilite y también incluía dos cristales laterales que se retraían
cuando se abría la capota. La amplia superficie acristalada garantizaba
visibilidad en cualquier dirección. Los resultados aerodinámicos permitían un
vehículo apto para altas velocidades y, al mismo tiempo, un vehículo ágil en el
tráfico urbano. El corte de las ventanillas y del parabrisas, los detalles de
las manillas, de los faros, de las luces, los asientos y los colores, se
caracterizaban por la búsqueda de la utilidad y la elegancia. Para la
carrocería se habían diseñado cuidadosamente los interiores con asientos
anatómicos, acabados en madera y un panel de instrumentos muy completo con
velocímetro, manómetro eléctrico de aceite, termostato de agua y
cuentarrevoluciones electrónico.
Manteniendo la misma tracción
trasera, la versión Spider estaba fuertemente connotada por el motor 124AC.000,
un cuatro cilindros en línea con diámetro y carrera de 80 y 71,5 mm
respectivamente, con una cilindrada de 1438 cm3. Un motor realmente brillante, gracias también
a la culata de doble árbol de levas y válvulas en V, desarrollaba una potencia
de 90 CV a 6500 rpm y alcanzaba una velocidad máxima de 170 km/h. El carburador
era vertical de doble cuerpo y un sistema de doble filtrado del aceite
garantizaba una mejor lubricación y una mayor duración. Otras características
situaron al modelo entre los automóviles deportivos de gama alta: cambio de
cinco velocidades de serie, neumáticos radiales y volante de dos radios de tipo
deportivo. Este último estaba conectado a una caja de dirección con una columna
en dos piezas, unidas por juntas universales, que garantizaban una alineación
de marcha excelente. La elegancia de las líneas, las buenas prestaciones del
motor, la estabilidad y la seguridad del modelo, que derivaba de los cuatro
frenos de disco, del servofreno de depresión y de la presencia de la barra
Panhard transversal para una mejor disposición de las cargas en curva,
aseguraron desde los primeros meses un buen éxito comercial de segmento y de
imagen. El 124 Sport Spider costaba 1.550.000 liras, casi medio millón más que
la versión berlina. Las llantas de aleación “Cromodora” y el techo rígido
estaban disponibles por un precio extra de 65.000 liras. Desde la primera serie
hasta 1969 se fabricaron unas 25.000 unidades.
Pocos retoques para el sueño
americano y el debut de la segunda serie
En 1966 los italianos cantaban con
The Mamas & The Papas y soñaban con escapar de los cielos grises y alcanzar
la libertad de una nueva vida en California.
Mientras tanto, debido a la buena
respuesta del mercado, Fiat decidió trabajar en la evolución del modelo que se
lanzaría en los EE.UU. en 1968, los norteamericanos se enamoraron de las
proporciones y del estilo marcadamente italiano del Spider y también de su
capota, que podía abrirse directamente desde el asiento del conductor con gran
rapidez y fácilmente. En octubre de 1969, siempre en el Salón del Automóvil de
Turín, debutó la segunda versión como parte de una renovación general de la
gama. Mantenía la tracción trasera y todas las típicas y deportivas sensaciones
de conducción, a pesar del creciente número de automóviles que adoptaban la
tracción delantera y que debutaron precisamente durante esa edición del evento.
Podía montar el tradicional motor
1.4 o un nuevo propulsor 1.6. Nuevamente de cuatro cilindros, con doble árbol
de levas en cabeza, estaba alimentado por dos carburadores verticales de doble
cuerpo. La cilindrada aumentó a 1608 cm3 y las prestaciones eran aún más
brillantes: desarrollaba 110 CV y permitía alcanzar una velocidad máxima de 180
km/h. El sistema de frenos era de circuito independiente. Estéticamente, el
vehículo lucía una nueva calandra con rejilla del radiador en forma de panal de
abeja. La diferencia más evidente eran los dos significativos carenados con
forma ovalada del capó, una especie de “jorobas” características destinadas a
albergar el mayor volumen del nuevo motor. Se cambiaron los grupos ópticos
traseros, que incluían la luz de marcha atrás. Los neumáticos radiales y la
capota impermeabilizada enriquecían el equipamiento de serie y, como opcional,
se disponía de la capota rígida y de las llantas de aleación ligera. También en
octubre de 1969 Lucio Battisti estrenó su exitosa canción “Mi ritorni in
mente”: “Te recuerdo/hermosa como eres/tal vez más que nunca”. No estaba
dedicada al Fiat 124 Spider, pero podría haber sido así. El roadster evolucionó
sin dejar de ser fiel a sí mismo, con su elegante línea diseñada por
Pininfarina, sin dejar de cosechar éxitos: entre 1969 y 1972 se produjeron
alrededor de 27.000 unidades.
Los efervescentes años setenta
dieron la bienvenida a la tercera generación
Los setenta fueron años de colores
fuertes y de grandes cambios culturales y sociales. Fueron años de libertad y
transgresión, de agitación e innovación. Aparecieron por primera vez nuevos
temas culturales como la función social de la educación, la relación entre
estudio y trabajo, y la comunicación creativa, que siguen vigentes hoy en día.
El extremismo político fue otra característica de aquellos tiempos. El
desarrollo de la industria del automóvil oscilaba entre el estancamiento
causado por la crisis del petróleo y el compromiso para el retorno a la máxima
eficiencia de la producción y hacia la recuperación económica. La gama del Fiat
124 se presentó totalmente renovada, gracias a numerosas mejoras en la mecánica
y en la línea que destacaban aún más las prestaciones, el confort y la
elegancia de los modelos. Diseñado desde el principio en una perspectiva
internacional, el 124 representó un importante punto de inflexión en la
evolución de la producción de Fiat en el sector de las cilindradas medias y el
comienzo de los años 70 marcó el apogeo de su éxito. Fiat introdujo una nueva
generación del Spider en 1972: la línea se mantuvo sin cambios, pero se
aportaron pequeñas modificaciones al salpicadero, como el marco de los
instrumentos negro en lugar de cromado y se añadió un reloj. Sin embargo, las
novedades más importantes se encontraban en el motor. El Fiat 124 Sport Spider
adoptó los propulsores del Fiat 132 tanto en la versión “1600” como en la
inédita “1800”. En concreto, se trataba de motores de cuatro cilindros en
línea, con dos árboles de levas y válvulas en cabeza, alimentados por un
carburador de doble cuerpo Weber 34 DMS o Solex C34 EIES 5. La cilindrada era
de 1592 cm3 para el “1600” y de 1756 cm3 para el “1800”, con potencias de 108 y
118 CV, y velocidades máximas de 180 y 185 km/h.
A pesar de que la agitación social
de esos años penalizó a los modelos más llamativos, el 124 Sport Spider obtuvo
un buen éxito de público, gracias a la belleza inalterada de su línea y a un placer
de conducción sin cambios.
1972 también sería recordado por
los memorables triunfos deportivos que lo caracterizaron. Eddy Merckx mereció
su apodo de “El caníbal” ganando el Tour de Francia y el Giro de Italia, además
de la Milán-Sanremo y batiendo el récord de velocidad. Mark Spitz estableció
nuevos récords mundiales en las siete competiciones en las que participó
durante los Juegos Olímpicos de Múnich y los italianos Mennea y Thoeni se
hicieron famosos en atletismo y esquí con el récord europeo de los 100 metros y
la Copa del Mundo de esquí alpino. Ese mismo año se lanzó el Fiat 124 Abarth
Rally, como base de carretera para la participación deportiva en el Grupo 4. En
comparación con el vehículo de serie, el Fiat 124 Abarth Rally Gr.4 se
benefició de un motor más potente, de un techo y un capó de fibra de vidrio, y
de puertas de aluminio, lo que permitió una reducción significativa del peso
total. Tras la puesta a punto realizada por el equipo de carreras de Abarth, el
vehículo debutó en la temporada 1972 y continuó su importante carrera deportiva
hasta 1975.
La producción del 124 Sport Spider
continuó de junio de 1974 a 1982 para su exportación a los Estados Unidos, país
donde el vehículo seguía cosechando un gran éxito. La línea siguió siendo la
misma, el único cambio fueron los parachoques de absorción de energía,
impuestos por la normativa de seguridad de Estados Unidos, y la introducción de
un motor de dos litros de 87 CV a partir de julio de 1978. En 1981, Pininfarina
presentó un nuevo modelo bautizado “Spider Europa” en el Salón de Ginebra. La
estética fue básicamente la misma, pero con actuaciones centradas
principalmente en la seguridad y el confort. Bajo el capó rugía un cuatro
cilindros de dos árboles de 1995 cm3 que desarrollaba 105 CV. El comportamiento
en carretera del vehículo era siempre excelente y el consumo se había mejorado.
Hubo una última evolución en 1983 con la versión “Volumex” de 136 CV, provista
de compresor volumétrico. Se diseñó principalmente para el mercado
estadounidense y continuó el éxito del modelo con más de 200.000 unidades
vendidas en todo el mundo, el 75 % de las cuales se compraron en EE.UU.
El nuevo 124 Spider regresa a las
carreteras del mundo
Los Estados Unidos siempre han
formado parte del destino del Fiat 124 Sport Spider: como cabía esperar, el
nuevo Fiat 124 Spider debutó el año pasado en el Salón de Los Ángeles.
Siguiendo la tradición de su legendario predecesor, está enamorando a una nueva
generación por su estilo y sus prestaciones típicamente italianos. El 124
Spider asegura una auténtica experiencia roadster, repleta de emoción,
tecnología y seguridad, y precisamente
hoy cumple 50 años.
Los diseñadores del Centro Stile
Fiat han concebido un automóvil que encarna, en un diseño evolucionado, la
belleza clásica de su antecesor manteniéndose fiel a su esencia. Los rasgos del
frontal son audaces, pero no agresivos, con las dos ligeras jorobas del capó
destacando la potencia del motor. El lateral tiene proporciones de auténtico
deportivo, gracias a la arquitectura mecánica, al motor longitudinal y a la
tracción trasera, y el habitáculo está desplazado hacia atrás: el diseño rinde
homenaje al pasado, proyectándolo hacia el presente.
De hecho, el nuevo Fiat 124 Spider
se inspira en algunos detalles de su predecesor de 1966 y los reinterpreta en
clave moderna. Tiene una silueta aerodinámica y atemporal, un bello lateral
clásico de proporciones perfectas, un centro de gravedad bajo, un habitáculo
desplazado hacia atrás y un capó largo, de auténtico automóvil deportivo. Las
referencias al modelo histórico también se encuentran en la parrilla superior y
en el motivo de la calandra hexagonal, en las clásicas “jorobas” del capó
delantero y en los marcados pilotos traseros horizontales. Del mismo modo, la
rejilla hexagonal superior se inspira en la forma exclusiva de las tomas de
aire delanteras del modelo histórico y el diseño rememora la estructura de
panal de abeja de la rejilla deportiva del legendario 124 Spider.
La parte trasera se caracteriza por
dos elementos: la sección de cola de milano de los guardabarros traseros y los
pilotos de desarrollo horizontal, que rememoran las características de su
antecesor. La forma de los guardabarros traseros, cuya superficie superior
confluye sobre la tapa del maletero, otorga a la parte trasera del vehículo una
característica forma en V. Los interiores se han diseñado y realizado para
garantizar el máximo confort a los ocupantes, gracias a la utilización de
materiales suaves de alta calidad. La ergonomía del vehículo se ha estudiado a
fondo para mejorar la experiencia de conducción también a través de una
disposición perfecta de pedales, volante y cambio.
El Fiat 124 Spider se equipa con el
fiable motor de cuatro cilindros turbo MultiAir de 1,4 litros, que desarrolla
140 CV de potencia (103 kW) y 240 Nm de par máximo, disponible de inmediato, a
2250 rpm. El motor ha mantenido sus peculiaridades: cuatro cilindros en línea
con culata de aluminio, diámetro de 72 mm y carrera de 84 mm, con una
cilindrada total de 1368 cm3. El Fiat 124 Spider alcanza una velocidad máxima
de 215 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,5”. Al gran dinamismo del vehículo
contribuyen la tracción trasera, una distribución del peso extremadamente
equilibrada y un centro de gravedad bajo. El Fiat 124 Spider está disponible
tanto con cambio manual de seis velocidades, con acoplamientos directos y
fluidos, como con cambio automático, y cuenta con suspensiones y dirección
diseñadas para una dinámica de conducción excelente. En el eje delantero, el
nuevo 124 Spider utiliza un sofisticado esquema de suspensiones de
cuadrilátero, mientras que en el eje trasero adopta una arquitectura multilink
para un control total del vehículo en curva. Con la ayuda de una servodirección
eléctrica dual pinion, la dirección es ligera y reactiva.
Como homenaje dentro del homenaje,
en el Salón de París se podrá admirar la nueva serie especial de edición
limitada Fiat 124 Spider America, disponible en Italia con tan solo 124
unidades numeradas: celebra, mediante un equipamiento especial, su homónima versión
que, en los años 80, conmemoró los cincuenta años de Pininfarina. Como era de
esperar, la serie especial recupera la carrocería exterior Bronce Magnético que
recuerda ese modelo. Las tapas de los retrovisores son de color plateado y los
interiores de piel tabaco. Como opcional, es posible equipar el nuevo Fiat 124
Spider America con llantas de aleación ligera de 17" con un diseño
histórico y portaequipajes trasero. Se trata de dos accesorios creados por
Mopar que destacan la personalidad vintage del vehículo. Por último, el Fiat
124 Spider America incluye en el interior una placa conmemorativa numerada (124
para el mercado italiano, disponible a finales de año) y un logo en la parrilla
frontal. En esta versión ha debutado el cambio automático secuencial de seis
velocidades, que podrá pedirse en Italia durante el primer trimestre de 2017.
De 1966 a 2016: los cincuenta años
de un modelo legendario que sigue fascinando con su evolución estilística y su
técnica constante, pero siempre con la mirada puesta en un pasado de éxito.
Crecer para mejorar y para alcanzar nuevas metas: feliz cumpleaños Fiat 124
Spider.
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